Que alguien me diga si no ha sufrido en sus carnes las maravillas de los cuelgues en su PC (sí, vale, Gates se ha jubilado y ya no ocurre como antes, pero cuando la palme windows será la re-hostia!), la rapidez y sencillez de instalación de los "plug-and-play", el uso ultra sencillo de los móviles (no intentes buscar un teléfono en la guía, pulsarás más de 9 teclas...), los programas, los drivers... después de haberse leído los también "sencillos" y "cortísimos" (válgame Cristo!) manuales de usuario, las compatibilidades, las garantías y las recomendaciones (no meta a su gato en el microondas, puede sufrir daños irreparables)
La existencia de tantas versiones de S.O., fabricantes, conexiones, versiones de conexiones (ahora USB 1.0, ahora 2.0), velocidades de transmisión, protocolos digitales, etc. hace cada vez más "fácil" intentar instalar cualquier cacharrillo de esos que venden en las tiendas y que supuestamente han pasado todos los test necesarios para que Ud., señor/a usuario/a, no tenga ningún problema.
Claro que después de haber pasado noches en vela eligiendo entre el millar de posibilidades del catálogo y haber fantaseado con lo maravillosa que será nuestra vida cuando tengamos instalada esa tarjeta gráfica que será la "en-vidia" de nuestros amiguetes, llega el momento de la verdad. La cruda realidad:
Ármate de paciencia, querido "usuario", y coge el manual para pasarte la próxima noche en vela leyendo las 1340 páginas que amenamente describen todas las funciones del cacharro.
¡Ahora sí! Ahora ya lo tienes! Ahora pulsas Alt+K y suena la entrada de la maldita tarjeta de sonido! Genial! Ahora sólo falta que funcionen las 15 restantes...
Si consigues instalar el cacharro en cuestión y ya funciona, pueden venir otros problemillas añadidos, no menos graciosos: ahora el PC va más lento que el caballo del malo. O de repente hay un programa que no va. ¡Coño, si ayer funcionaba perfectamente! Pero no caes en que sea culpa del SUPER GTI que le acabas
de meter en las tripas al ordenata.
Si has conseguido instalar y hacer que funcione el PC completamente bien (oh! Mago de la informática y el lenguaje binario! Métete en la NASA ya!), entonces prepárate para aprenderte la "interface" del "soft", supermega requete ultra bien diseñada, of course, para exprimir al máximo las posibilidades de tu cacharro híper-caro. Ah! Querido programa, ¿por qué eres tan y tan sencillo? ¿Quién te parió con tantas funciones, preferencias, iconos, matrices, y opciones? ¡Pero si sólo de ver las "opciones de visualización" del iTunes casi me caigo de espaldas!!!
Si después de intentar un millón de cosas, haber escrito en foros de internet, por supuesto sin resultados; haber enviado por fax la garantía al número indicado para la UE (Leches! pero si el número es de Rusia! Me han cobrado un pastón de teléfono!); y haberte vuelto loco varias veces, que no decaiga: te darás cuenta de que ya han pasado (oh, Dios no puede ser!) los 15 días para devolver el producto y te lo tendrás que comer con salsa tártara, para disimular el regusto de mala leche que se te ha quedado. Que aproveche...
En fin, que si al final te ha pasado como a mí, que te has comprado la última versión de Protools y ahora sólo usas la maravillosa tarjeta de sonido de última generación con sampling a chopocientosmil MHz/seg para reproducir tus Mp3 en el iTunes, recuerda que no eres el único/a jilipollas harto de la tecnología digital.
Amén.
PD_: Simplemente, terapia para reirse de una misma.
PD_2: Ni siquiera puedo escuchar los MP3 en el iTunes...