[cuatro] escribió:
NUNCA,
según se cuenta en las oficinas, a pesar de lo que podría parecer obvio, el consumo de papel se ha incrementado exponenciamente en estos 20 años, debido a las múltiples comprobaciones posibles en papel, y aparte de comprobaciones,debido a la innumerable cantidad de resultados que ofrece el ordenador imprimibles en papel y que se deben o quieren presentar. De hecho ahora se piden muchos mas resultados y comprobaciones que antes por temas de calidad (por su facilidad de obtención= total, el ordenador te lo da)
Pero eso se debe a una generación en activo que no supo, no quiso o no se ha adaptado a ver lo que sucede en la red (sea local, o WWW.), o en el mismo ordenador; conpruebo a diario que existe gente a la que ver el mundo a través de panntallas de ordenador (y las hay bien hermosas, como la que estoy viendo yo en este momento). No es que abogue por una virtualización cibernética (eso es un prejuicio caduco incluso
in terminis), ni que debamos abandonar la contemplación de la naturaleza, los fenómenos reales o la experiencia directa; pero esa traslación entre vida experimentada y vida vista (y escrita, de momento) en un ordeanador, esa elección, la que yo estoy haciendo en este momento, para luego irme a la calle, hay algunos que no pueden con ella, el tiempo que pasan delante de un ordenador, demasiadas personas para el año en el que nos encontramos, es para muchos de ellos entre tedioso y molesto; y hay incluso unos pocos para los que adptarse al uso del ordenador ha sido frustrante ddesde el MS 2 y no han sido capaces de pasar a los sistemas orientados a objetos, incluso los hay que lo pasan mal. Y muchos de estos están dirigiendo empresas (por no hablar del predominio del inglés como lengua vehicular, como dicen los vernáculos,).
Para todos estos, demasiados a estas alturas para mí, hay que imprimir todo,y lo malo es que por debajo, como en una novela de Kafka, hay una cohorte de empleados, manguitos y follones que sigiuen las mismas directivas (lógicamente).
Ya veremos lo que resultados arroja la encuesta y a cuantos interesa, que la muestra va a ser grosera de tan escasa (hay mucho usaurio que ve el trabajo como algo remoto, entre jóvenes de larga duración y parados de larga duración, como yo).
Yo estoy convencido de que se dejará de imprimi,r si no dn términos absolutos, sí en una proporción suficiente como para que el sector en el que trabajaba se desmorone o mengüe tanto como desdibujarse o cambiar mucho, esta es una encuesta que , de paso que hacemos sociología prospectiva entre
hispaoficinistas, me sirve a mí de termómetro; para mí la duda será sí el plazo será de 10, 15, o 20 años.
Igual me equivoco; pero no lo creo.
Quizás la opción
nunca no la debía haber enunciado así; seguro que algo de papel, por estas circunstancias, u otras se va a gastar. Cuando me refiero a nunca me refiero a que permanezcamos así, o de forma parecida, y no hablo de que dentro de 20 años (por fiarlo lo más tarde) se consuma un 20% menos de papel, hablo de que se consuma un 20% de la cantidad actual, o un 30% a lo sumo.
En tu respuesta se ve que optas, incluso, porque aumente.
Informaciones privilegiadas y confidenciales (que no llegan al mercado) de alguna papelera inportante me confirman que los propios operadores del sector (los que convierten en papel) hablan ya de declive y cuesta abajo, ten en cuenta que en el papel no sólo hay converting a A4, hay bobinas y papel prensa. ¿Crees que van a aumentar los periódicos dentro de 20 años?.
Además la pasta de papel está sujeta desde hace 20 años a unas tensiones (es cierto que aumentadas por las impresoras), pero basadas sobre todo en las elecciones estadounidenses.
Por si no lo sabes, el consorcio APP (Asia Pulp and Paper, una multinacional que tiene islas enteras plantadas con una especie de acacia de alta producción y bajo impacto ecológico en el Pacídfico y en la que han trabajado varios amigos míos), esta que es la que produce el papel A4
Golden Plus, entre otros muchos productos con el nombre del cliente (son una empresa gigantesca) estuvo a punto de irse a pique por priblemas financieros derivados de una de las últimas elecciones de EE.UU.