Es cierto: Robert Smith tiene una voz irrepetible e inconfundible; no es un vozarrón, pero es única; es un tono agudo pero no suena a monaguillo; parece que le tiembla la voz, pero no lo hace; parece que vaya a desafinar, pero no lo hace; es él, el alma del grupo.
A Dios pongo por testigo que si me da tiempo la vuelvo a cantar (hasta que la clave... la voz).
Gracias otra vez.
PS: Y de ese disco, que para mí es uno de los más inspirados y completos de The Cure, yo encuentro trágica y emocionante la pieza que abre el álbum: "The Kiss". Nunca olvidaré el concierto de su gira, que comenzaba con este tema tras caer el telón donde segundos antes aparecían los labios pintados de Robert Smith soltando su parrafada neurótica...