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Alguien escribió:“Otro encuentro constante en las películas de desastres es la infantilización de los civiles. La totalidad de la amplitud de la catástrofe y el peligro que las masas encaran están a menudo ocultos para ellos. Son mantenidos fuera de la toma de decisiones, con la excepción de los managers y los técnicos especialistas (ingenieros, arquitectos, empresarios) quienes a veces son llamados para intervenir en la crisis, pero siempre a través de las autoridades estatales.
El público en general es a menudo distraído con entretenimientos sin sentido y animados a obedecer sin cuestionar a una “paternal y benevolente” élite que está haciendo todo (hasta el punto del autosacrificio) para protegerles.
Estos aspectos, junto con otros, prueban que las películas de desastres, más allá de su valor de entretenimiento, también presentan una “respuesta política” a la crisis. Detrás de un ingenuo modo fantasioso de contar las cosas, un mensaje silencioso es comunicado al público: el deseo profundo del que manda de ver entidades como el ejército, la policía u “hombres destacados” encargarse de la restauración y la reconstrucción de una sociedad en crisis, incluso si esto significa sacrificar parcialmente la democracia”
Alguien escribió:El HMS Bounty es uno de los barcos más conocidos del mundo. Alcanzó la fama en 1789, por un motín que se produjo a bordo de la embarcación británica cuando surcaba los mares de Tahití. Una historia que se ha contado luego en libros - Julio Verne publicó en 1879 un cuento corto sobre el tema, 'Los amotinados de la Bounty'- y en películas. Para una de ellas, 'El motín del Bounty', protagonizada por Marlon Brando y Richard Harris en 1962, se construyó una réplica exacta del barco, ya que el original fue quemado, para que no quedara ningún resto del motín.
Tras el rodaje, la copia del Bounty quedó como atracción turística y tras pasar por varios dueños, se lo quedó finalmente la HMS Bounty Organization LLC, que mantenía el barco funcionando en tours donde enseñaban la historia de la embarcación y revivían cómo era la navegación en aquella época. Un viaje al pasado y al romanticismo al que el huracán 'Sandy' ha puesto fin.
La embarcación, de tres mástiles y 55 metros de eslora, se ha hundido frente a la costa de Carolina del Norte. Esta madrugada aparecía el cuerpo sin vida de una de las tripulantes que había desaparecido durante el suceso. Se trata de Claudene Christian, de 42 años, una de las dos personas que seguía desaparecida tras el rescate de 14 tripulantes que se habían visto sorprendidos por el naufragio y que lograron ser rescatados horas antes.
Los guardacostas continúan buscando desde el aire al capitán, Robin Walbridge, de 63 años, a unos 145 kilómetros al sureste del Cabo Hatteras, en Carolina del Norte.
El barco, que desde su construcción no dejó de aparecer en el cine -una de las últimas películas en las que sale es de la saga 'Piratas del Caribe'-, fue en sus inicios un carguero, pero en 1787 lo adquirió la armada británica para transportar frutos del pan (alimento barato para los esclavos) desde Tahití hasta el Caribe. Y ahí empezó su leyenda.
Alguien escribió:El huracán 'Sandy' azotó este lunes la Costa Este con vientos destructivos de hasta 140 kilómetros por hora y sometió a la ciudad de Nueva York a las peores inundaciones de su historia. Al menos 16 personas murieron por culpa del huracán, la mayoría por la caída de árboles sobre automóviles o viviendas, según las autoridades. Una de las fallecidas lo hizo en Canadá tras ser golpeada por un cartel que arrancó el viento.
Más de cinco millones de personas se quedaron sin luz en 11 estados. El agua superó los cuatro metros de altura en algunos lugares del distrito financiero del sur de Manhattan: unos niveles que pulverizaron el récord anterior, que databa de 1821.