Vivimos en la era del presente. El DJ no tiene pasado, sólo presente y futuro. No reconoce la música clásica ni la electrónica del Siglo XX y tampoco se identifica con el Pop clásico, en realidad no se reconoce en nada, es un producto nuevo.
Vivimos en la era totalitaria del dj, es su revolución social, no solo musical. El dj está acabando con otras artes como el ballet contemporáneo, produciendo un ballet urbano que es el que prolifera en las academias de baile como en esta de San Petersburgo.
https://www.youtube.com/watch?v=Qosk3AsqEqU
Vivimos en la era del exceso. El dj ha levantado el mercado musical. Nunca antes se había vendido tanta música en un sistema que igual que el dj es novedoso, el streaming. A las mil millonarias cifras del streaming hay que añadir los cachés millonarios en los megafestivales y la publicidad y promoción de productos por derechos de imagen.
Vivimos en la era del exceso. Mbappé, ¿100 millones ? No, 200 millones? No, Cheque en blanco? Vale. Otro francés, el Guetta, también vive el camino del exceso. Se le amasa la fortuna con una audiencia spotify bestial, cachés desorbitados y colaboraciones con megaestrellas del Pop aparte de vender su catálogo de canciones por un precio que sin conocerse bien se sabe que supera los 100 millones de dólares.
Es tal su exceso que no dudan en aparecer ricos en un videoclip, comprando un millonario robot y con un Jaguar de lujo. Es el caso de Zedd. Pero a pesar de esa vida de lujo que se ve en el video lo cierto es que el nivel de vida de los top-djs es bastante más desorbitado. Por cierto que Zedd aparece conduciendo el Jaguar con unos vanguardistas guantes de titanio, ?un guiño al emperador parisino¿ jaja todo lleva al camino del exceso.
https://www.youtube.com/watch?v=YrbgUtCfnC0
Es la era del exceso. Es la era de Mbappé, es la era del Guetta y es la era del DJ.