Soyuz escribió:De veras que estoy alucinando con este hilo. Que Jim Beam abra un hilo lanzando argumentos a machamartillo con la única intención de provocar no sorprende a nadie
Veo que por aquí seguís erre que erre con la idea de que mi único hobbie es provocar en este foro con mis post. ¿Qué pasa, que cuando se habla de algo de forma tajante tiene que ser por narices con intención de provocar? Otra cosa es que haya quien se provoque pero eso ya no es responsabilidad mía. Lo único que hago es dar mi punto de vista. Si me tengo que callar lo que pienso simplemente porque alguien pueda sentirse ofendido vamos de culo. ¿Estamos en 1950? A mí tampoco me gustan ciertas opiniones y eso no me quita el sueño, ni me produce úlceras, ni me quita las ganas de comer. Y sí, me indigna muchísimo lo desprotegidos que estamos los hombres en caso de divorcio, denuncia por malos tratos sea real o no y demás: lo mismo o más que la propia violencia de género, mas que nada porque me concierne bastante más.
Sigo pensando y defendiendo a capa y espada la idea de que hasta que no se cambien las leyes que dejan al hombre en bragas no veremos un descenso significativo de la violencia de género hacia las mujeres. Ojo, que no estoy justificando nada aunque vosotros os empeñéis en leer lo contrario, solo es mi opinión. Pero podemos seguir mareando la perdiz sobre el asunto sin analizar las causas que lo pueden provocar, que yo no tengo prisa y además no soy susceptible de ser maltratado por mi pareja.
Hay muchos tipos de violencia de género: hombres que golpean a mujeres, mujeres que machacan psicológicamente a hombres, hijos maltratados, legisladores que dejan a los hombres en la puta calle... pero da la impresión de que aquí lo único que pasa es que los hombres matan a las mujeres y punto. A lo mejor se tienen que suicidar 100 ex-maridos arruinados juntos para que la sociedad se haga eco del asunto, y se hará eco pero no por los suicidios sino porque al tirarse por un puente dejarán de pagar las sagradas pensiones y las hipotecas.
Tiempo al tiempo y que Dios nos pille confesados si un día nuestro feliz matrimonio con hijos se va al garete porque detrás iremos nosotros. Quién sabe, a lo mejor alguno consigue darse el lujazo de pagar un cybercafé para contarnos su nueva vida de "soltero". Dios quiera que no.