Todos ciegos
Subido por YSEI el 23/05/2024
Descripción
Demo.
Letra
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Como un precioso maná,
se derramó sobre el llano
la providencia del gran cacique.
La tierra se hizo fértil; y las horas, cortas.
Cortas y felices.
Las mujeres parían
en tandas de trillizos,
Vieron los ciegos la luz
y oyeron los sordos la llamada.
Aunque más tarde juraran
que allí nadie vio ni oyó nada.
Barra libre en la Casa del Pueblo.
Otra vez ciegos.
En torno a la plaza,
con un sol de justicia,
se arriman los lisiados en busca de propina.
Las chicas se reúnen bajo la jacaranda.
Lázaro, compadre, levántate y anda.
Cientos de corderos sacrificados
a mayor gloria del hombre
que ha obrado este milagro.
Llama a la tele, a la prensa y a la radio:
que vean el prodigio que hoy inauguramos.
Barra libre en la Casa del Pueblo.
Otra vez ciegos.
Llenad una piscina entera de Cruzcampo.
Que hagan los aviones escala en este suelo.
Traedle a nuestro padre un fiel esclavo
para que le recuerde que sólo es un humano.
Que sólo es un humano.
Y al tipo que sospecha y muestra su recelo,
al que dice que torres más altas cayeron,
a ese sacadlo a hostias de este pueblo.
Todos mudos.
Todos sordos.
Todos ciegos.
se derramó sobre el llano
la providencia del gran cacique.
La tierra se hizo fértil; y las horas, cortas.
Cortas y felices.
Las mujeres parían
en tandas de trillizos,
Vieron los ciegos la luz
y oyeron los sordos la llamada.
Aunque más tarde juraran
que allí nadie vio ni oyó nada.
Barra libre en la Casa del Pueblo.
Otra vez ciegos.
En torno a la plaza,
con un sol de justicia,
se arriman los lisiados en busca de propina.
Las chicas se reúnen bajo la jacaranda.
Lázaro, compadre, levántate y anda.
Cientos de corderos sacrificados
a mayor gloria del hombre
que ha obrado este milagro.
Llama a la tele, a la prensa y a la radio:
que vean el prodigio que hoy inauguramos.
Barra libre en la Casa del Pueblo.
Otra vez ciegos.
Llenad una piscina entera de Cruzcampo.
Que hagan los aviones escala en este suelo.
Traedle a nuestro padre un fiel esclavo
para que le recuerde que sólo es un humano.
Que sólo es un humano.
Y al tipo que sospecha y muestra su recelo,
al que dice que torres más altas cayeron,
a ese sacadlo a hostias de este pueblo.
Todos mudos.
Todos sordos.
Todos ciegos.
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