Para los ingleses, el negocio de la música es algo más que dinero; hay un componente de orgullo nacional detrás de su industria discográfica. De ahí que dentro de un organismo del gobierno como el Department Of Business haya una sección dedicada en exclusiva a apoyar la exportación de música. Por eso son tan relevantes para ellos las cifras que cada año presenta la British Phonographic Industry (BPI) —su patronal del negocio discográfico— sobre el porcentaje de discos vendidos en el mundo que proceden de Reino Unido.
En 2014 fue el 13,7 %, según datos presentados hoy en Londres. Lo que se traduce en que de cada siete discos que se compran en el mundo, uno es de un artista británico. Eso quiere decir que ha habido un crecimiento de un 0'7 % con respecto al curso anterior.
Es un fenómeno que más o menos se repite desde el 2010, año en el que se empezó a contabilizar este porcentaje. El BPI también ha presentado otro dato, el de los millones que generan las ventas de discos y singles británicos: 27.500 millones de dólares.
Fuente | BPI