El negocio de la música ha cambiado mucho en los últimos tres lustros. Pero una de las cosas que sigue ahí es que el lanzamiento de un disco, aunque estemos inmersos en la época de lo digital, es un proceso relativamente lento, que no se acaba en el estudio de grabación, la factoría donde se fabrican los vinilos o con el envío masivo de una nota de prensa a través de una lista de correo. Es uno de los temas que toca en un post el consultor Dan Wagster, ilustrado con una infografía en la que podemos ver todo los pasos que hay que dar con un disco.
El ciclo completo, expone, dura 18 meses y se divide en: composición y grabación, que se acaba cuando el álbum tiene fecha de grabación; prelanzamiento, que engloba campañas publicitarias o preescuchas en medios de comunicación; día de lanzamiento, donde se produce un importante número de ventas y arranca un nuevo trabajo de promoción para intentar que siga habiendo un goteo en los siguientes meses; la gira, fase final que además está muy condicionada por el impacto que ha tenido el disco.
En realidad, el texto de Wagster habla de muchas más cosas tomando como ejemplo el trabajo que hizo un grupo de 2008. Merece la pena leerlo -sin perder la perspectiva crítica- sobre todo para ver qué ha cambiado en el mundo digital y valorar en su justa medida lo importante que es estar conectado con tus seguidores.
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