Roland busca proteger los diseños de las clásicas TR-808 y TB-303
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Parece un cuento viejo pero no: Roland ha registrado patentes de marca para diseños originales de la TB-303 y la TR-808, icónicas máquinas que pese a sus años, apenas recientemente llegaron a la oficina de pantentes de Alemania. Aunque la compañía no se ha pronunciado al respecto, la información se ha filtrado en un foro alemán.
La movida es interesante por múltiples razones: por una parte reaviva el fuego con respecto a las opciones de protección ante posibles infracciones en patentes o diseños por parte de empresas como Behringer, quienes, como es bien sabido, vienen clonando máquinas clásicas sin importar cuan similares sean a los originales.
La discusión, aunque es amplia y sin duda ha invadido lo suficiente los foros, blogs y ferias relacionados con la tecnología musical, no es al parecer la única preocupación de Roland, lo cual se evidencia en todo lo que registran para la marca TB-303 y TR-808, yendo sin duda más allá de mero instrumento.
Así es pues que no solo el sonido o su circuito, sino también asuntos como el orden de colores del secuenciador por pasos de la 808 hasta la ubicación de botones de la 303, se registran como propiedad de Roland para usos de todo tipo, la mayoría extra-musicales, pues incluyen todo tipo de producto que tenga los diseños de las icónicas máquinas, dirigiéndose así no solo a empresas como Behringer, sino también a quienes producen prendas u objetos basados en estos diseños.
Sin duda entre las máquinas Roland la 303 y la 808 son además de excelsos instrumentos, hitos significativos en la cultura popular. Llevan a cuestas géneros enteros, canciones de toda índole y una amplia historia, tanto otrora cuando engendraron mundos como el del acid house o en la época contemporánea, donde la 808 es reina en la música popular.
Por ende además de clones de máquinas, hay en la actualidad diversos de fabricantes de productos derivados que seguramente se verán en apuros con este tipo de medidas por parte de Roland, quizás cada día más conscientes de su legado en la historia musical.
Miguel es un investigador que relaciona la filosofía, el arte, el diseño y la tecnología del sonido. Vive en Medellín (Colombia) y es fundador de varios proyectos relacionados con lo sonoro, como Éter Lab, Sonic Field y Designing Sound.
