Tinnitracks, el coste de no prevenir los acúfenos
La excusa para esta reflexión de hoy proviene de Tinnitracks, una app que dice ser eficaz tratamiento para personas que sufren 'Tinnitus', otro nombre para lo que conocemos más comunmente como acúfenos.
Un acúfeno, según el diccionario de la RAE, es una 'sensación auditiva que no corresponde a ningún sonido real exterior'. Oír cosas que no están sonando. A veces es una sensación que recuerda a sonidos de golpes, pero con diferencia lo más frecuente es tener sensación de pitidos. Un ejemplo son esos clásicos pitídos que nos acompañan durante minutos, horas o a veces días tras asistir a una actuación en la que estábamos demasiado próximos al sistema de amplificación, o tras haber olvidado los tapones en el último ensayo en el que nos tocó colocarnos junto al batería. Con suerte los pitidos acaban por desaparecer (o nos acostumbramos a ellos), pero no pocas veces el daño llega a ser un molesto compañero permanente.
Podéis oír algunos ejemplos de acúfenos aquí. También en la página de Tinnitracks hay una sección en la que podemos intentar averiguar de forma aproximada qué tipo de acúfenos sufrimos. Para algunos de ellos la propia página indica que Tinnitracks no es solución.
Más allá del éxito mayor o menor que consiga la aplicación y de lo duradero de los efectos del tratamiento (ambas dos cuestiones que dependen muchísimo del origen del problema y grado de afección, que suele ser ya alto para cuando nos empezamos a preocupar de los síntomas) nos devuelve a la cruda realidad del riesgo al que sometemos tantas veces a nuestros queridos oídos.
Y nos lo devuelve con un argumento que podremos añadir a los que provienen de la sensatez. Tinnitracks supone todo un desembolso. De tiempo y de dinero. El tratamiento obliga a escuchar al menos una hora al día durante un mínimo de seis meses música tratada de forma tal que se retira la señal presente en la frecuencia en la que sufrimos el acúfeno principal.
El servicio que ofrece Tinnitracks no es nuevo, lleva tiempo comercializándose, pero sí lo es el que tomará forma de app en breve. Tinnitracks permite enviar nuestras canciones preferidas para obtenerlas ya tratadas (con ese 'agujero' en el espectro) y así poderlas escuchar como terapia. La posibilidad de usar el sistema durante un año cuesta más de 500€, aunque está por llegar una versión app con un coste de 19€ al mes. Informa sobre la adecuación o no de las canciones al tratamiento: ha de ser música que ocupe la región cercana al acúfeno tanto por encima como por debajo.
Y eso para tratar un acúfeno (no es raro que se presenten en compañía) y con limites que en la web de Trinnitracks se especifican y que incluyen entre otros el que debe tratarse de acúfenos tonales (pitidos de frecuencia identificable, no ruidos de mayor anchura de banda) y por debajo de 8KHz.
En la página veréis referencias a algunos artículos científicos (muchos de ellos en realidad de un mismo investigador/grupo) que alaban las virtudes de esta técnica. La idea es que al retirar la señal en esa banda, los fenómenos de adaptación de la audición acaban por desarrollar reflejos de 'atenuación' de la zona donde se asientan los pitidos imaginados. Y a la larga eso puede acabar derivando en una supresión de los mismos, o, al menos, en una mejora de la capacidad de tolerarlos gracias a que hayamos educado nuestra audición a negar o rebajar la presencia del pitido. Una especie de enmascaramiento a la inversa. Acabamos por aprender a desoír ese pitido imaginario que carece de sentido en el contexto de nuestra música habitual.
Para los que ya lo sufráis, leer sobre Tinnitracks puede con facilidad daros idea de cómo generar vosotros mismos esas señales tratadas si es que queréis probar. Se supone más agradable usar como tratamiento nuestros temas preferidos que someternos a escucha de ruido blanco en el que hayamos creado los huecos. No muchos serían capaces de aguantar una hora diaria de ruido blanco durante seis meses, la verdad. Y mantener la regularidad en el tratamiento es otra clave. En todo caso, mejor habladlo antes con vuestro médico y recabad su opinión. Sería también un especialista quien debería ayudaros a identificar con precisión las frecuencias de los acúfenos que sufráis y sus causas y posibles tratamientos. No pocas veces pasan por una educación para 'convivir' con el pitido, calmando la angustia que nos produce, porque su desaparición completa es por desgracia poco probable.
No es la primera vez que aparece en portada la cuestión de los riesgos de daño a los que con demasiada despreocupación sometemos a ese compañero de nuestras alegrías más íntimas que es el oído. Los acúfenos fueron portada en 2007 como forma de dirigir a los hispasónicos hacia una conversación en la que desde entonces varias personas han contado sus experiencias. Se han comentado allí algunos posibles tratamientos y remedios, y sobre todo se han compartido las amargas experiencias de vivir con esa compañía indeseada pero a la que nos acercamos más de la cuenta por nuestras propias acciones.
Puede haber otras causas (determinadas enfermedades), pero para la mayoría de los que sufren acúfenos, el origen se traza en comportamientos insanos de escucha. La escucha prolongada a niveles altos y un uso abusivo de los auriculares hacen que hoy estemos todos, no sólo los que trabajan con martillos industriales, en inmejorables condiciones de desarrollar problemas importantes de audición que a menudo acaban por ser irreversibles.
Así que, una vez más, una llamada de alerta para que cuidemos a esos oídos que tanta alegría nos dan y que sin embargo no tratamos con el respeto que se merecen. Si somos incapaces de ser suficientemente sensibles al miedo al daño, seámoslo al menos al daño al bolsillo. Cualquier reflexión que nos ayude a prevenir viene bien. Aunque sigue siendo cierto que más vale prevenir que curar, no lo es menos que curar es más caro que prevenir.
Más info | Web de Tinnitracks