Palmer Monicon, un controlador de monitores sencillo y económico
Solemos obsesionarnos con aquellos aparatos que sirven para obtener un determinado sonido y descuidamos los elementos auxiliares que, sin estar en la cadena de grabación, también tienen su importancia. Es el caso de los controladores de volumen para monitores, como el Palmer Monicon.
El amigo que analizamos aquí puede aumentar vuestro ritmo de trabajo a cambio de muy poco dinero y espacio. De hecho, teniendo en cuenta que probablemente sería el aparato que más horas pasárais manoseando —dado que un controlador de monitores suele quedar en el centro de nuestra mesa de trabajo—, más que de amigo deberíamos hablar directamente de un “amante”.
¿Para qué sirve?
La idea de este atenuador es poder conectar las salidas de nuestros convertidores a la entrada de nuestros monitores sin tener que requerir una mesa de mezclas o andar bajando el volumen de la salida de nuestro secuenciador o reproductor. Podéis verlo como una mesa de un solo canal estéreo de alta calidad.
¿A quién le puede interesar este producto?
En especial a aquellos home studios o estudios móviles que quieran tener un control cómodo y suficientemente preciso sobre el volumen de escucha, poder silenciar los monitores con un simple botón y comprobar la coherencia de la mezcla en sistemas monoaurales.
¿Qué tal es la calidad de construcción?
Excelente. El control principal es de un tacto exquisito, y en su posición más habitual, que va desde los -25dBs a los -10dBs, el recorrido es lo suficientemente amplio como para dar un buen control del volumen, ya que para esos 15dBs de rango tenemos casi 90º de giro en unos 3 cms de arco. El potenciómetro tiene un tacto muy suave y progresivo, ofreciendo una resistencia constante al giro, y los laterales, llamados “cachas” en el argot, parecen de madera de caoba —he preferido no rayarlos para comprobarlo—, dando un toque muy elegante.
¿Qué tal suena?
La primera característica es que se trata de un aparato pasivo, lo que a nivel de sonido se traduce en un dispositivo prácticamente libre de distorsión por intermodulación y de zumbidos. Sin embargo, no son del todo ausentes ni la distorsión armónica ni la desviación espectral ni el ruido aleatorio.
Para poder valorar la calidad del sonido de un aparato ya sabemos que lo mejor es escucharlo, pero si no disponemos de esa posibilidad, podemos hacer una descripción analizando sus principales variables. Y en este caso, quisiera explicar los dos puntos fuertes de un elemento pasivo como el que tenemos.
Nivel de ruido
Es el ruido residual que genera el aparato, ya sea en forma de ruido aleatorio o de zumbido. El zumbido suele provenir o de la fuente de alimentación o de tensiones parásitas circulando por los conductores de masa. En este caso, al ser un aparato pasivo, no tenemos zumbidos provenientes de ninguna fuente de alimentación —aunque el manual dice que no utilicemos simultáneamente las entradas de XLR y y minijack, precisamente para no generar bucles de masa—.
Distorsión
Todos los aparatos producen un cierto nivel de distorsión y parte de ella está presente desde el momento en el que metemos en el aparato la más básica de las señales. Cuando esa distorsión guarda unas relaciones musicales, hablamos de distorsión armónica. Este tipo de distorsión puede no gustarnos, pero también puede alegrarnos el día.
En cuanto a la distorsión no armónica, puede existir también desde la señal más básica, pero seguro que existirá cuando en el aparato entren al menos dos señales básicas, en forma de intermodulación. En principio no es deseable, porque se presenta como la suma y resta de los armónicos presentes, generando nuevos tonos que no son múltiplos de los existentes. Por ejemplo, al introducir 1KHz y 1220Hz, se genera un nuevo tono audible en 220Hz, o en 780Hz...
La teoría dice que este tipo de distorsión solo está presente en los sistemas no lineales. Como una resistencia —que es lo que sería un atenuador como el Monicon— es un sistema en teoría lineal —dado que lo que tenemos a la salida es lo que tenemos a la entrada multiplicado por un coeficiente y no se altera su frecuencia—, la distorsión por intermodulación en un sistema tan básico no debería existir, y solo estará presente en la medida de que ese circuito resistivo no actúe exclusivamente como tal.
Esta es una de las bazas básicas de los ecualizadores pasivos, como el Manley Massive Passive. Todos sus filtros presentan una intermodulación mínima, y al utilizar solo un amplificador a la salida de los filtros, toda su intermodulación significativa se produce tan solo en esta última etapa.
Este tipo de ecualizadores son especialmente eficaces al manejar muchas senoides simultáneas, por ejemplo en mastering, dado que en esta situación, la presencia de tantas combinaciones derivarían en infinidad de nuevos tonos con relaciones complejísimas.
Desviación espectral
Aquella pérdida o ganancia en alguna zona del espectro, tal y como lo haría un ecualizador.
Distorsión de fase
Se da sobre todo por los condensadores y bobinas presentes en la ruta de la señal. Otra vez, puede ser no deseable, o ayudarnos a abrir la imagen estéreo, suavizar transitorios...
Veamos cómo se comparta el Palmer Monicon.
Ruido
Su nivel es bajísimo, como puede verse al conectar sus salidas a las entradas de una Motu HD192.
Hablamos de unos de 118dBs de rango dinámico.
Distorsión armónica
Como cabía esperar, está presente, pero sus valores son muy bajos.
A 0dBs de atenuación.
Desviación espectral
Cuando usamos el Monicon con pocos o ningún dB de atenuación, su respuesta es muy lineal.
Pero cuando nos acercamos a la zona habitual de trabajo, a por ejemplo 25dBs de atenuación, notamos que ya no es tan lineal.
Además, se observan 0,3dBs de desviación entre L y R.
Distorsión por intermodulación
Podemos observar que la teoría más o menos se cumple, y sus niveles son realmente bajos.
Conclusiones
Barato, sencillo, para toda la vida, sin consumo eléctrico, silencioso, limpio y elegante. Ideal para pequeños estudios.
Solo hace tres cosas: atenuar, silenciar y realizar conversión de estéreo a mono, pero lo hace a un nivel de precisión tan alto que no creo equivocarme al decir que no será el cuello de botella de ningún estudio semiprofesional en lo que a calidad se refiere.
Disponibilidad y precio
El Palmer Monicon se puede encontrar ya en tiendas, a partir de 58 euros.
En tiendas
- Palmer Monicon: 61€ en Thomann
Ingeniero técnico industrial en máquinas eléctricas por la universidad pública vasca, músico, productor y audiófilo. Profesional del mundo sonoro desde el año 2000, y desde hace unos años dedicado al mastering, compaginándolo con la producción, en los estudios Euridia.