DJ

Review del Pioneer DDJ-RR, controlador DJ de dos canales

Veredicto
El DDJ-RR es una buena actualización del controlador DDJ-SR. Añade mejoras como los vúmetros independientes para cada canal, jogwheels de mayor tamaño y con iluminación interior, iluminación RGB para los pads, controles específicos para el sampler de Rekordbox, entradas de audio para el control DVS? y todo ello sin haber aumentado apenas el precio del dispositivo al que reemplaza.

Con la llegada de Rekordbox, Pioneer DJ lanzó al mercado dos controladores de gama alta que se integraban con el software, el DDJ-RX y el DDJ-RZ, que son además versiones ligeramente mejoradas del DDJ-SX2 y el DDJ-SZ respectivamente. Tras estos dos dispositivos Pioneer lanzó el que sería el reemplazo de su controlador para discjockeys de dos canales DDJ-SR, el DDJ-RR, y al igual que en los otros dos reemplazos anteriores Pioneer decidió mejorar las prestaciones y funciones del dispositivo, siendo quizá este el controlador que más mejoras parece haber recibido en su proceso de “reconversión” a Rekordbox.

El nuevo dispositivo ha llamado bastante la atención por sustituir a un modelo con unas ventas bastante buenas, tener un precio en el que es accesible para bastante gente, e incluir una licencia de Rekordbox, así que ha llegado la hora de probarlo y contaros lo que nos ha parecido el aparato.

Concepto y construcción

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El DDJ-RR es un controlador DJ con controles físicos para dos canales más canal de micro, y funciones para controlar cuatro canales virtuales. Está diseñado para integrarse con Rekordbox –programa del que incluye una licencia– y dispone de conexiones de audio para poder usar la función de control por DVS –pagando el DVS Pack– y además puede emplearse según Pioneer como mesa de mezclas, aunque esto va a requerir por mi parte una aclaración en la review. Para su funcionamiento requiere la instalación de drivers tanto en Windows como en macOS.

Por sus dimensiones y peso de algo más de tres kilogramos y medio, el DDJ-RR puede considerarse un dispositivo “portable”. Pioneer adicionalmente para favorecer este concepto comercializa una bolsa de transporte a medida del aparato. Junto con un portátil estándar, la fuente de alimentación, unos auriculares y algunos cables, te encuentras finalmente transportando unos 6.5-7Kg para hacer tu trabajo, lo cual entra dentro de lo aceptable.

El dispositivo tiene una construcción bastante sólida, con una parte superior realizada con aluminio pintado en negro y la parte frontal y posterior en plástico del mismo color con acabado mate. Los potenciómetros tienen recubrimiento de goma, un tacto bastante sólido y su giro es firme. Cada canal de mezcla tiene cinco potenciómetros, tres para EQ, uno para filtro y uno para ganancia; este último por motivos que escapan a mi compresión de un tamaño incómodamente más pequeño que el resto. En cada deck hay ubicados en la parte superior tres potenciómetros y un encoder pulsable para el control de efectos.

Los faders, que son de 50mm, también aparentan al tacto un buen montaje, aunque tienen algo de desplazamiento lateral. El crossfader por su parte es algo mejor de lo que esperaba en cuanto a suavidad, aunque está lejos de servir para algo como el turntablism.

Los pads –8 en cada lateral– son del mismo tamaño que los que montaba la SR, pero en esta ocasión han sido actualizados con iluminación RGB; siguen siendo igual de agradables en cuanto suavidad al tacto y la goma mantiene la misma dureza que todos los pads que monta Pioneer en sus dispositivos DJ, algo que han cuidado bastante bien desde que los empezaron a integrar.

En los jogwheels encontramos otra mejora con respecto al SR, y es que es de mayor tamaño –el mismo que la gama SX-RX– y tiene una iluminación central multicolor. No obstante, a pesar de tener el mismo tamaño que los de sus “hermanos” de cuatro canales, la resistencia al giro es algo menor. La parte superior del jogwheel está realizada en aluminio mientras que los aros laterales son de plástico.

La iluminación del jogwheel es simplemente retroiluminación RGB en la parte central del jog, no hay luces giratorias ni displays. La utilidad está en el color en el que se ilumine la parte central, que sirve de indicador para determinadas funciones según hayamos configurado la unidad. Por defecto estas funciones de color indican el deck que controlamos desde los jogwheels, brillando en color azul cuando controlamos los decks 1 y 2, y pasando a blanco para el 3 y el 4; adicionalmente la luz parpadea cuando quedan 30 segundos de reproducción de la pista cargada en el deck. Esta forma de uso puede cambiarse desde las preferencias de Rekordbox y elegir entre cinco modos adicionales de iluminación: hacer que los cambios de color en la parte central sirvan para reflejar la cercanía a un hotcue –recordemos que Rekordbox permite asignar libremente colores a los hotcues–, que se ilumine en naranja o blanco para indicar que el deck es master o está sincronizado con el otro deck, que se ilumine en rojo para indicar la activación del modo Slip, en rojo o apagado para indicar si el deck está en el aire o no, y azul o apagado para indicar si está en modo Vinyl o no.

Está muy bien que Pioneer haya implementado algo de valor añadido al jog con la iluminación multicolor interior, pero siendo sinceros, lo que la gente quiere tener ahí es el icónico efecto de display giratorio de Pioneer. Por el precio de este dispositivo, podrían perfectamente haber integrado un display interior como el de los controladores DDJ-SX2/RX, y con ello habrían redondeado mucho el producto.

Sobre los jogwheels y bajo los controles de efectos tenemos una tira táctil para la función needlesearch –algo que no estaba en el DDJ-SR–, y en el lateral derecho de cada deck el mismo control de pitch de 50mm que ya veíamos en el DDJ-SR. A la derecha de cada jogwheel tenemos los mismos controles para cargar, grabar y reproducir secuencias con el sampler que Pioneer ha implementado en los controladores que ha lanzado desde finales del año pasado, y bajo estos controles, los mismos para loops automáticos y manuales que llevan unos años implementando.

En cada deck hay alrededor de la parte superior de los jogwheels botones de doble función para hacer ajustes en el beatgrid de la canción, activar el modo slip y cambiar el modo de interacción del jogwheel, activar el sync y elegir el deck master, elegir el rango de tempo y activar la función Master Tempo.

En el área de mezcla vemos que en la parte superior de cada canal hay un interruptor de tres posiciones para elegir controlar entre dos canales virtuales de Rekordbox, o mezclar el audio de una fuente externa. Entre estos dos interruptores tenemos un gran encoder para navegar por la librería musical, acompañado de un botón “back” para retroceder en la navegación, un botón para “tagear” canciones de manera rápida y un botón de carga para cada deck. En el centro tenemos los controles para el volumen master, el volumen de monitores, la mezcla de auriculares y el volumen del sampler.

En la parte inferior tenemos los vúmetros, que mejoran lo que había en la DDJ-SR ya que ahora hay un vúmetro de seis segmentos para cada canal, y doble vúmetro de seis segmentos para el master. No tienen ninguna escala serigrafiada, así que únicamente podremos seguir la regla básica de “rojo-mal”.

En la parte frontal tenemos doble salida de auriculares en TRS y minijack, control de volumen de auriculares, y de volumen de micro. En la parte trasera tenemos la salida master en formato XLR y RCA, la salida de monitores en formato de doble TS, conector de micro TS y una entrada de audio para cada canal en formato RCA, entre estas entradas hay interruptores para cambiar el nivel de las conexiones –de las dos– de phono a línea y otro para activar la función PC-Mix que rutea el audio de la salida master a los altavoces que estén conectados a la salida de audio del ordenador.

Al respecto de estos interruptores, existen imágenes por la red de un prototipo de este controlador en el que en lugar de un sólo interruptor para cambiar de phono a línea, había dos interruptores para setear independientemente el nivel de cada entrada, quedando la función PC-Mix activable sólo por software. Personalmente veo desacertada la decisión de Pioneer de no seguir con esta idea en el producto final y haber dado preferencia a tener la función PC-Mix en un interruptor por encima de poder setear niveles independientemente.

En la parte trasera tenemos también la conexión para el adaptador de corriente de 12v que alimenta la unidad y el conector USB tipo B para su necesaria conexión al ordenador.

En uso

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Hay aspectos positivos bastante destacables del controlador y su integración con Rekordbox. El primero es la excelente respuesta del jogwheel, que tiene una precisión y velocidad de respuesta sensacional; proporciona un control tan directo que da la sensación de que estás usando un reproductor hardware. El tema de la iluminación central no es un mero “adorno”, personalmente encontré útil el parpadeo de luces para avisar del final de canción, y el modo en que avisa con colores de la llegada a un hotcue es interesant si usas técnicas de mezcla rápida en las que empleas los cues como “avisadores” de que deberías ir cargando otra canción, mezclar la siguiente o ir retirando una de las que suena.

La segunda es el sonido, que resulta mejor de lo que esperaba y diría que casi se encuentra a la altura del de los controladores “insignia” de cuatro canales de la marca; mucha pegada en graves, buena apertura estéreo, definición… Y es que las especificaciones técnicas del interfaz son según el fabricante son muy cercanas a las de sus hermanos mayores de cuatro canales: resolución de 24 bits y 44.1 khz, relación S/R de 105db y distorsión armónica inferior a 0.003%. Apenas algo menos de techo dinámico que el RZ y el RX, que tienen 111 y 107db respectivamente. Por otra parte al sonido por auriculares –algo que suele fallar en estos controladores “portables” – no se le puede poner ninguna pega, es bastante potente entre otras cosas por el hecho de que se trata de un controlador con alimentación externa; el hecho de necesitar poner un cable adicional y transportar el transformador, son pequeñas molestias que merecen la pena para obtener el sonido que saca la unidad.

En tercer lugar los controles de mezcla, que a pesar de los mini-controles de ganancia, son realmente fantásticos y tienes igualmente la sensación de estar trabajando nuevamente con algo que no es un controlador. El control de filtro puede asignarse a cualquier otro Sound Color FX –manualmente– de los que ofrece el software, con lo que puedes hacer combinaciones de efectos similares a las que se podrían hacer con un mixer Pioneer.

El control de pitch, dentro de lo malo que tiene el hecho de ser de 50mm, cabe destacar que tiene una resolución aceptable para dicho tamaño, y llega a ser suficiente para poder realizar mezclas “a mano” sin tirar de sync. Eso sí, con movimientos de los controles muy milimétricos y teniendo algo de paciencia para pillarle el “tacto”.

La tira táctil comenzó dejando sabor amargo y terminó resultando satisfactoria. La unidad de pruebas tenía el firmware sin actualizar, y las unidades de la DDJ-RR que salieron de fábrica con el firmware viejo daban precisamente problemas de falta de fluidez en el uso de la tira táctil, o dicho de otra forma, la función de needlesearch iba a trompicones. Tras algo de investigación, actualicé el firmware del aparato y la tira táctil respondió como debía, así que actualmente se puede decir que ese control funciona como debe.

En el aspecto de lo puramente negativo, destacar el hecho de que Pioneer no ha integrado en el dispositivo funciones completas de mixer autónomo. Si bien es cierto que tiene entradas de audio donde poder conectar platos o CDJs, las posibilidades de mezcla se reducen a tener control sobre la ganancia de cada canal, sobre el fader de volumen y el crossfader. Los controles de filtro y EQ no sirven para absolutamente nada, con lo que las posibilidades de mezcla en modo autónomo son bastante poco creativas. ¿Por qué Pioneer ha optado por algo tan limitado? No tengo una respuesta clara, pero imagino que por recortar gastos. Las entradas que incorpora el controlador parecen más destinadas a tener una señal de control para las funciones de DVS, y aprovechando eso quizá se implementó el poder hacer esta mezcla tan básica. Con el ordenador encendido y Rekordbox funcionando, las posibilidades de mezcla de dispositivos externos es completa, ya que obviamente es el software el que se encarga de esas funciones al 100%.

Conclusiones

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El DDJ-RR es una buena actualización del controlador DDJ-SR, añade mejoras como los vúmetros independientes para cada canal, jogwheels de mayor tamaño y con iluminación interior, iluminación RGB para los pads, controles específicos para el sampler de Rekordbox, entradas de audio para el control DVS… y todo ello sin haber aumentado apenas el precio del dispositivo al que reemplaza, situándose actualmente en unos 650€.

Sin embargo Pioneer ha dejado a medias algunas mejoras, como la mezcla en modo autónomo que no tiene control alguno sobre EQ o filtros, o la iluminación interior del jog, que está lejos de ser la función de display giratorio que todo el mundo quiere ver. Y tras probar el aparato uno tiene la sensación de que dichas funciones están incompletas por meramente ahorrar un poco en el coste de fabricación del producto. Es una lástima, porque el resto de funciones del aparato dejan sensaciones excelentes de integración con el software y de calidad de sonido, hasta el punto de que tienes la sensación de que ese pequeño controlador es en realidad un reproductor autónomo.

A pesar de todo, el DDJ-RR es un buen controlador y tiene todo el ADN de los productos Pioneer, es muy buen aparato para pinchar en casa y para pinchar en movilidad. Que tenga un tamaño más reducido que los controladores insignia de la marca y que sea de dos canales no quiere decir en absoluto que sea un controlador “inferior”, se le puede dar un uso profesional y estoy seguro que puede satisfacer las necesidades de gente que trabaja en discomóviles o profesionales que deben alternar entre varios locales a lo largo de su semana de trabajo y deben llevar su propio equipo para pinchar.

Lo mejor:

  • Excelente respuesta de los jogwheels.
  • Buen sonido.
  • Sólida construcción y acabados.
  • En conjunto es una buena actualización del DDJ-SR.

Lo peor:

  • La mezcla en modo autónomo no es completa al no disponer de EQ ni filtros.
  • Controles de pitch de 50mm.
Teo Tormo
EL AUTOR

He trabajado como productor musical y discjockey. Desde hace años investigo y analizo la tecnología musical aplicada al DJ, buscando siempre las herramientas más innovadoras y observando su impacto en la industria musical.

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