Michel André y el sentido del silencio en los océanos

"Al océano lo llamaban 'mundo de silencio' en el pasado y es verdad para los seres humanos, pero tan pronto como sueltas un micrófono en el agua, este mundo de silencio se convierte en una cacofonía de sonidos" – Michel André

El mar es uno de los más fascinantes misterios, no solo por lo vasto y desconocido que es visual y tangiblemente, sino también porque en la invisibilidad y lo efímero de lo sonoro, guarda consigo todo un universo nuevo, lleno de asombrosos fenómenos, especies, y claro está, sofisticadas formas de comunicación entre estas, como es bien sabido por ejemplo con respecto a las ballenas y los delfines.

En el mundo de la grabación de campo y la investigación bioacústica, el paisaje sonoro del mar es un elemento de suma importancia, un mundo realmente ancestral que no solo asume como un misterio a descubrir, sino como un entorno conflictivo donde además se encuentran las consecuencias de no estar atentos al entorno sonoro del mundo marino; las consecuencias de no detenernos a explorarlo y conocer realmente cual es la dinámica de esos complejos ecosistemas. En este sentido la tecnología se vuelve un arma de doble filo, en tanto por un lado permite el desarrollo de nuevos métodos de grabación, análisis y exploración de sonido, pero por otro, puede convertirse en una pavorosa herramienta de destruccción.

En el caso del mar, la explotación que ha realizado la industria es abrumadora, afectando radicalmente los ecosistemas marinos. Si bien esto se ha trabajado ampliamente en la ecología y la biología en varios aspectos, el asunto sonoro se ha dejado de lado en cierto sentido, teniendo esto consecuencias nefastas para las especies que habitan estos territorios. Para ello se vuelven necesarias propuestas que no pretendan condenar la industria y la tecnología, sino que tomen consciencia de las problemáticas que estas implican y las consecuencias que tiene el uso de determinas construcciones humanas, haciéndose así más sostenibles.

Para ello, se hace relevante resaltar el trabajo de personas como Michel André, especialista en bioacústica marina, profesor de la Universitat Politècnica de Catalunya y director del Laboratorio de Aplicaciones Bioacústicas, quien se ha dedicado por varios años a explorar el entorno sonoro bajo el agua, desarrollando interesantísimas investigaciones que lo han llevado a ser un pionero en el desarrollo de tecnologías que contribuyan a mejorar las condiciones sonoras del mar profundo, permitiendo resolver problemas de polución y ruido, evitar muertes animales, y además conocer las fascinantes formas de interacción de las especies marítimas, que revelan un universo que aunque oscuro e invisible, es hermosamente sónico.

Pero basta de hablar tanto, cuando tenemos al mismo André para contarnos más, en una reciente charla TED que realizó en TEDxValladolid, donde brinda más detalles acerca de su trabajo, además de permitir la escucha de grandiosos sonidos.