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es el primer tiempo donde escibir y saber querer conocer y esperar

palindromo sin mente

Empizo con este weblog versado en mis idas de olla

El 2005 ha sido un pequeño aspirante a infierno. Un "pack" nauseabundo con su propia muerte incluída, y un paquete de depresivas heridas, duras de cicatrizar.

Hay poco que salvar en esta travesía de 365 malos rollos. He sido un naufrago en los mares de los sueños baldíos, y perdidos.

Pero entre el hundimiento de mis emociones y aspiraciones, he rescatado cosas, pequeños momentos o fragmentos que me han ayudado a seguir adelante.

Este final y principio de año, me ha servido para tener un mínimo de esperanza. Pero no hay lugar ni tiempo para sentimentalismos.

Estas semanas vacacionales, la hierba ha vuelto nocturnamente; su naturaleza profunda pero confusa, ha condimentado películas y programas de televisión; también el monitor del ordenata, entre parametros de un mal preset.

Sí, he vuelto a fumar tras bastante tiempo, y realmente, me ha servido para constatar que no soy adicto a la hierba, ni me obesiona especialmente, pero que al mismo tiempo a veces me puede llevar a pasear por jardines absurdos pero felices, muy alejados de la metrópolis.

Empieza ya el 2006, y no puedo evitar mirar atrás, para pensar en que tal vez ahora, pueda dejar de caer de mi cutre pedestal. Y pueda seguir mi camino, buscando un pedazo de ilusión. Un pedazo de ilusión, en mundo color miedo.

Aunque la música dejó de motivarme hace meses, sigo teniendo una cierto respeto por ella. Sigue llenándose el HD de audio poco trabajado, de sonidos de sinte agotados, de fragmentos de piano ambiciosos pero débiles, y de ideas, letras y grabaciones de voz muy mejorables, aunque llenas aún de sentido.

El 2006 será no nos engañemos, un año transitorio y tal vez extraño, pero ya me conformaría con ello.

Que tengais todos un buen año.

:martini:

Mi Hispagina

..que tengo ganas de que le mungo me conosca y escuche mi musica, bue, como todos los que estamos en esta pagina, pero escuchenlos igual ,capaz que a alguien le gusta. y mi pagina es esta saludos a todos y a todos los que vean en la calle. :peace: :peace: :peace:

creo que los preloads (los ritmos predeterminados) son un limitante para la creatividad, me parece interesante la idea de camputa del groove humano, lo cual genera en la musica, que de por si esta bien expuesta a todo genero y a toda intencion, a crear cosas realmente nuevas fuera de tendencias y de madurez musical

Hola a todos los que leáis este weblog. Soy Eli, el responsable de este espacio de mp3. Gracias por escuchar algunos de estos temas y si keréis dar vuestra opinión o sugerencias serán muy bien recibidas. Un saludo

Aviso importante: Las opiniones vertidas en este weblog son completamente subjetivas y el autor no se hace responsable de interpretaciones al pie de la letra.

"Illinoise" de Sufjan Stevens es el álbum de pop más admirable desde el "Ok computer" de Radiohead. Se han hecho buenas cosas en estos casi diez años, pero ninguna había sido capaz de igualar el ya citado en crear canciones inmortales, esa magia que rara vez aparece y las eleva a la categoría de sueños, melodías que llegan y se quedan para siempre.

Stevens se ha propuesto crear una serie que pretende abarcar cada uno de los estados de Estados Unidos, siendo ésta la segunda parte de la proeza. Tal ambiciosa tarea describe bien la original personalidad de este genio y la complejidad de su trabajo.

"Illinoise" es impresionante. Imagina a Phillip Glass pasándose al pop o a Belle and Sebastian yéndose de picnic al campo un domingo por la mañana. El disco consta de 22 cortes, pero que mantienen una línea melódica común, convirtiéndole en una especie de opera rock a lo Ziggy Stardust, pero sin sus Arañas de Marte. Más bien acompañado de los Caballos de Texas.

Aunque es un trabajo variado, provisto de una instrumentación tan espectacular como compleja (violines, cellos, trompetas, banjos, vibráfonos, acordeones, coros vocales y muchos más se dan cita), está muy arraigado en las raices del folk norteamericano, no sólo en lo musical sino en lo literario. Sufjan Stevens se ha documentado leyendo a autores originarios del estado, consultando enciclopedias, se ha adentrado en las calles y ha contado surrealistas historias de la gente del lugar.

Es difícil hablar de discos como éste, tan perfectos y maravillosos, tan ambiciosos y con el toque naive de los grandes genios, tan emocionantes y a la vez cerebrales y estudiados al milímetro, de una creatividad desbordante. "Illinoise" son 75 minutos de pura magia.

Sólo nos queda esperar su siguiente álbum y cruzar los dedos para que no nos encontremos ante un nuevo Jeff Buckley flotando en el río Mississippi.

Largo viaje en el valle del Rio Rojo, ventanas negras y chicas colgadas de telas de araña.

Musas prematuramente ajadas enfilan el camino hacia el cuarto de baño, comparten muerte. Belleza extraña tantas veces olvidada, puntos de acceso a extraños pensamientos acelerados y artificiales. La Dama Blanca toma el control de la verdad y transforma el agua en vino, como por arte de magia, de magia falsa que se desvanece tan pronto la noria hace su primera parada.

Sin preguntas, una mirada cómplice basta, un leve gesto asiente y vuelta a empezar; el inexorable bucle de la noche azul que da paso a la infame mañana roja.

Este es uno de esos discos que no deberian venderse sin receta medica, "no reproducir a volumen muy alto, las orejas pueden despegarse del craneo". Es un trabajo excesivo, extremo, entre John Coltrane y cualquier barbaridad que el krautrock haya parido, y demostrando que son paisanos de Merzbow.

El grupo liderado por Otomo Yoshihide, que tambien consta de dos percusionistas, un shemisen y el saxo de Kikuchi Naruyoshi, el verdadero protagonista de todo esto, no se cortan un pelo. Llevan a lo imposible las versiones de una serie de temas "clasicos", mitos de la vida musical de Yoshihide y destrozan cualquier predisposicion del oyente a oir algo comun.

Ground Zero no son comunes y para darse cuenta de ello solo hay que escuchar las "interpretaciones" de canciones como "El derecho de vivir en paz" de Victor Jara, "Those were the days" (el corte imprescindible del album) de Raskin o "I say a little prayer" de Burt Bacharach. La fuerza de su musica llega a acercarse incluso a la pista del gran James Chance, otro adelantado de su tiempo. A veces caen en las redes del rock progresivo como reencarnandose en Ammon Duul, ese grupo de rock que quiso ser mas raro que nadie alla por los setenta.

Tras la primera escucha a este trabajo intrepido de versiones asombrosas, uno solo quiere volver a escucharlo, sufrir la misma experiencia dolorosa para los oidos (aqui hay ruido, y mucho)y averiguar que se esconde detras de esta locura. Y como los medicos hubieran recomendado, escuchando a un volumen moderado.