Magacín (página 95)

Según cuentan en Red Panal, el gran músico brasilero Hermeto Pascoal liberó toda su música y comenzará por estos días el proceso de subirla a internet para dejarla a disposición de quien quiera descargarla.

Pero esto no significa solamente que va a poner sus discos disponibles para descargar y utilizar sin cargo, sino que abrió las licencias y liberó para uso de cualquier músico todas las composiciones registradas en su nombre.

La música libre es aquella música que está en dominio público o protegida por una licencia libre, al estilo de la Licencia Pública General, o la licencia BSD que ampara a una parte del software libre.

Con esta decisión, Pascoal sigue fiel a su filosofía de Música Universal, que define como "la música que presenta la mistura de pueblos, de ideas, de tendencias y de todo lo que incluye sonido. Así como el viento y el aire que respiramos es el mismo, las nubes que acumulan el agua que llueve y que después tomamos son las mismas en todo el mundo. La música no tiene fronteras, como esas cosas que mencioné".

Gonzalo Alonso es mexicano, vive en Buenos Aires y fue, hasta hace unas semanas, el responsable de Google para América Latina. En este vídeo de un cuarto de hora, elaborado por nuestro compañero argentino Damián Taubaso, le preguntamos su impresión acerca de la industria de la música, si piensa que un modelo como el de Google en China (descargas por publicidad) puede funcionar, y qué le aconsejaría a un músico para comenzar a desarrollar su carrera: si vale la pena buscar el firmar un contrato con un sello discográfico, o comenzar de forma independiente.

Midimusik fue uno de los primeros establecimientos dedicados en exclusiva a la informática musical en España. Recientemente, abrieron sus nuevas instalaciones en la calle Doctor Marañón de Mislata, en Valencia. Y nosotros estábamos allí, el día de la inauguración, para filmar con detalle el pequeño museo de la informática musical que está expuesto en la tienda de forma permanente.

Este encargo es fácil.

Con la participación de especialistas de 14 países de Europa, Asia, Oceanía y América, del 23 al 27 de marzo se desarrollará en México el Foro Mundial de Ecología Acústica, bajo el título "Megalópolis sonoras: Identidad cultural y sonidos en peligro de extinción".

El encuentro permitirá a destacados profesionales del sonido exponer las investigaciones más recientes en torno a la ecología acústica y el paisaje sonoro, además de reflexionar sobre el hábitat sonoro en las ciudades y trazar plataformas que resulten en programas de investigación sobre el comportamiento acústico, e incluso en la creación de políticas públicas y legislativas que tomen en cuenta la influencia decisiva del sonido en la vida cotidiana.

"La idea es intercambiar experiencias en cuanto actividades y políticas públicas que se han realizado en otros países para mejorar los entornos acústicos, entonces, el objetivo es dar a conocer el Foro Mundial de Ecología Acústica y hablar sobre las megalópolis sonoras, que es el tema, y a partir de aquí generar políticas públicas en materia de ecología acústica", destacó Lidia Camacho, directora de la Fonoteca Nacional de México.

Como no sólo de producir, editar, mezclar, grabar y componer vive el hispasónico, aquí les proponemos una serie de juegos de esos que se encuentran online y que pueden traer horas de entretenimiento y diversión.

Algunos son más sofisticados que otros, pero todos tienen un elemento en común: la música.

Cuenta la leyenda que en la década del '30 o del '40, los grandes bateristas de jazz enterraban los platillos nuevos en tierra húmeda por un tiempo, para lograr un mejor sonido. Algunos dicen que esto acelera el proceso de envejecimiento natural del platillo, al actuar de forma corrosiva sobre el mismo. Algunos también dicen que esto los arruina completamente. Lo cierto es que la leyenda existe hace años, y siempre alguien conoce a otro que es amigo de uno que enterro los platillos y no sabes lo bien que quedaron. Según el vicepresidente de ventas de Sabian Peter Stairs, la compañía recibe cientos de consultas al año sobre el "envejecimiento de los platillos por enterrarlos en la tierra." Por lo tanto, la firma ha decidido tomar cartas en el asunto, y ha hecho justamente eso: enterrar sus platillos. Y ponerlos a la venta, claro.

Enrique Dans se hace eco de un post de Michael Arrington en TechCrunch: "Big music will surrender, but not until at least 2011".[...] La industria de la música, a estas alturas, ha entendido ya perfectamente que no existe ninguna posibilidad de seguir cobrando por la música grabada, porque hacer una copia ya no vale nada, y está simplemente esperando a tener a la mayoría de artistas atados mediante contratos 360º que le permitan extraer beneficios de todo lo que hagan éstos, sea una actuación en público, ventas de merchandising, participación en un fan site, una esponsorización, un anuncio, o cualquier fórmula que esté aún por inventar. El sistema actual se revertirá: a estas alturas, existen ya múltiples sitios de streaming que pagan a las discográficas por el derecho de uso, pero que pasarán a recibir pagos de la industria musical a cambio de promocionar a sus artistas. La música grabada será simplemente una inversión en marketing, una forma de llegar al público para que éste quiera gastarse dinero en otras actividades relacionadas.El artículo completo, en el blog de Enrique Dans.

Mirar a la cara del que habla no sólo es de buena educación: una investigación hecha en Estados Unidos demuestra que leer los labios puede ayudar a escuchar mejor en medio de un entorno ruidoso. La prueba fue realizada con voluntarios con una audición completamente normal, quienes han confirmado que nuestro cerebro es capaz de integrar perfectamente ambas informaciones, la visual y la sonora, para facilitar la comprensión. El estudio, que salió publicado en la revista PLoS ONE, asegura que la comprensión de un mensaje en un ambiente ruidoso mejora si va acompañado de un estímulo visual.

Decía el abogado David Bravo ayer en su blog:Cuantos más contratos discográficos leo, más me sorprende que no prevean los latigazos que recibirá el artista si llega tarde a las plantaciones de algodón. Decir que son abusivos es, hoy en día, una obviedad aceptada casi pacíficamente. Los que no lo saben, lo intuyen.[...] En virtud de los contratos discográficos [...], cada seis meses el artista recibe una carta de la discográfica mediante la que le pagan sus royalties por los discos vendidos durante ese semestre. A su vez, el artista manda una carta a la discográfica con la que le paga a ésta el porcentaje que ahora le ha de abonar por conciertos. Pues bien, como cada vez se venden menos discos, la cantidad que recibe el artista va decreciendo paulatinamente, mientras que, como se dan más conciertos, la que recibe la compañía tiende a aumentar. [...] Ahora [los artistas] no cobran poco por su trabajo. Ahora pagan.