#2
Es difícil dar una respuesta corta y sin abundantes
off topics cuando se trata de comparaciones. Conozco bastante bien ambos programas y los uso de manera habitual de modo que se de sus virtudes y sus defectos, de qué es más rápido en uno y más en otro. Al final Dorico y Sibelius tienen un código base ideado por los mismos ingenieros y ciertas pegas se reconocen por igual en uno y otro.
Mikolópez escribió:
as líneas de gliss., portamento, slide, etc. magnéticas las implantó Musescore antes que Sibelius si no recuerdo mal.
Quien innovo en la maquetación magnética fue siempre Notion. Hasta entonces se reconocía natural tener que ir apartando a mano todo objeto que colisionaba. Notion nació como un programa sencillo que escribía partituras orquestales estándar de manera limpia y rápida. Además sonaba infinitamente mejor. Así que Finale y Sibelius se pusieron las pilas.
Mikolópez escribió:
Trata de hacer esto en Sibelius, verás qué risas:
No lo veo tan diferente en Sibelius. Simplemente que al cruzar la nota de pentagrama la línea necesita un pequeño empujón, en cuanto se lo das se sigue comportando magnéticamente. (lo de si es bueno ocultar o no el silencio se discute más tarde)
¿Lo resuelve mejor Dorico? Si y no. Si, ya que la línea sigue a la nota que cambia de pentagrama. No, ya que ocultar los silencios de compás no es la situación ideal en música polifónica como una fuga.
Mikolópez escribió:
cambiar una nota al pentagrama superior (o inferior) no oculta el silencio de compás
Si se quiere crear el primer compás de la notación de una fuga a 4 voces siguiendo la estructura y con cruce de pentagrama como en esta, recrear la notación típica de silencios por voz de compás requiere trucos algo laboriosos en Dorico. Mejor en notaciones de arpa o arpeggios a la Debussy, pero no tan ideal en la música polifónica.
Dorico se comporta con las ligaduras de fraseo cuando hay notas que cruzan el pentagrama. Pero tampoco es infalible yo me he encontrado con decenas de situaciones en las que hay que tirar del gancho a mano como en Sibelius. En algunas partituras supone cambia cientos de veces al modo Diseño para ajustar. Trata de editar una partitura como Málaga de Albéniz y descubrirás que tienes que tirar de pulso tanto como en Sibelius.
O los famosos nudos de barrados que se supone Dorico evitaba. Siguen apareciendo con la pega de que el workaround en Dorico ya no es tan sencillo al no disponer de líneas o ser tan sencillo ocultar los barrados.
En mi particular experiencia con ambos programas he emprendido proyectos largos y ambiciosos en Dorico que aún no puedo dar por terminados y que finalmente tengo que llevar a Sibelius vía musicXML para ciertos detalles. Un ejemplo un tanto particular y poco frecuente que se resuelve con rapidez y facilidad en Sibelius y que es bastante truculento en Dorico. Se trata de una edición URTEXT de un método de improvisación del siglo XVIII. En este ejemplo de preludio la notación de adorno (pequeña) lleva ligaduras a las notas de la notación grande. Dorico resuelve excelentemente el cruce de la nota inferior del acorde que en Sibelius requiere ocultar los silencios. (Aquí el criterio Dorico funciona mejor) pero las ligaduras ya es otro cantar. Las de nota de adorno a nota real dan algún problemilla (la del primer compás se resuelve seleccionando ambas cabezas, lo que no siempre es fácil en determinados niveles de zoom)
Lo que ya es imposible es tener dos cabezas diferentes o de diferentes tamaños cuando una nota está ligada. Para Dorico son la misma nota y lo son en todas sus propiedades. O pequeña o grande, pero no ambas cosas.
Así lo resuelve Sibelius, totalmente fiel a la edición original.
Y así no lo consigue Dorico, se queda cerca, pero no llega. (Al final hay workaround o truquillo, pero no es nada natural, corto o intutivo)
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En respuesta al reto de la velocidad en la maquetación puedo proponer un "Intenta hacer esto en Dorico y verás que risas"
Para hojas de ejercicios o ejemplos de este tipo hay que hacer un montón de visitas al modo Maquetación y Configuración. Dorico no oculta los avisos de cambio de compás y tonalidad así que si quieres una escritura limpia con pentagramas partidos tendrás que dividir las cosas en Flows. Si quieres dos flows en la misma línea tendrás que ir a Maquetación, activar los marcos y dibujar marcos estableciendo la cadena correcta para los ejemplos.
Si quieres un espaciado particular tendrás que desactivar los marcos y activar el botón espaciado de notas. Con la pega de que no permite arrastrar las asas con el ratón, sino que deben se desplazadas golpe a golpe con Alt+flecha...
En lo que has maquetado toda la página en Sibelius no te ha dado tiempo ni a diseñar los primeros marcos.
Cada programa tiene sus puntos fuertes y débiles. Ni Sibelius, ni Dorico, ni ningún otro se libran de ellos. Dorico es ahora como una nueva amante. Al principio todo es de color de rosa y perfecto, los defectos se perdonan fácilmente. La novedad puede con todo. Pero la rutina saca a relucir los defectos, las debilidades y los detalles desesperantes.
Yo personalmente me quedo con los dos, no soy nada monógamo en esto. Realmente con los tres, MuseScore también me gusta. Primero para evitar la rutina. Paso muchas horas a la semana editando partituras y me saca de la rutina cambiar la interfaz y la mecánica de trabajo. Segundo por que en función de las características del proyecto me apetece o me parece mas cómodo hacerlo en uno o en otro. Incluso a veces editarlo en uno para terminarlo en otro utilizando musicXML.
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Mikolópez escribió:
No celebro la política comercial de AVID(os)
Abundando más aún en el off topic comparativo
Defectos compartidos por los departamentos comerciales de todas la compañías de software (y más cosas) De AVID ya hemos hablado muchas veces, pero ya que sale Dorico y por alusiones yo tengo mis particulares quejas con la política comercial de Steinberg.
1.
Licencias. Los principales editores de partituras que conozco permiten instalar el programa en dos ordenadores de tu propiedad. El sistema de gestión de licencias de Steinberg solo permite uno o, en caso de necesitarlo en más, utilizar el artilugio molesto y de calidad pésima llamado USB eLicenser. Si lo pierdes o lo olvidas, adiós a las licencias, que cualquiera puede usar en nombre tuyo, y bienvenido a la guerra con el servicio técnico para recuperar la licencia de uso que te corresponde legítimamente. Hasta cambiar de ordenador es un dolor de cabeza. Mientras recuperas el uso de la licencia, a congelar la inspiración o las prisas por acabar un trabajo.
2.
Versiones "demo" o "reader" Dorico, al contrario que Sibelius o Finale no tiene un modo demo que no permite grabar. Si te olvidas el USB eLicenser no solo no puedes editar nada, sino que no puedes abrir el trabajo que tengas hecho. Esto es un desastre en entornos educativos. Yo lo he sufrido varias veces. Olvidar el USB y no poder utilizar nada del trabajo que tenía planeado. Sibelius ya no solo permite abrirlo en modo demo, reproducir la partitura, hacer anotaciones y cambios sin guardar. ¡Además te permite imprimir la partitura! Imagina que llevas un examen al conservatorio para imprimir y te olvidas el USB eLicenser. Con Dorico no tienes nada que hacer si no has guardado en PDF, con Sibelius First podrás imprimirlo sin problemas.
3.
Versiones recortadas Dorico Elements vs. Sibelius (antiguamente First) Dorico Elements es un programa excesivamente limitado para su precio y gama de producto. No tiene absolutamente nada del modo Diseño de Dorico y no es posible editar colisiones, ligaduras mal dibujadas, cambiar espaciado de pentagramas o notas, o crear cadenas de marcos y flows. Es normal que esté limitado, pero ¡¡tanto!!. Hacer documentos con texto y música es poco menos que imposible. El único modo es con May+X y la posición del texto es errática al no poder ajustarla en el modo edición. Si el texto se coloca a 5cm del pentagrama, ahí se queda sin posibilidad de moverlo. Sibelius (antiguo First) permite dividir sistemas, maquetar de manera avanzada páginas con texto, cambiar espaciado de notas y pentagramas,... una diferencia abismal con Dorico Elements. Este se parece más a Sibelius First, el nuevo y gratuito, que a una versión menor de un programa grande. Demasiadas limitaciones, además del problema de licencias.
Aunque Dorico no tiene un sistema de subscripción sus actualizaciones son anuales. Si hay un bug o una función "imperfecta" esta se queda congelada en la versión anterior y hay que pagar la actualización para obtener la solución. Es más libre que el sistema de subscripción, pero comparte una cierta presión al cliente no tanto para las nuevas funciones, sino para la solución a los bugs de la versión cuya licencia ya posees. Si solucionan algunas de las cosas que apunto más arriba y no las incluyen antes de la última actualización de Dorico 2, solo podrás acceder al correcto funcionamiento pagando la nueva versión. Lo que básicamente te lleva a depender de un sistema de subscripción encubierto.
Extendiendo más el
off topic creo que la legislación debería obligar a los fabricantes, también a los de software, a incluir actualizaciones más allá del lanzamiento de una versión nueva. Entra en el periodo de garantía de producto (claro que ellos se escudan en que venden licencias y no dispositivos) de 2 años o de solución de defecto oculto. Esto lo inauguró Apple con su costumbre de dejar unos bugs molestos en la última versión de sus sistemas operativos de modo que te sientas tentado a actualizar el ordenador o el iPad para no sufrir esas molestias.
Lo dicho, los departamentos comerciales son todos bastante ávidos, no solo en AVID. Perdón por la extensión y el off topic.
Pienso que puede dar una visión más completa a los poquitos interesados en estos temas que se pasan por aquí.