Cierto, para los que vivimos aunque fuese fugazmente la guerra fria, el hongo nuclear nos inspira un profundo pavor. Yo recuerdo pasar una época de angustia cada vez que me acostaba pensando en que amanecería en plena guerra nuclear. Pero hay que reconocer que, desprovistas de todo lo que implican, las fotografías tienen una belleza irreal.
Yo soñaba incluso con la invasión desde el cielo de columnas interminables de fuerzas aerotransportadas soviéticas: helicóptero tras helicóptero soportando blindados, como una escuadra entosuficiente, pilotados por soldados con rasgos asiáticos...jodeererrrr.
Y por el el inefable contramodelo de la vejez.
Buf, los Ecolapios; ahi si que podrían encontrarse auténticas imágenes del mal. Lo que ya no tengo tan claro es que fueran bellas.
¿Tú también fuiste de "piedad y letras"?
Por suerte (o desgracia, según se mire) mi abuelo fue rojo y luchó contra el levantamiento, de manera que mi familia tenía alergia a los dos grandes poderes de la época: ejército e iglesia.
Yo, no tengo mayor adhesión a la orden y ni asisto a movidas de exalumnos, (que entre otras cosas soy un exiliado de miciudad); pero te diría que estos eran cosa aparte: bastante menos ñoños que otros, nada que ver con jesuitas, por ejemplo y, vamos, la fe que infundieron...con decirte que tengo la chorra curvada al revés de lo aconsejable de estar empalmado en misa y para que no se me notara apoyar mi miembro en el reclinatorio del banco de delante para que no se me notara...
Pasé unos años pensando sólo en sexo, motos y guitarras (como muchos de los que reprendo del foro actualmente); luego, al empezar la carera, me dio por pensar algo, ya no íbamos a misa, pero la curva ya era imposible de corregir...
Tengo un buen amigo que fue a los jesuitas y me cuenta que habían dos aularios diferenciados que salían al recreo incluso en horarios distintos para no coincidir en nada. En una ocasión le preguntó a un profesor que le dijo, en pocas palabras, que no querían mezclarlos porque eran hijos de ricos que estaban destinados a ser algo importante en la vida.
La gestalt lo llama él. Me parto la caja cuando me cuenta anécdotas de los jesuitas y sus gamberradas.
Si se abre un hilo sobre gamberradas en el colegio puedo contar cosas espeluznantes. Tengo un amigo que fue a los Jesuitas y no tiene nada que ver con los Escolapios: tiene una moral de auto castigo y de sacrificio que no nos transmitieron a nostros jamás (ni lo intentaron, que también nos quisieron inculcar modelos plausibles como la paternidad responsable y la sexualidad generosa y ya ves...).
A mi amigo le dejó su mujer hace un par de años, precimaente es psicóloga y le ha dejado por otro psicólogo, enciam gestaltiano..y luego dicen que somos los hombres los que tropezamos varias veces en la misma piedra.