El primero sigue siendo Cubase con mucha diferencia, más allá de toda moda, un estándar de la industria. Luego Ableton, FL Studio, Logic y Pro Tools, casi a la par. Actualmente el sexto en cuestión es Reason, en tierra de nadie, bastante por encima de los siguientes, y a una distancia significativa pero salvable de los arriba citados.
Estamos hablando de España... así que esa distancia quizá sea un poco más recortada en otros países donde no se vea como una ofensa el tener que comprar un programa musical para poder sacarle partido.
Y es que los peores números de Reason en cuanto a popularidad han venido por su para mi punto de vista diría que acertada insistencia en no basarse en VSTs, por la gran dificultad de encontrarlo actualizado sin pasar por caja, por la quizá excesiva complejidad para algunos de su filosofía después de la tendencia marcada por Ableton, y porque Reason 8 creó tal desavenencia entre sus propios seguidores que los perennes archienemigos de Reason, esos que en su día no fueron capaces de hacer las grandes obras musicales que soñaban sólo con el entonces programa musical en boga, y que asocian sus años mozos más ineptos con limitaciones imaginarias de toda índole del programa, vieron la puerta abierta para colarse a trolear a la mínima ocasión cada nuevo aspecto del DAW del estudio sueco, en vez de dedicarse a hacer esas grandes músicas que no pudieron hacer con Reason con sus nuevos programas de moda. Pero debe ser que Ableton también tiene sus limitaciones, o todos esos trols de la tecnología musical estarían entusiasmadamente obstinados en su empeño musical de la mano de esos otros DAWs, en lugar de perder el tiempo diciendo lo que no se puede hacer con Reason.
La manía que le tienen es fácil de explicar. Y que sea fácil habla mal de los que sufren de esa manía, claro. Reason es diferente, les resulta atractivo, pero a la vez lo han deshechado, ya no forma parte de sus planes musicales, y por tanto, lo denostan. Es como el imbécil que tiene que poner a parir a una ex para poder rehacer su vida.
Usar un DAW u otro siempre será cuestión de gustos, oportunidades, facultades, coincidencias... Cualquiera de ellos puede servir para cualquier cosa. Surgirán nuevos DAWs y tecnologías musicales, y los viejos estudios virtuales se irán adaptando a las nuevas tendencias para sobrevivir. Ableton pasará de moda, y tendrá que adaptarse. La competencia dentro del mundo de los VSTs es grande. Hace pocos años nadie imaginaba que Pro Tools dejase de ser la opción obligada para la mezcla y masterización profesionales. Hoy en día hay artistas que producen todos sus álbumes sólo con Ableton. Reason no tiene que competir con ellos. Sigue su propio camino, bien como estudio con filosofía propia, bien como complemento perfecto de los basados en VSTs. Y no es que un Ableton no haya refrescado el panorama de los DAWs con nuevos y frescos planteamientos, pero no tiene su propio nicho.
Pero resumiendo, lo que quería decir es que, en el peor momento de popularidad del rack virtual sueco, la diferencia entre los DAWs más punteros y Reason no se ha hecho tan grande. Reason sigue ahí, al margen de modas y de tonterías. Y la novena encarnación del programa, más allá del mediocre subjetivismo expresado por ex maridos frustrados, tiene, ahora sí, una pinta alucinante.