La spacemusic no es un subgénero de la new age, como aparece en la wikipedia. La new age fue un movimiento cercano al hippismo y las filosofías meditativas occidentalizadas en los años sesenta, donde se usaban instrumentos acústicos folkloricos y primitivos. La confusión viene porque en los años ochenta, el sello Private se apropia de esta marca para vender su catálogo. Los que no conozcáis Private Music debéis saber que fue un sello muy ecléctico que publicó desde Tangerine Dream hasta Andy Summers, pasando por Suzanne Ciani o Etta James.
La spacemusic surge en un momento determinado gracias a la confluencia de varios factores. El primero es la consolidación del sintetizador como instrumento capaz de llevar el peso de toda una obra musical. Esto sucede a finales de los sesenta y principios de los setenta. Es una época donde la tecnología despierta un fuerte interés: desde el alunizaje en 1969 hasta la llegada al mercado de equipos de sonido de alta fidelidad que permitían correr más riesgos en las mezclas comerciales, así como la aparición de la figura del audiófilo (sic).
Fue una década pintoresca, con varias series populares de ciencia-ficción y space operas. Hubo una inmensa oleada de avistamientos ovni que quedó reflejada en la prensa. La guerra fría. La amenaza del apocalipsis nuclear. La crisis de los misiles; del petróleo. La contaminación imparable...
Otro factor es la biografía musical de los autores que inician el género. Básicamente provienen del rock progresivo y la psicodelia. Es un caldo de cultivo interesante. De ahi que la duración de las piezas sea normalmente extensa y tengan un carácter progresivo.
Es importante también que, dado que los sintetizadores han sido montados tradicionalmente sobre teclados, los músicos de spacemusic provenían del mundo del teclado, ya fuera desde grupos de rock (Larry Fast, Vangelis) y/o formación clásica (Mort Garson).
No confundamos tampoco el ambient con la spacemusic. El ambient es un término acuñado por el autoproclamado (y nunca suficientemente valorado) no-músico, Brian Eno. El ambient son las antípodas de la spacemusic, sin apenas desarrollo, ni melodías, ni elementos rítmicos. Que compartan una base electrónica no los convierte en hermanos.
Bueno, tampoco quiero dejar un ladrillo, así que os dejo algunas referencias interesantes de spacemusic y que cada uno investigue por su cuenta.
Los álbumes que más han trascendido, por su calidad y comercialidad, son Oxygene y Equinoxe. Jarre es un maestro de la música pop. Si no habéis escuchado estos dos discos, es dificil que podáis componer piezas spacemusic.
Vangelis tiene otro par de buenos discos: Albedo 0.39 y Spiral.
Para los aficionados al rock progresivo, Synergy es la referencia absoluta. Su disco Electronic realizations for rock orchestra es un claro ejemplo de spacemusic progresiva. Pascal Languirand, gracias a una recopilación de sus discos Minos y De Harmonia Universalia, tiene otra buena producción de spacemusic progresiva.
Para los más "blanditos", la spacemusic también se ha fusionado con el buen rollito new age de Private Music, dando lugar a discos como Seven Waves de Suzanne Ciani o Moonwind, de Wavestar.
Cómo no, la spacemusic también tiene fusiones interesantes con el ambient. Michael Stearns es un claro ejemplo con Planetary unfolding o Encounter. Erik Wollo firmo un disco muy chulo titulado Silent Currents. Y Klaus Schulze, más cercano al trance, nos dejó su Timewind.
Tangerine Dream son claramente berlineros (Berlin School), pero tienen alguna referencia interesante, como Atem y en menor medida Ricochet.
No quiero olvidar a Brian Eno, cuyo disco Apollo participa profundamente en el espíritu de la spacemusic.
En España hay también gente con discos destacables, como Neuronium (Heritage, Digital Dream) o Fernan Birdy (Spacemusic).
En fin no quiero agobiar más; hay un montón de spacemusic por descubrir, así que lo dejo al capricho de vuestra inquietud.