Almeida @bufetalmeida escribió:
Esto ha dejado de ser un estado de alarma para convertirse en un golpe de estado. No se puede calificar de otra forma la ruptura abrupta del orden constitucional con suspensión ilícita de derechos fundamentales.
Carlos Flores escribió:Cada día que pasa es más evidente que vivimos en un estado de excepción bajo la apariencia de uno de alarma. Aunque en un principio el hecho causante cuadraba con la hipótesis de un estado de alarma por una pandemia, el hecho es que las medidas que se han tomado y cada vez más, con cada nuevo decreto, son de un estado de excepción, donde hay derechos limitados como la libertad de circulación. Incluso se ha suspendido el derecho al voto (elecciones gallegas y vascas) que ni siquiera caben en un estado de excepción. La libertad religiosa, la praxis del culto, está de facto suspendida por acciones de las fuerzas policiales inspiradas desde arriba. Estamos en un estado de facto de excepción disfrazado como alarma y se suspenden los derechos sin las garantías recogidas. La declaración del estado de alarma no recoge un decreto de sanciones propio y se aplican las de las leyes. Existe indefinición y un grave atentado a la seguridad jurídica. El estado de excepción es más gravoso pero más garantista porque interviene el Parlamento que debate y vota las medidas, en una situación de alarma decide el Gobierno.
La pandemia ha cogido a todos de improviso. Ahora bien no es menos cierto que un gobierno debe anticiparse. Cuando todo se utiliza como excusa para incrementar sus atribuciones estamos ante una coartada. Pedimos el estado de alarma y gobernamos por decreto. Si lo hubieses previsto un mes antes se hubiera hecho de otra manera. A mí los gobiernos que esperan al último minuto para tomar decisiones y argumentan esa urgencia me parecen tramposos e ineficaces. Hay un nivel preocupante de hostigación, cada día se dice una cosa. En el ámbito normativo vemos una estrategia premeditada de testar los límites de tolerancia de la ciudadanía en las políticas de control.
Cuando aparece el ministro de Justicia y dice que están estudiado el internamiento de los asintomáticos. Lo que hace es soltar un globo sonda, ver qué se dice y en función de eso se decide. El ministro del Interior aparece también monitorizando las redes en busca de mensajes de odio. Otro globo sonda para ver las reacciones sobre un primer intento del control informativo. Hay improvisación pero también una estrategia metódica para introducir en el debate propuestas de limitación de los derechos de manera gradual.
«Estamos en un estado de excepción disfrazado como si fuera de alarma»
El catedrático Carlos Flores: «Me preocupa el ordenamiento jurídico, si estas nuevas normas seguirán cuando desaparezca la emergencia»
https://www.lasprovincias.es/politica/estado-excepcion-disfrazado-20200416205524-nt.html
Ah sí y que Rajoy ha salido a pasear....