Llevo dos años con el mismo smartphone. Aún se puede comprar por 90 pavos.
Rooteado y optimizado con un par de aplicaciones, su escasísima memoria interna me da para funcionar con Whatsapp, FriendCaster (para gestionar varias cuentas de Facebook), Google Maps, TomTom, radio, música, web, vídeos........... La cámara no es una maravilla, la batería hay que cambiarla, etc. A veces se pone un poquito tonto con el asunto de la memoria interna, pero borrando alguna caché y reiniciando suele solucionarse. Incluso sirve para hacer llamadas.
Creo que lo voy a aguantar otro añito.
Llevo un año o más detrás de una tablet. Concretamente me gusta esta, que cuesta unos 120 pavos. A medio camino entre tablet -que lo es- y consola portátil. Un invento muy ingenioso.
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¿Voy a darle mucho uso? No lo creo, pero me gusta y es barata. Aún así de momento me reservo el dinero en el bolsillo.
Hace catorce años me compré en Carrefour una tele de marca blanca. Tiene el culo gordo y solo 20", pero nunca me ha dado un problema. 25.000Pts de las de antes y aqui sigue. Cuando vea salir llamas compraré otra.
Tengo un Audi del año 96 con 350.000km de marcador, más los que le bajasen antes de vendérmelo. Me ha dado bastante la lata, pero ahí sigue. Es mi coche particular y herramienta de trabajo. Otro cacharro que hasta que no le salgan llamas del motor seguirá en mis manos.
Y así chorrocientas mil cosas más. ¿Decrecimiento? ¿Moda? No lo sé, pero lo que siento es rabia. Nos la han metido tan tan tan doblada que
no me sale de la polla comprar nada.