En fin, he leído todo, algo de razón lleváis (bastantes) pero leo desde analílis ya algo rancios (no for ello falsos del todo, simplemente inaplicables a hace unos años) hasta posiciones que parecen sacadas de jóvenes inadaptados que viven peligrosamente y en barrios marginales (que alguno puede; pero alguno...; me descojono vivo de tanta pose de marginales peligrosos).
Yo, reconozco que algun día, no es que me van a llevar esposado, es que me van a meter dos hostias; pero, simplemene, soy tan bocazas y irreductible, que no me doblego ante ninguno de los poderes.
La verdad es que España, de momento y por poco tiempo, porque el capitalismo era una garantía de cierta democracia formal, ahora sí que, seguramente, nos vayamos a cagar, y sí que aparecerá una policía más recaudadora y más al servicio , no de la burguesía, (eso son conceptos válidos hasta no muy avanzado el siglo anterior y el XIX) de una oliarquía residual y despótica que preveo, vamos, ya veo.
Para empezar, debería distinguirse entre policías minicipales (que no tienen media hostia, casi nunca, y sí que son recaudadores directos de los hay untamientos ) y Policía nacional y Guardia Civil (de éstos últimos si que, en su agrupación de tráfico, anida la recaudación).
Con la policía he tenido sobre todo, salvo por tráfico o por la chulería de algún municipal (que esos sí que son chuletas), más bien lo contrario: les he pedido en inumerables ocasiones la placa y el número cuando han aparcado a comprar fruta dejando el coche patrulla en doble fila en un paso estrecho, en el frutero de en frente (parece que le dejan retranquear sus expositores de fruta selecta invadiendo la acera pòrque éste les hace favores fruteriles, esto ya fue objeto de denuncia antes los "asuntos internos de la municipal", con el el encabezado de agentes frutómanos).
Recuerdo que una vez estaba en after hours, por la zona de la calle Aamniel, hace años e iba con uno de los Panero y un amigo cenutrio que tenían, que, en la conversación (pedos, claro) nbos contó que tenía un huevo muy grande, mucho más grande que el otro, una hipertrofia descomunal, que a penas se notába vestido; pero que, con gusto, nos enseñaba.
Aunque auellos años eras libérrimos y tolerantes, creí conveniente que nos mostarse el cojón en la calle y, teniendo el coche tan cerca de la puerta, les dije a la cauadrilla de cenutrios: vamos fuera y tras la puerta del coche, que nos enseñe el testículo de cargo, aquí el cojonazos...
Ni corto ni perezoso, el tío tras la puerta, se bajó los pnatalanes y nos mostró un huevo enorme, todos nos quedamos sin respiración y nos echamos a reir, yo me retorcía por e asiento del descojono...
En esto, una lechera, que era como llamábamos entonces a los coches de la Policía Nacional tras la época marrón (de maderos), frena en seco y salen los dos agentes creyendo que en mi coche había yonkies o se estaba realizando una transacción de estupefacientes..
¿Qué hacen ahí?, nos inquirieron..-nada agente, le contesté yo, éste que nos está enseñando un huevo, que tiene ovismo, un huevo así de grande y el otro lo mismo (muerto de la risa yo todavía), si quiere echarle un vistazo...
Se fueron al punto.