A mí debo decir que su música no me gusta pero es un tio coherente y que hace lo que hace porque cree en ello. No hay nada malo en eso. Ojalá toda la jerarquía eclesiástica se pareciera un poco a este padre Johny. Quizás así dejaran de tocar tanto los cojones...
Todo lo recaudado va a una buena causa mientras en el Vaticano se dedican amasar la mayor fortuna que puedan. Démosle al menos el beneficio de la duda, ¿no?