Hay que tener un ratio adecuado entre consumo de CPU y recursos, y calidad del resultado. Así que de primera ya estamos recortando datos a la señal original para mantenernos en una calidad mínima aceptable.
Para que las operaciones sean rápidas y no haya excesiva latencia, reduciremos la cifra con la que trabajamos. Así que recortamos números.
Estamos continuamente limitando y recortando nuestros preciosos archivos de audio, a cada proceso, porque saldrían cifras infinitamente largas.
¿Con cuantos decimales jugamos? ¿Con uno? ¿Con 10?
¿Hasta cuando notamos que se degrada la señal?
La señal se degrada desde el principio. El plugin realmente nunca mejora el audio. Le añadirá otras cualidades, pero no lo mejora.
Es algo así como coger una foto original que pesa 100 megas, pasarla a jpeg para poder manipularla sin colapsar los recursos del sistema, y aplicar unos filtros y saturaciones que la hacen más espectacular, más bonita a la vista, más viva, pero de peor calidad.
Me alegra comprobar que no soy el único que siente la pérdida de tanta información del audio procesado.
¿Y en que se nota tanto?
Los armónicos.
Los armónicos son notas, picos, que acompañan a la nota fundamental. Las voces, los instrumentos... todo tiene sus armónicos y son ellos la característica única que diferencia ese instrumento de otro. Dan la misma nota, pero no suena igual.
Una voz rica en armónicos suele ser esa voz que tanto nos gusta. Esos instrumentos que suenan de forma tan especial.
¿Que es lo primero que hago para procesar el audio cuando tengo 30 pistas cargadas de eqs, compresores, efectos y automatizaciones?
Pues me quedo con la nota fundamental. Ignoro la riqueza armónica porque tantos datos no pueden manejarse. Acabo de destrozar un sonido único en el mundo.
Así que de algo en 3D obtengo otro algo que se le parece, que es un papel, un cartón pintado, en vez de un escenario 3D, pero que está cargado de colores y resulta a la vista mucho más atractivo... o no.
Lo primero es que la calidad se ha perdido.
Es como ver una foto. Es Jennifer López. Tremenda. Maquillada y tratada. Unos colores... una piel... Pero la toco y ¡es papel! ¡es un papel pintado!
¿En que se parece eso a la verdadera Jennifer? Todos la identificamos del tirón, eso está claro. pero no es ella, y eso también está claro. Es una copia. Copia de copia de copia de copia... a cada proceso.
Pues eso courre con los plugins y los Daw, y la cosa real.
Papel pintado. Lo reconocemos, pero nada que ver con el original.
Tanto micro, tanto previo, tanto grabador a 192 y 32 bits... y me lo cargo al primer procesamiento, al primer plugin.
No se hasta qué punto cada fabricante o diseñador de un DAW o un plugin tiene en cuenta el mantener lo más intacto el audio original. Pero es lo que hablamos: De algún sitio hay que recortar o necesitaríamos un ordenador para cada pista.
Siento que el DAW es una gran evolución. Que nos permite tener todas esas herramientas creativas, y la posibilidad de grabar, de componer, de plasmar. De tener cosas que se asemejen a todas esas cosas reales que tanto desearíamos tener. Un hammond, un piano gran cola, riffs de guitarras, amplificadores, compresores, efectos, sintes, ...
Ahora puedo componer escuchando el hammond que tengo en la mente. Pero de ahí a dejarlo en un disco en vez de uno real va una distancia.
El daw es entonces una gran evolución pero, ¿de qué?
Tengo claro que es una gran evolución del 4 pistas de cassette Fostex o Tascam que utilizaba antes.
Pero no es la evolución del Studer de 2" y la Neve, o la Trident, o la API.
Y hasta hoy no he escuchado ningún plugin que suene ni parecido ni por asomo a la cosa real. Ni que no se cargue el audio original con sus fabulosas características.
Me alegro de no ser el único que escucha los armónicos y su pérdida.
Cada vez más gente compra hardware. Y es que cuando alguien se gasta 3 ó 4 miles en un cacharrito, está claro que algo de diferencia nota con un plugin que encima puede ser pirata (gratuito) o pagado.
Y te dicen: actualízate que este nuevo 1176 suena a 1176 de serie e. ¿Como?
Así que a mi parecer el Daw es la evolución del 4 pistas de casette, al que se le han ido añadiendo herramientas increíbles. Pero es eso y sólo eso.
Para componer, para crear, para plasmar ideas, para hacer demos, maquetas, proyectos.
Ves a Rihanna, grabando con un gran canal, un gran eq, un gran compresor. y muchas pistas seguro se hicieron así.
https://www.youtube.com/watch?v=n_-Jb5q0xbA
Pero luego el audio lo más puro posible y si es posible sin procesar, se mete en grabadores para reproducirlo a una fantástica mesa y procesar todo con aparatos analógicos de gran calidad. Y seguramente se reamplifiquen para recoger con micro muchos sonidos de sintes y guitarras grabados con VSTi y módulos virtuales.
¿Y a qué viene todo esto?
Pues nada. Que vi el documental de Sound City, y compré el disco que grabaron esos tipos ahora que el ex baterista de Nirvana y líder de Foo Fighters compró esa vieja Neve que hizo a mano el amigo Rupert basándose en esos increíbles previos suizos y alemanes que furulaban en aquellas ultra carísimas consolas de las compañías de radio europeas.
Cada proceso digital degrada el audio porque lo recorta y recorta los resultados de las operaciones que se van realizando. Lo maquilla, pero lo degrada.
El procesamiento analógico enriquece, y genera nuevos armónicos que son muy naturales y musicales. no se por qué es así, pero así es.
Y no deshecha nada de la señal original. Es todo lo contrario a lo que hace lo digital.
No quiero crear polémica, pero he querido explicar esto para que seamos conscientes de lo que tenemos y lo que hacemos. Y entendamos y respetemos que esos grandes estudios llenos de cacharros son los que pueden ofrecer una calidad real.
Que lo escuchemos o no con nuestros equipos es diferente. Con el móvil, el mp3. Pero con un equipo decente la diferencia es enorme.
Y no saben la suerte que tienen los que no aprecian las diferencias. Porque si aprecias la diferencia, te va a suponer un dineral. Si no la aprecias, te ahorras lo que no imaginas.
Seguramente si hiciera un plugin que sonara tremendo, pero con un interface que consistiera en unos controles grises, unas barras para mover a izquierda o derecha, a nadie le sonaría bien.
Si copio el frontal de un cacharro real, con una reja que deja ver sus válvulas, y estas van variando en su intensidad a modo de que respira o va con la música, y con esos colores cálidos y agradables que recuerdan a los estudios analógicos, seguro que a todos les sonaría genial.
Recomiendo esa tremenda serie de documentales titulada Classic Albums. Y el documental Sound City.
Creo que ayudan a entender y a buscar lo más que podamos ofrecer. A mi al menos me hacen ponerme serio con lo que hago.
Los Daw son geniales. (Digital Audio Workstation). Hace 20 años nadie podía imaginar con su 4 pistas de casette que la cosa fuera a llegar a donde estamos ahora.
Yo utilizo Cubase y WaveLab. Y nunca debí haber vendido mi licencia de Samplitude.