#42
¿Profesores? ¿En la universidad? La inmensa mayoría de las personas que trabajan en la universidad haciéndose llamar "profesores", son simplemente buenos profesionales en su especialidad que, obviamente exceptuando magisterio, no tiene nada que ver con enseñar. Los profesores de matemáticas son matemáticos, los de derecho son abogados y los de economía aplicada son economistas.
Venga Carmelo, que la mitad de mi familia estudió magisterio, incluyendo mi madre. Solo por eso yo sabía más de técnicas de estudio y teoría sobre la enseñanza a los 10 años, de lo que llegarán a saber en toda su vida el 90% de los "profesores" que me dieron clase en la universidad.
Hace ya muchos años que la universidad es como cualquier otra institución estatal: un enorme cúmulo de funcionarios luchando por encontrar el lugar perfecto donde, trabajando lo menos posible, acumulen la mayor cantidad posible de poder y/o dinero, junto a una irrisoria cantidad de profesionales que al menos se preocupan un poquito por hacer las cosas medianamente bien. Los que hacen investigaciones representan un conjunto algo mayor que estos últimos, aunque no mucho mayor, y por regla general están incluidos en el grupo de funcionarios trepas.
A parte de esto, las aportaciones culturales que puede llegar a hacer una universidad las hacen los únicos 3 estudiantes de cada 100 que no están ocupados todo el día con la famosa titulitis: hacer la pelota a los "profesores" para aprobar y aprenderse cientos de páginas como loros sin tener ni puta idea de lo que están leyendo.
Al final estos 3 son los más tontos, el resto saca el título y si acaso un master sin enterarse de la mitad y sin tanto esfuerzo, y si consiguen un trabajo aprenden todo lo realmente útil mientras desarrollan el mismo trabajo... que es lo mismo que tendrán que hacer esos 3, que se imbuyen del pizco de cultura universitaria aprovechable, que gracias a su esfuerzo son capaces de discutirle a un profesor en su propia materia y que, si consiguen un trabajo, también tendrán que aprender lo realmente útil en el desarrollo de su trabajo y olvidarse de la mayoría de lo que aprendieron con tanto esfuerzo, lo cual, por cierto, en cuanto sales de la universidad no sirve para nada.
Esto último, lo de que la mayoría de lo que aprendes no sirve para nada, es tan surrealista, que los mismos que te exigen un papel para contratarte, no quieren usar los conocimientos que supuestamente estás obligado a poseer para conseguir dicho papel. Lo cual te lleva a plantearte la siguiente pregunta cuya respuesta, resumiendo, es que eres gilipollas: ¿Por qué cojones se me ocurrió entrar en la universidad y partirme los cuernos estudiando tantos años, si en un cuarto de ese tiempo y con un cuarto de esfuerzo podría haberme sacado un FP, y me habría pasado todos esos años cobrando lo mismo que cobro ahora?
A parte de eso... me han dicho que en las universidades viejas lo de la cultura es diferente (yo tendría que verlo para creerlo), y bueno, están las juergas.
Ah, y anda que ha descubierto américa el politicucho este: lo de que hay demasiados universitarios para la oferta laboral real no es de ahora, eso viene pasando hace bastante más de veinte años.
¿Profesores? ¿En la universidad? La inmensa mayoría de las personas que trabajan en la universidad haciéndose llamar "profesores", son simplemente buenos profesionales en su especialidad que, obviamente exceptuando magisterio, no tiene nada que ver con enseñar. Los profesores de matemáticas son matemáticos, los de derecho son abogados y los de economía aplicada son economistas.
Venga Carmelo, que la mitad de mi familia estudió magisterio, incluyendo mi madre. Solo por eso yo sabía más de técnicas de estudio y teoría sobre la enseñanza a los 10 años, de lo que llegarán a saber en toda su vida el 90% de los "profesores" que me dieron clase en la universidad.
Hace ya muchos años que la universidad es como cualquier otra institución estatal: un enorme cúmulo de funcionarios luchando por encontrar el lugar perfecto donde, trabajando lo menos posible, acumulen la mayor cantidad posible de poder y/o dinero, junto a una irrisoria cantidad de profesionales que al menos se preocupan un poquito por hacer las cosas medianamente bien. Los que hacen investigaciones representan un conjunto algo mayor que estos últimos, aunque no mucho mayor, y por regla general están incluidos en el grupo de funcionarios trepas.
A parte de esto, las aportaciones culturales que puede llegar a hacer una universidad las hacen los únicos 3 estudiantes de cada 100 que no están ocupados todo el día con la famosa titulitis: hacer la pelota a los "profesores" para aprobar y aprenderse cientos de páginas como loros sin tener ni puta idea de lo que están leyendo.
Al final estos 3 son los más tontos, el resto saca el título y si acaso un master sin enterarse de la mitad y sin tanto esfuerzo, y si consiguen un trabajo aprenden todo lo realmente útil mientras desarrollan el mismo trabajo... que es lo mismo que tendrán que hacer esos 3, que se imbuyen del pizco de cultura universitaria aprovechable, que gracias a su esfuerzo son capaces de discutirle a un profesor en su propia materia y que, si consiguen un trabajo, también tendrán que aprender lo realmente útil en el desarrollo de su trabajo y olvidarse de la mayoría de lo que aprendieron con tanto esfuerzo, lo cual, por cierto, en cuanto sales de la universidad no sirve para nada.
Esto último, lo de que la mayoría de lo que aprendes no sirve para nada, es tan surrealista, que los mismos que te exigen un papel para contratarte, no quieren usar los conocimientos que supuestamente estás obligado a poseer para conseguir dicho papel. Lo cual te lleva a plantearte la siguiente pregunta cuya respuesta, resumiendo, es que eres gilipollas: ¿Por qué cojones se me ocurrió entrar en la universidad y partirme los cuernos estudiando tantos años, si en un cuarto de ese tiempo y con un cuarto de esfuerzo podría haberme sacado un FP, y me habría pasado todos esos años cobrando lo mismo que cobro ahora?
A parte de eso... me han dicho que en las universidades viejas lo de la cultura es diferente (yo tendría que verlo para creerlo), y bueno, están las juergas.
Ah, y anda que ha descubierto américa el politicucho este: lo de que hay demasiados universitarios para la oferta laboral real no es de ahora, eso viene pasando hace bastante más de veinte años.