dramatictone escribió:Ya que se resucitó el hilo (que debió de pasárseme en su momento ), lo digo:
Alguien escribió:El sonido pro lo alcanzas únicamente cuando absolutamente todos los eslabones de la cadena tienen un cierto nivel. Osea: la canción es buena, el arreglo es bueno, los ejecutantes son buenos, los instrumentos son buenos, los micros son buenos y están bien colocados, los previos son buenos, los plugins o hardware que usas son buenos, la mezcla (tu trabajo, fíjate que en el resultado final es algo así como un 10%) es buena, y el mastering también.
Este párrafo es para enmarcar Y la verdad que encierra es algo que me fascina, me frustra y me cabrea a partes iguales
Decía ElHombreRana en su genial aportación que no dice nada nuevo, sino que son ideas ya comentadas ampliamente en el foro.
Esto es cierto, pero no menos que su capacidad de síntesis en ese párrafo que acertadamente ha destacado dramatictone es antológica.
Para mayor abundamiento, quiero recordar dos frases hechas que Bob Katz en su aclamado libro sobre masterización de audio sitúa de forma irónica para invitarnos a la reflexión.
Me refiero a "Ya lo arreglaremos en la mezcla" (We will fix in the mix) y "Ya lo arreglaremos en la masterización"
O sea, que el párrafo de ElHombreRana creo que responde a la perfección a la pregunta que se hace en el título de este hilo, pero yo lo completaría con la conclusión que deducimos de la ironía de Bob Katz, esto es, que la base de todo el trabajo posterior está en una BUENA GRABACIÓN, tanto a nivel de ejecución del músico como a nivel técnico en cuanto a calidad del almacenamiento de las tomas (analógicas o digitales)
Y yo también coincido con ElHombreRana en lo decisivo de una buena escucha (monitores y acústica de la sala) No hace falta recordar que hablamos de audio y, por tanto, la información nos llega a través de los oídos. Es evidente que contra más fiel sea la información auditiva que recibimos más y mejor podemos tomar decisiones sobre el proyecto.
Es como cuando vemos una peli en una tele antigua de tubo de imagen y vemos a las personas más alargadas de lo normal. Esa no es la realidad, sino la información distorsionada por fallos en el medio (la tele)
Yo creo que la mayor inversión (tanto a nivel pecuniario como de tiempo dedicado a configurar) que debe hacer cualquiera de nosotros es la que se refiere a la escucha. Cada uno en su nivel (profesional y posibilidades económicas) debe buscar los mejores monitores que pueda y dedicar la mayor atención posible a acondicionar acústicamente el sitio de grabación/mezcla/masterización.
A nivel aficionado o semi-pro esto último se traduce no necesariamente en gastarse una pasta en placas acústicas, trampas de graves, etc, entre otras cosas porque no siempre se puede disponer de una habitación en casa ex-profeso para la música.
Con unas cuantas medidas (ampliamente tratadas ya en el foro de acústica) se puede apañar una respuesta bastante razonable: moquetas o algunas alfombras en el suelo, cortinas gruesas o semigruesas en la ventana, puerta maciza, no dejar demasiado despoblada de armarios, estanterías y cuadros las paredes, no pegar excesivamente a la pared los monitores, situar éstos si es posible en el centro del testero en el que tengamos la mesa de trabajo y con la orientación clásica de escucha, calibrar los monitores siguiendo algunos de los métodos ya estandarizados (Bob Katz, etc; un micro decentito de medida no cuesta demasiado), etc, etc.
Y si se dispone de un local adecuado con fines semi o totalmente pro, pues a dejarse pasta en el asesoramiento de un técnico en acústica que nos diga qué y cuánto material aislante y de acondicionamiento debemos poner porque esa inversión hará rentable o no toda la que venga después en equipo.
Saludos.