Barbol escribió:
Yo creo que a veces hay que componer la música que te encargan y te tiene que ceñir a ella.
[...]
No obstante os voy a decir una cosa, si me pagan 600.000 euros por hacer una fanfarria de pueblo, la hago sin pensármela, vamos me prostituyo completamente...
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Estoy de acuerdo contigo. Por 300.000 € te hago la orquestación ¿vale?
Cuando se habla de este tal Hans Habitación
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siempre se acaba mencionando el número de ordenadores que tiene y tal y tal. Chicos, yo no sé, pero parece que al final eso lo es todo. Considero que eso puede crear en mucha gente una sensación de impotencia y de extrema necesidad de poseer tecnología sin talento como condición sine qua non para escribir música, y no puedo estar más en desacuerdo.
Estos compositores industriales "jolibudienses" son eso, engranajes (buenos, pero engranajes) de una industria que no permite otras formas de trabajo porque su hambre insaciable de producir obliga a todos los implicados a trabajar a destajos vertiginosos a la vez que se mira el céntimo con lupa. ¿Pero eso garantiza trabajos de mayor calidad que los que se pueden hacer por ejemplo en Europa con medios más "tradicionales"? Creo que no. En Norteamérica se ha inventado un estilo de música para cine que os/nos gusta y se pretende imitar, y que es cañero macarra o pastelero rosita, sin mucha más elaboración, pero no es el único ni el mejor, sino el que más les gusta a ellos y el que han descubierto que se vende bien. La fórmula es bien clara: Traca con mucha percu y mucho subgrave, 1000 violines blandorros buscando la lagrimita fácil, y para asegurar la venta del CD, una cancioncita tipo Titanic, ñoña, ñoña.
Creo que esto que he dicho no es políticamente correcto aquí
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y menos para los zimmermaniacos o zimmerfílicos, pero bueno, ahí que lo lanzo porque me da la sensación de que mirar mucho esos árboles no deja ver el bosque.
Saludos, amigos.