Encima de mi cabeza hay una tirolina por la que bajan algunos osados; yo colgaría una pancarta-aviso con esta leyenda para su parroquia femenina (unas muy majas y bien guapas me apuntan): "Rubén, Leiva qué guapos estaríais con una americana, de pana aunque fuera, en el bautizo de nuestro chiquillo."
Estoy de Cronista enb Rock & Rio
Encima de mi cabeza hay una tirolina por la que bajan algunos osados; yo colgaría una pancarta-aviso con esta leyenda para su parroquia femenina (unas muy majas y bien guapas me apuntan): "Rubén, Leiva qué guapos estaríais con una americana, de pana aunque fuera, en el bautizo de nuestro chiquillo."
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Shakira..pues mira que está buena..pero no, ya tengo bastante.
Ya puestos a contar, empiezo por el evento:
Muy bien organizado, bastante lejos, eso sí, es una pena que no haya un lugar de esas características más cerca de Madrid, es una vergüenza que esta capital , no ya para eventos ; sino pcomo respiradero, no tenga lugares extensos si poblar.
Ahora habría una ocasión de oro: una extensión grande dedicada a nada en particular (o casi): el aeropuerto de Cuatro Vientos, junto a Aluche, en pleno Madrid, como siempre a dedicarlo a vivienda (ya vendrán tiempos mejores) con la típica densidad que permitan las ordenanzas para la zona: edificabilidad a tope o casi..Venga, hombre, hacen falta pulmones, sitios de exparcimiento, también algo de descanso urbanístico (hasta mal urbanismo a costa de la no ocupación plena, mientras podamos).
Dicho esto y hecha esta declaración de principios, me parece que está bien organizado. que la gente que estaba en la zona de aparcamientos había pasado calor y se les veía agigoláos (atontaós por el calor) y con la piel quemada a los que eran blanquitos de tez.
Había muchos servicios sanitarios y de seguridad (unso cuanto tochos de la Guardia Civil) de los que se deben dedicar a operaciones antiterroristas o especiales con un aspecto impecable, guapos, oliendo a colonia buena, y con unas características físcas que no desmerecen de un U.S. marine. una vez pasada la entrada había varios puestos de comida y bebida con Burguer King, Telepizza (2 de ellos) en loq ue ya tenían todo hecho, te pedías una pizza de cuatro quesos, la tenbçías al minuto y más o menos decentemente hecha, pues la oferta se centraba en cuatro o cinco opciones de producto acabado. Los precios eran medianamente aceptables, más si tomamos en cuenta el sitio (todo esto debe costar pasta, había mucha gente); pero tirando a caros, más cuando no se dejaban entrar bebidas (no soy experto en seguridad ciudadadana; pero por entrar unos enveses de plástico no debería de pasar nada). Nos resistimos a bajar los precios, porque además esto va a provocar más deflación; pero ya podemos empezar a aplicar la lógica o acabará siendo peor.
Los aparcamientos como decía estaban bien organizados en la entrada, no tanto en la salida; pero no pasó nada.
Me vuelvo a referir a los aparcamientso porque desde ahí ya se veía lo que hay en este festival, no se en el Sonar u otros más alternativos y playeros, aquí no había más que clase media: era la gran ceremonia de la clase media madrileña (bueno había de otros sitios, también de clase media; bueno, en ese caso predominaban los burgueses provincianos, ligero matiz de diferencia frente al primer grupo predominante), mucho seat león y mucha berlina decente, incluyendo Audi (el sueño de los españoles); pero ches medioos-altos los jóvenes de hasta 30 años con veriosnes Cupra y similares y con su novia, generalmente aseados, con buen aspecto. las España del bienestar, que se nos va...
Hasta en el concierto de Mago de Oz (que creo que sustituían a John Meyer) predominaban las clases medias. había muchos padres con hijos, con hijos de 10 a 16 años.
Lo que habia era muchas tías, solas y en grupos; pero yo diría que había más tíasq ue tíos. Las había bastante monas, muchas estaban en grupos de tres, unas con aspecto de ser más divertidas y gamberras y otras más petardillas y con toda la pinta de estar pasándosele el arroz mientras algunas de ellas ya aportaban novios taruguetes convierrtendo al grupo en ese tipo de grupos heterogéneos de la frontera de los 30 años, grupos que suelen quedar en na.
Lo de mago de Oz es un fenómeno curioso: cocentran varios tópicos que calan fácilmente entre los adolescentes: unen elementos peeroflauta, con otros más puramente góticos, con otros celtas con el Heavy. Diría que han mejorado su técnica, sobre todo vocal. Todo es náif, simplon, chorra; pero lo hacen bien y, como todo lo heavy, rezuma bondad, se le ve buena gente, que les gustan los riffs de quitarra y los acordes fuertes con distorsión, las voces impostadas y los mensajes angelicales infumables; pero con buena baba.
Prefiero a un Heavy como amigo que no a un enterao alternativo como makakao, que no saonaron mal; pero que van de manus chaos interculturales, desconfío plenamente de su pose o de lo que me vayan a contra.
Los Pereza, en fin, ¿son argentinos o se inspiran en el rock argentino?, pero ojo en rock argentino ñoño, Spinetta u otros muchos no tienen que ver con estas poses de jovencitos que van entrando en años y van de Stones.
tampoco lo hacen mal; pero me producen rechazo.
Bon Jovi, pues es que me gustan bastante, a ver no es mi música; pero, por profesioalidad o por diversidad de gustos, uno busca extraperlo estilístico y este grupo lo ha sido para mí.
Richie Sambora es un maestro del género: cambia a menudo de guitarras (sólo al final sacó un Strato, diría que con Texas Special y no la Richie Sambora con estrellas en los dots del diapasón). Su sonido es eficaz y poderoso y se distingue nitidamente cada cambio de instrumento y de ajustes en la amplifación (no la vi ; pero solía en otro tiempo ser Marshall).
Tico Torres es una máquina de rellenar y un metrónomo potente. En el sonido de Bon Jovi el papel de relleno de la batería es abrumador, cada tom tiene un papel en algún momento del show y se integra con una corrección armónica que pocos hacen: en eso son admirables, han depurado su experiencia hasta un punto que me atrevería a decir que de cada directo incorporan una pequeña proporción de mejora para el siguiente, no serían muy listos o muy instruídos estos chicos de origen italiano de NJ; pero su pofesionalidad está muy por encima de la media. Y el público les cautivó a los artistas hasta el punto de emocionar a Sambora y la propio John. repitieron creo que tres...
El resto de la banada, muy bien.
Además el sonido (no me fijé qué empresa, pero eran arrays sin sub´s visibles a parte y con una potencia no atronadora, correcta) era bastante decente, favoreciendo el disfrute de Torres y Sambora.
Bon Jovi, el cantante, estuvo como se espera, ente cantante country, baladista a lo Bruce y afterpunk, con esas coordenadas suficientes y su voz titrando a aguda estvo echo un señor en el escenario.
Eso sí, no lo pude ver todo lo cerca que hubiera querido (entre otras cosas por curiosidad técnica), el primer tercio de concierto lo vi un poco por delante de la mesa, y ya se les veía a ellos; pero Teresa y Teresita se fueron hacia atrás pues a mi hija le sentó mal tanto porro y se mareó (esto ya lo trataré después reviviendo el hilo de los hijos que no pueden ir a vernos a clubs), manda cojones, no había mal rolllo (ya digo, clase media); pero sí mucho zafio que se podía cortar un poco.
Hacia adelante debía estar ya la cosa muy apretada, así que me volví hacia atrás donde estaban mi hija y mi mujer y vi con ellas el resto del concierto, ahí se escuchaba bien, la verdad. Tocaron más de dos horas.
Salimos con rapidez y a las cuatro y un poco estábamos en casa (a la otra punta de Madrid).
Mereció la pena y el gasto.
Ya puestos a contar, empiezo por el evento:
Muy bien organizado, bastante lejos, eso sí, es una pena que no haya un lugar de esas características más cerca de Madrid, es una vergüenza que esta capital , no ya para eventos ; sino pcomo respiradero, no tenga lugares extensos si poblar.
Ahora habría una ocasión de oro: una extensión grande dedicada a nada en particular (o casi): el aeropuerto de Cuatro Vientos, junto a Aluche, en pleno Madrid, como siempre a dedicarlo a vivienda (ya vendrán tiempos mejores) con la típica densidad que permitan las ordenanzas para la zona: edificabilidad a tope o casi..Venga, hombre, hacen falta pulmones, sitios de exparcimiento, también algo de descanso urbanístico (hasta mal urbanismo a costa de la no ocupación plena, mientras podamos).
Dicho esto y hecha esta declaración de principios, me parece que está bien organizado. que la gente que estaba en la zona de aparcamientos había pasado calor y se les veía agigoláos (atontaós por el calor) y con la piel quemada a los que eran blanquitos de tez.
Había muchos servicios sanitarios y de seguridad (unso cuanto tochos de la Guardia Civil) de los que se deben dedicar a operaciones antiterroristas o especiales con un aspecto impecable, guapos, oliendo a colonia buena, y con unas características físcas que no desmerecen de un U.S. marine. una vez pasada la entrada había varios puestos de comida y bebida con Burguer King, Telepizza (2 de ellos) en loq ue ya tenían todo hecho, te pedías una pizza de cuatro quesos, la tenbçías al minuto y más o menos decentemente hecha, pues la oferta se centraba en cuatro o cinco opciones de producto acabado. Los precios eran medianamente aceptables, más si tomamos en cuenta el sitio (todo esto debe costar pasta, había mucha gente); pero tirando a caros, más cuando no se dejaban entrar bebidas (no soy experto en seguridad ciudadadana; pero por entrar unos enveses de plástico no debería de pasar nada). Nos resistimos a bajar los precios, porque además esto va a provocar más deflación; pero ya podemos empezar a aplicar la lógica o acabará siendo peor.
Los aparcamientos como decía estaban bien organizados en la entrada, no tanto en la salida; pero no pasó nada.
Me vuelvo a referir a los aparcamientso porque desde ahí ya se veía lo que hay en este festival, no se en el Sonar u otros más alternativos y playeros, aquí no había más que clase media: era la gran ceremonia de la clase media madrileña (bueno había de otros sitios, también de clase media; bueno, en ese caso predominaban los burgueses provincianos, ligero matiz de diferencia frente al primer grupo predominante), mucho seat león y mucha berlina decente, incluyendo Audi (el sueño de los españoles); pero ches medioos-altos los jóvenes de hasta 30 años con veriosnes Cupra y similares y con su novia, generalmente aseados, con buen aspecto. las España del bienestar, que se nos va...
Hasta en el concierto de Mago de Oz (que creo que sustituían a John Meyer) predominaban las clases medias. había muchos padres con hijos, con hijos de 10 a 16 años.
Lo que habia era muchas tías, solas y en grupos; pero yo diría que había más tíasq ue tíos. Las había bastante monas, muchas estaban en grupos de tres, unas con aspecto de ser más divertidas y gamberras y otras más petardillas y con toda la pinta de estar pasándosele el arroz mientras algunas de ellas ya aportaban novios taruguetes convierrtendo al grupo en ese tipo de grupos heterogéneos de la frontera de los 30 años, grupos que suelen quedar en na.
Lo de mago de Oz es un fenómeno curioso: cocentran varios tópicos que calan fácilmente entre los adolescentes: unen elementos peeroflauta, con otros más puramente góticos, con otros celtas con el Heavy. Diría que han mejorado su técnica, sobre todo vocal. Todo es náif, simplon, chorra; pero lo hacen bien y, como todo lo heavy, rezuma bondad, se le ve buena gente, que les gustan los riffs de quitarra y los acordes fuertes con distorsión, las voces impostadas y los mensajes angelicales infumables; pero con buena baba.
Prefiero a un Heavy como amigo que no a un enterao alternativo como makakao, que no saonaron mal; pero que van de manus chaos interculturales, desconfío plenamente de su pose o de lo que me vayan a contra.
Los Pereza, en fin, ¿son argentinos o se inspiran en el rock argentino?, pero ojo en rock argentino ñoño, Spinetta u otros muchos no tienen que ver con estas poses de jovencitos que van entrando en años y van de Stones.
tampoco lo hacen mal; pero me producen rechazo.
Bon Jovi, pues es que me gustan bastante, a ver no es mi música; pero, por profesioalidad o por diversidad de gustos, uno busca extraperlo estilístico y este grupo lo ha sido para mí.
Richie Sambora es un maestro del género: cambia a menudo de guitarras (sólo al final sacó un Strato, diría que con Texas Special y no la Richie Sambora con estrellas en los dots del diapasón). Su sonido es eficaz y poderoso y se distingue nitidamente cada cambio de instrumento y de ajustes en la amplifación (no la vi ; pero solía en otro tiempo ser Marshall).
Tico Torres es una máquina de rellenar y un metrónomo potente. En el sonido de Bon Jovi el papel de relleno de la batería es abrumador, cada tom tiene un papel en algún momento del show y se integra con una corrección armónica que pocos hacen: en eso son admirables, han depurado su experiencia hasta un punto que me atrevería a decir que de cada directo incorporan una pequeña proporción de mejora para el siguiente, no serían muy listos o muy instruídos estos chicos de origen italiano de NJ; pero su pofesionalidad está muy por encima de la media. Y el público les cautivó a los artistas hasta el punto de emocionar a Sambora y la propio John. repitieron creo que tres...
El resto de la banada, muy bien.
Además el sonido (no me fijé qué empresa, pero eran arrays sin sub´s visibles a parte y con una potencia no atronadora, correcta) era bastante decente, favoreciendo el disfrute de Torres y Sambora.
Bon Jovi, el cantante, estuvo como se espera, ente cantante country, baladista a lo Bruce y afterpunk, con esas coordenadas suficientes y su voz titrando a aguda estvo echo un señor en el escenario.
Eso sí, no lo pude ver todo lo cerca que hubiera querido (entre otras cosas por curiosidad técnica), el primer tercio de concierto lo vi un poco por delante de la mesa, y ya se les veía a ellos; pero Teresa y Teresita se fueron hacia atrás pues a mi hija le sentó mal tanto porro y se mareó (esto ya lo trataré después reviviendo el hilo de los hijos que no pueden ir a vernos a clubs), manda cojones, no había mal rolllo (ya digo, clase media); pero sí mucho zafio que se podía cortar un poco.
Hacia adelante debía estar ya la cosa muy apretada, así que me volví hacia atrás donde estaban mi hija y mi mujer y vi con ellas el resto del concierto, ahí se escuchaba bien, la verdad. Tocaron más de dos horas.
Salimos con rapidez y a las cuatro y un poco estábamos en casa (a la otra punta de Madrid).
Mereció la pena y el gasto.
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