Te entiendo. Creo que bastante bien. Mira, para unir una cosa con la otra, copio y pego aquí un texto de el usuario Verbigracia (de otro foro, Tintero Virtual) que escribió un breve relato. Él lo titula Chema y Quique, pero tú lo titularías Chema y Carlos. Yo lo titularía "Coroné perdices a 110"
Chema y Quique.-
Verbigracia.
Cafetería California, Madrid,calle Goya, otoño del 68.- Chema de Jovellar, joven cliente, de renombrada familia del Barrio de Salamanca, espera en la barra tomandose un Chivas Regal. Epatante, está diciendo a los camareros que ha quedado con su amigo Quique de Alburquerque, conocida familia de aristocrátas y financieros. Chema tiene muchas ganas de hablar y de que todo el mundo sepa que su papá se ha comprado un espectacular deportivo italiano.
-Pues sí, Rufino. Papá se ha comprado un coche nuevo. No veas..Ya tenemos cuatro en el garaje. Es Alpha Romeo. No sabes como es…¡rojo!, rojo como te diría…
-¿Rojo pimentón?- contestó Rufino,( uno de los camareros a quién Chema conocía y le daba la brasa cada vez que le cogía por banda)
-¿Pimentón?. No seas bruto Rufino…¿Cómo va Papá a comprar un coche pimentón…?. Es un rojo con matices. Eso, un rojo matizado…eso es. Es ese rojo que suele verse en los rótulos de algunas tiendas en Chelsea, ese barrio de Londres, ya sabes…
-Pero mire Vd. D. José María, si es rojo y Vd. dice que matizado, con matices…
-Bueno, luego hablamos, está entrando Quique Alburquerque..También es pilarista..
Efectivamente, se acercaba a la barra un joven de unos veinticuatro a veinticinco años, con un vistoso llavero de plata en las manos. Pelo corto, peinado a raya, zapatos “Lotus”, marrón oscuro, chaleco amarillo, de “ochos” en trenza y lana “cachemira”, chaqueta azul, tipo “blazer”, con botones dorados, a juego con su interlocutor, de parecida estética e indumento. Se dirigió a su amigo ignorando sin disimulo al podre Rufino que al sentir que allí sobraba se dio a la fuga, no sin antes maldecir por lo bajo con un, más que susurro, “pijos de mierda” Se dieron la mano el uno al otro a la vez que se escudriñaban respectivamente los atuendos, para cerciorarse de qué, respectivamente eran dignos de ser vistos el uno en compañía del otro. En sus muñecas sendos relojes Rolex de piloto de F1.
-Hola Chema, que tal…
-Estaba contándole a Rufino lo de….-Le apostilló Chema
-¡Coroné Perdices a 110 por hora!
-Lo de…..
-Fue una gozada…el “biplaza” de Papá berreaba como los corzos, el sábado pasado en Cotoviñuelas…
-Quique, no me dejas hablar…Sigues como siempre, no cambias.- Dijo Chema, frustrado por no poder meter baza y contarle el notición del coche de Papá.
-No digas tonterías, estaba hablando yo, contándote qué..
-No sigas, no te repitas. Déjame que te diga una cosa…..-Insistía Chema
-Ya se lo que me vas a contar..Por lo tanto no me lo digas…
-¡Cómo eres Quique!, no seas imbécil y déjame contártelo, que al final me vas a obligar a decirte un taco de los de pecado mortal.-Amenazó Chema enfadado.
-Mira Chemita, cuéntalo si quieres, pero recuerda que luego te diga una cosa que va diciendo vuestro chofer, ese palurdo que guía como un taxista de Roma.
-Y qué dice ese…Rogelio.- Preguntó Chema intrigado…
-Que está buscando trabajo en una casa respetable… Que pasa por todo menos por eso, Que hay cosas que no, no y no pueden ser.
-No entiendo nada Quique, suéltalo de una vez….
-Que tu Jefe se ha comprado un coche rojo matizado…
-Bueno, pues eso es lo que trato de decirte…¿ Y lo de ese hortera Rogelio…? Cree acaso que somos rojos los de mi familia y por eso se avergüenza..
-No. Dice que en tu casa las cosas no son lo que parecen… y que el Alpha de tu jefe es rosa, rojo con matices… Pero claro, como tú siempre fuiste daltónico
Dime si es esto o no a lo que te refieres.