Imaginaba una reacción así del padre Loring, pero pensaba que los demás sabéis de qué va esto de la F1.
Puede que los primeros cinco años fuera una competición entre señoritos para presumir de vehiculo, pero en cuanto empezó a trascender y a regularse se convirtió en un negocio.
NEGOCIO
Y ha sido un negocio la pasada década, la anterior, la anterior y, por supuesto, la que vivimos ahora, por mucho padre Loring que quiera defender sus ideas disparatadas.
Como negocio necesita patrocinio, buenas relaciones con gobiernos locales, calar en la audiencia, pero sobre todo, fabricantes dispuestos a venderles equipamiento (desde motores hasta combustible, neumáticos o tornillos). El que piense que la prioridad es la velocidad y ser el espectáculo que necesita para dejar de mirarse la barriga un par de horas, está equivocado. Todo eso es secundario. Hasta los pilotos necesitan aportar dinero para subirse a un monoplaza.
Si ahora mismo la tendencia son los motores híbridos, pues los motoristas quieren tener presencia en la F1 con motores híbridos. Las 24 horas de Lemans hace años que permite coches diesel y nadie dice nada. Es normal que al principio sea dificil, y que los problemas desdibujen un poco la fiesta de la velocidad, pero hay que ser idiota para desear que los F1 alcancen velocidades como las de finales de los 90 cuando los circuitos no están diseñados para facilitar adelantamientos con esas prestaciones. Por eso se introdujeron los neumáticos rayados, se quitaron cilindros, se redujeron los centímetros cúbicos, se elevaron los alerones traseros, etc.
El que quiera ver velocidad bruta que se vaya a ver los coches esos estadounidenses con ruedas de tractor detrás y de bicicleta delante. Es muy divertido ver como corren y se prenden fuego o se matan contra el muro.
En fin, no quiero perder el tiempo en discusiones que parecen del hilo de futbol. A mi me aburrió un poco la carrera de Australia, como suele aburrirme todos los años. Es casi una tradición. Los equipos llegan apurados de tiempo y hay muchos cambios que necesitan asumir. Quizá se merecen algo más de tiempo de pruebas previas al campeonato, pero esto perjudica a las escuderías más humildes. Es complicado.
Dicho esto, y sorprendido (como siempre) por Alonso que condujo 14 vueltas cambiando manualmente entre propulsión a gasolina y eléctrica, creo que no hubieron grandes sorpresas. Me gustaria saber si el problema de Vettel fue parecido y no pudo trabajar manualmente o simplemente no quiso. Supongo que lo primero. O probablemente fue otra cosa.
Lo que más me sorprendió fue los problemas de informática de Lotus. ¿Aún estamos así? Una mala gestión del motor pasa casi por desconocer qué es lo que tienes entre manos.
Y Williams me parece que este año se va a arrepentir por no tener un buen par de pilotos. Botas no estuvo a la altura con Alonso y a Massa ya lo conocemos. Pero la política de Williams de pagar poco a sus pilotos tiene estas cosas. Tampoco hay que irse al otro extremo como hizo Toyota ofreciendo el mejor contrato de la parrilla a Ralf Schumacher; una cosa razonable es encontrar un término medio.
De todos modos, hablaré con Ecclestone para que se incluyan en los escapes un filtro resonante.