Es la figura que hace de técnico cuando la banda no viene con técnico, cosa que, muchas veces, agradecemos. Y no por el sentido que, como mínimo, tocarás mesa (no es mi caso), sino justamente porque sabes que el equipo seguirá funcionando a la perfección. Pero, ante otro técnico de banda, el auxiliar es quien convierte los deseos del técnico en órdenes y el que, en definitivas cuentas, ayuda al técnico de turno a sonsacar el mejor sonido que él sea capaz de ofrecer.
Con los cabezas de cartel no hay problema (o no suele ser habitual, puesto que excepciones, las hay), puesto que el técnico que viene tiene los conocimientos suficientes como para trabajar bien y, además, como que en la mayoría de casos antes de monje ha sido monaguillo, entiende a la perfección tus objeciones y soluciones como asistente de PA. En mic aso particular, aunque no es imprescindible explicarlo aquí, ser un técnico conocido de grupos hace que, cuando hago asistencias, la comunicación sea mucho mejor, por la confianza y, sobretodo, la amistad que nos une entre los conocidos. Esto último, tanto da en esta entrada.
Admiro esta profesión y la defiendo a capa y espada. Y me encanta que las cosas salgan bien y, si hay problemas, soy el primero en solucionarlas. Soy el primero que, como asistente, le indico al de la mesa que tiene clips en algunos canales, y no como "cahaval, que me vas a joder el equipo", sino sencillamente porque sé que seguramente el técnico está más concentrado en una cosa que en otra y que si le comento eso reaccionará mucho mejor. Así las cosas, suelen agradecérmelo posteriormente. O avisarle que hay descontrol de graves, que se acerca al clipping, que se le va la mezcla, etc. Todo constructivamente, en aras que el público (pague o no entrada) disfrute de la actuación.
Pero cada vez es más normal encontrarme con imbéciles que vienen a la mesa. Amigos de mis amigos que ostentan el título de técnico de sonido como yo podría ostentar el de doctor en filología inglesa, medicina preventiva o experto en relaciones diplomáticas de carácter internacional. He descubierto (como seguramente muchos otros han vivido) que cuanto más imbécil es un técnico de estos más incoherente, incapaz e inútil son sus conocimientos. Suelen empezar el día sin decir ni tan siquiera buenos días (o tardes), por que lo cambian por un "eso está mal". Tus avisos se convierten en amenazas que traducen con un "no me toques los huevos" y acaban con mi paciencia.
Hasta hace poco lo tenía claro. Ante mezclas aberrantes, injustificadas, adición masiva de plug-ins que distorsionan la señal (y ya sabemos qué pasa en los altavoces entonces) y otras sandeces o bien avisaba al ingeniero de sistemas para que protegiera todavía más el equipo (mayor compresión, menor nivel de salida, limitador al máximo y hasta desconexión de subs) o lo hacía yo mismo si el procesador está en control. Pero últimamente, desde hace un par de años, me estoy atreviendo a sacarlo de la mesa. No al primero, pero al tercer o cuarto día entendí que para hacerlo bien lo primero era avisar al manager de la banda que me disponía a hacer esa acción, lo que me resta problemas a corto plazo. Normalmente, esta persona ajena al grupo (pertenece a una oficina), es consciente que está pasando algo malo y que mi "propuesta" mejorará el producto, que es lo que le interesa (y así poder venderlo más). Luego, paso a la invitación educada y, si no funciona, agarro al técnico y le impido tocar la mesa de la que soy responsable.
Entonces hay dos opciones: si el susodicho lo entiende, no ocurre nada y se pone a ayudar en la consecución del sonido (me dice lo que quiere y yo lo hago) o bien se cabrea y se va a llorar a cualquier esquina, cosa que no me importa en mi objetivo de contentar el público.
Nunca he tenido graves problemas con ello, a excepción de uno, de reconocido prestigio curiosamente, que enfadado ante tal situación volcó la mesa de control, lo que supuso suspender el concierto y una factura de reparación muy generosa que fue abonada a la empresa de alquiler unos cuantos meses después.
¿Hasta qué punto debemos poder realizaar estas acciones como asistentes de PA? ¿Realmente nuestro trabajo en este campo se contiene al mantenimiento del equipo o tenemos que ir más allá y estar atentos con el resultado final? ¿O lo mejor sería limitar y limitar más el equipo que, además, suele incluir un "este equipo es una mierda, por eso no ha sonado bien" dilapidado por el técnico de pacotilla de turno?
Escucho.