#6409 Qué, no te ha parecido interesante el artículo sobre los orígenes sionistas de la inmersión lingüística obligatoria en catalán ?
“La enseñanza reviste en Israel una importancia singular. Porque aparte de ser la base normal de desarrollo del país –como la enseñanza lo es siempre, en cualquier otra nación-, la política de la educación persigue en Israel otras dos finalidades concretas de vital importancia. Por una parte, la educación es el vehículo más adecuado para fortalecer el sentimiento de conciencia nacional, para suscitar en el ánimo de todos los israelíes el convencimiento de pertenencia a un estado, a un país, a una patria. Por la otra parte, la instrucción de las generaciones jóvenes es, sin duda, el medio de compenetración más eficaz entre los dos grandes grupos humanos que constituyen la población del país: los habitantes autóctonos –los nacidos en el nuevo Estado de Israel- y los inmigrantes, los judíos que procedentes de las más distintas partes del mundo, llegaron a partir de 1948 para aposentarse en Israel. (…) La educación del pueblo –y solamente la educación del pueblo- puede generar en Israel una población homogénea” (artículo de Luis Bettonica en La Vanguardia española de 14 de septiembre de 1971) [http://hemeroteca.lavanguardia.com/preview/1971/09/14/pagina-42/34293318/pdf.html?search=kibutz ]
¿No se imaginan a Jordi Pujol, en 1971 –contaría entonces con 41 años-, leyendo el anterior artículo, desde el confortable sillón de su despacho, en un contexto impuesto por la dictadura franquista de no oficialidad para su lengua materna catalana -lo que, posiblemente, le llevaría a experimentar en el mejor de los casos un cierto rencor-, divagando, desde su nacionalismo ideológico, sobre cómo haría posible su “construcción nacional” (precisamente había abandonado hace unos pocos años la cárcel como consecuencia de los sucesos del Palau contra la dictadura e inmediatamente había comenzado una nueva línea de actividad política con el eslogan «Construyendo el país», con la que pretendía aumentar el nivel de conciencia nacional de los catalanes y crear instituciones tanto culturales como financieras suficientes para el desarrollo de Cataluña) [fuente Wikipedia:
http://es.wikipedia.org/wiki/Jordi_Pujol]. Seguramente creería ver la luz al conocer de la existencia del modelo de inmersión hebreo –que, por otra parte, hasta cierto punto era voluntario-; reflexionaría sobre el contenido de artículos como el anterior y su posible adaptación a su programa de “ingeniería social” para el futuro, cuyos máximos destinatarios serían los trabajadores inmigrantes y las clases populares de origen castellanoparlante de la conurbación de Barcelona… y llegaría, a modo de conclusión, a la “solución final” de su inevitable imposición, de forma obligatoria, contraviniendo una de las recomendaciones pedagógicas internacionales para la adopción del referido sistema: su voluntariedad. ¿De verdad no se lo imaginan, como me sucede a mí, conociendo como conocemos hoy al personaje y observando en perspectiva las décadas en la que ostentó la representación de la Generalitat de Catalunya, máxima institución del autogobierno catalán?