PSGirl escribió:
Hay cosas que con la simple observación se demuestran.
No hay más que observar un jp8080
PSGirl escribió:
Pero no estoy de acuerdo en que se pueda decir así, alegremente, sin nada que lo pueda demostrar, que todo esto es algo "biológico". Yo más bien apoyo la posibilidad de que sea algo social, como ocurre en muchos otros campos del conocimiento.
Las diferencias biológicas entre un hombre y una mujer, son también evidentes, NO somos iguales biológicamente, por fortuna. Esas diferencias han establecido que "lo social" tenga una forma determinada y no al contrario. La música es un impulso de manifestación estética, con fines de exhaltación de la belleza, con una pulsión eminentemente seductora, el hombre necesita cortejar y seducir a la hembra, y para ello desarrolla y despliega una suerte de artes, destinadas al cortejo y a la cópula como finalidad absoluta.
La cópula a su vez como anhelo natural de transcendencia biológica, así como su práctica habitual, para obtener además la recompensa natural de alejamiento de la muerte, el reencuentro con el estado feliz del periodo de la lactancia, todo un entramado de circunstancias y realidades naturales que tiene como resultado final el desinterés natural de las mujeres hacia el arte y hacia muchas más cosas que tienen su origen en "lo masculino" del ser humano. Todos tenemos una parte masculina y otra femenina en nuestro ser, de forma natural, "aunque en algunos casos más o menos equilibrada".
El hombre tiene más de másculino que la mujer, y por eso destaca infinitamente más en la música, no solo en la producción, si no también en la complejidad de la habilidad y su desarrollo evolutivo a través de los tiempos.
Esto no es ni bueno ni malo, como ni bueno ni malo es que el cielo sea azul, la mujer no necesita hacer música porque és música, la mujer es el útero de la vida y la finalidad natural del hombre, la música solo es algo bello que lo femenino induce a lo masculino, una emulación remota de la belleza de la mujer, que el hombre exhala desde su primigenio anhelo.