Y ahí voy: tu profesor de filosofía tiene razón, pero solo parcialmente. En efecto, la filosofía y el arte solo se dan en las sociedades que producen un excedente, ya sea mediante el trabajo esclavo o mediante altos niveles de productividad (como nuestras sociedades actuales). En estas sociedades no hace falta que todo el mundo trabaje todo el tiempo, y al haber ocio exíste la posibilidad de dedicarse a tareas artísticas y/o intelectuales para las que no tendrías tiempo de otro modo.
Sin embargo, Atenas no fué la única sociedad de la antiguedad que tuvo esclavitud, ni siquiera fué la que más esclavitud tuvo, y sin embargo solo ahí se desarrolló la filosofía. No en Persia, por ejemplo, ni en Esparta. Tampoco en la actualidad hay la misma producción artística e intelectual en todos los sitios, incluso habiendo los mismos niveles de disponibilidad de tiempo y recursos.
Esto quiere decir que habrán otros factores, y que no basta asegurar que unos cuantos puedan vivir rascándose el higo para que haya creación e innovación artística.
Vamonos justamente al enemigo de Grecia en la antiguedad: Persia. ¿Qué diferencia había entre la Persia antigua y la Grecia antigua? Entre otras cosas, Persia era un estado centralizado y teocrático, organizado verticalmente, y donde todo dependía, en última instancia, de la voluntad del rey y/o de sus subalternos. Con ese nivel de autoridad no podía haber creación artística, ni intelectual: el artísta persa se tenía que conformar con repetir siempre lo mismo, para el agrado de su clase dominante.
Este mismo fenómeno ocurrió muy notablemente en otra sociedad antigua: Egipto. Durante miles de años los egipcios repitieron el mismo arte, las mismas figuras con el mismo estilo. No cambiaron prácticamente nada.
Eso mismo ocurre hoy en día con la música. Por suerte, no se nota tanto como en egipto, pero lo cierto es que el mercado de la música está dominado por empresas que quieren producir una y otra y otra vez más o menos lo mismo, porque ya saben que funciona, y no les importa el arte, ni la gente, ni nada de nada: tan solo la pasta. Para eso son empresas!!
Ahora tenemos la posibilidad de paulatinamente ir dejándoles afuera, de librarnos, gracias a la tecnología, de esta especie de esclavitud creatíva que tenemos a los sellos discográficos... Y entonces tu vas y les defiendes...!!!
No acabo de entender por qué, honestamente. Venga, convencete ya...
Salu2.