1- Odio profundamente los villancicos navideños. Me estomagan esas letras absurdas y carentes de significado (en el mejor de los casos). A su lado las letras de King África son merecedoras de un premio Nóbel de literatura.
Y por lo visto es obligatorio escucharlos: en tu trabajo, en las tiendas, en los politonos de los móviles...incluso por la calle. Me gustaría conocer al iluminado de turno se le ocurrió instalar esa megafonía para darle las gracias personalmente.
Por si no teniamos suficiente con los villancicos tradicionales supurando falso amor y fraternidad, por si no teniamos suficiente con los villancios rocieros... encima a alguien se le ocurrió un día que nuestro sufrimiento podría ser llevado al extremo del horror dando una vuelta de tuerca más: villancicos reggaeton...
Mi repugnancia hacia los villancicos no entiende tampoco de lenguas. Me asquean por igual los cantados en castellano, en inglés, e incluso los villancicos bilingües.
Musicalmente siento nauseas con esas melodías facilonas, repetitivas y asquerosamente pegadizas, esos arreglos empalagosos, esas voces angelicales (por cierto, utilizar a niños para perpetrar villancicos debería ser considerado como una flagrante violación de los derechos del menor), esas campanillas,... simplemente vomitivo.
Podría citar decenas de razones más. A ver dónde están esos Grinch del foro...