Podremos usar multitud de trucos tecnológicos como mezclar con instrumentos electrónicos y LASS, llevando un fraseo sencillo y nos quedará de perlas… Pero si usamos los divisis, instrumento por instrumento, con los desarrollos y las leyes de la armonía de la música en éstas librerías de cuerdas, seguro que causaremos un efecto abrumador a las personas que escuchan nuestra música, incluso un director de orquesta profesional le costaría distinguir de lo qué es real y de lo que no. No es fácil orquestar con las nuevas librerías de cuerdas. No es poner un PAD de cuerdas por ejemplo y una melodía con violines I y II. Hay que ponerle sus intervalos de cuarta, o de quinta, una octava por arriba o por abajo, que cada instrumento tenga esa voz para comunicar ese sentimiento. Podemos usar rítmicamente las cuerdas en forma de ostinato, o usar el A.R.T. de LASS que nos ayudará a darle más cuerpo a nuestra composición. Pero si tenemos los conocimientos necesarios del papel que suele hacer cada sección de cuerdas en la orquesta nos irá mejor, pues le estaremos dando más impulso a lo que queremos transmitir con nuestra música.
Con la llegada de éstas maravillosas librerías tendremos que tener ciertos conocimientos de armonía, los violines I y II, las violas, cellos y bajos, son voces que tienen su propio color, con las que podemos jugar pero tienen que quedar bien entrelazadas entre sí. A mí personalmente, no me resultará fácil cuando adquiera una de éstas librerías, ya que hay que usar distintas voces para que “el todo” suene armónicamente: BIEN, sin escusas de no poseer el equipo apropiado. Desde el punto de vista de la armonía y ejecución, tienen que estar en su sitio, independientemente del tipo de música que se haga. La delicadeza de las articulaciones, los portamentos, legatos…etc. Pongo un ejemplo de cómo componía los compositores románticos las cuerdas o autores del siglo XX como Samuel Barber y su célebre “Adagio para cuerdas”, es simplemente hermoso y virtuoso desde el punto de vista compositivo.
http://www.youtube.com/watch?v=lV3SHBFyDZM
No trato de compararnos con los grandes compositores sinfónicos que forman parte de la historia de la música, sino aprender de los maestros y aportar nuestra humildísima aportación al majestuoso mundo sinfónico, para desarrollar así nuestras composiciones con las librerías de cuerdas. Cuanto más conocimiento tengamos, mejor nos irá.
El alma del tutti orquestal está en las cuerdas, y habrá que mimar mucho LASS o Hollywood Strings de EW para que todo suene como nosotros queremos.