djreality escribió:Hola, me gustaría que me resolvieran estas dudas:
¿Cómo se hace para destacar el modo en el que esté (por ejemplo mayor o menor) sin utilizar al principio o al final la tónica del modo en cuestión?
¿Para crear tensiones hay q seguir algún tipo de regla?
¿Cuando estoy en la menor por ejemplo (me refiero a estar en tonalidad sin alteraciones daría igual do) se puede intrucir alteraciones o hay q ceñirse a las "no alteraciones" que marca el modo y por consiguiente si estoy haciendo una triada en do (do mi sol) se podría convertir en aumentado, disminuido, menor etc (DO MI SOL#, DO MIb SOlb y DO MIb SOl respectivamente) sin cambiar de tonalidad o al introducir estas alteraciones me estoy llendo a otra tonalidad?
Muchas gracias por todo, esto
Con respecto a la primera pregunta, si te estás refiriendo a la escala menor armónica la forma más simple es viendo si el séptimo grado (subtónica) está aumentado un semitono, de manera que quede sensible. Es su uso más habitual, y casi nunca falla. Ahora bien, el problema entra, por ejemplo, en la escala frigia, o en las otras menores que se refieren al modo. Creo que si te quieres asegurar al 100% la tonalidad de una obra tienes que solfear (o imaginar en tu mente si tienes buen oído) los 4 primeros compases, o los 8 primeros. Ningún compositor, creo, se ha atrevido a no presentar la tonalidad dentro de estos compases. En todo caso, no sé para qué quieres otro método, el que mencionas es uno de los más efectivos.
Con respecto a la segunda pregunta, las tensiones las creas cuando juegas con la tonalidad. Si no pones alteraciones en la obra, olvídate de que crearás tensión (a menos que vayas a hacer una cadencia, y en lugar de ir a la tónica vayas a otra, como a la submediante, a la mediante). También depende si es en modo mayor o menor, generalmente las tensiones las crearás en un modo menor, porque tienes, casi por defecto, la alteración de la séptima, con la que puedes jugar mucho, o bajar, melódicamente (por ejemplo, sol menor), sol, fa#, mib, re, dejando ese intervalo de tercera menor en el descenso, que crea tensión. En la escala menor siempre podrás crear más tensión, tocando, en sol menor, un la bemol mayor, o la cadencia con un la mayor, re mayor y sol menor. Siempre tendrás más alteraciones.
En el modo mayor es más complicado, pero a veces más efectivo también. Por ejemplo, ir saltando con terceras mayores, marcando acordes mayores (por ejemplo, re bemol, fa y la, todos mayores) crearás tensión, y siempre da pie para modular a otra tonalidad, o ir bajando con cuartas, a lo Chopin, como ser: sol, do, fa, sib, mib, lab, reb, solb, si, MI, y marcar el mi, cayendo en otra tonalidad (partiendo desde Do mayor). La tensión siempre será subjetiva, pero, al menos a mí, estos cambios me generan tensión. También la velocidad influye.
La tercera pregunta es la más fácil de responder. Todo depende de cuánto alteres. A veces, por armonía, es mejor no cambiar (visualmente, o sea, en la partitura, con la armadura) la tonalidad de una obra. Suponte, tocando en do mayor tocas un si bemol, evidentemente darás pie a fa (menor o mayor), y desde este fa siempre puedes volver nuevamente a do, entonces no conviene cambiar de tonalidad. Ahora, si es un cambio muy brusco, es mejor cambiar la armadura. Por ejemplo, un cambio de tonalidad que siempre me costó leer, en Ballade, Op. 23 de Chopin, él nunca cambia la armadura, a pesar de que hay momentos en los que los cambios de tonalidad son evidentes. Como sol menor ocupa bemoles, cuando los cambios agregan bemoles, no es tanto, como cuando pasa a mi bemol mayor en una parte, pero en un momento ocupa mi mayor, con sostenidos, y se crea una verdadera orgía de alteraciones, que casi marea, y complica la lectura. No culpo a Chopin, era su estilo, uno sabe, leyendo biografías, que siempre le gustó dejar la partitura así, y agregar muchas tonalidades, porque le gustaba escribir las partituras. Si uno las ve, son unas de las partituras más lindas que se han escrito.
Saludos.
