De todas maneras, estoy de acuerdo con Vagar. Un profe es lo suyo.
Muchas gracias. Haré lo que pueda, a ver a dónde llego.
Por cierto, acabo de encontrarme con unos libros titulados "Tratado de entonación" de Adelino Barrio. Parece ser un tratado enfocado específicamente en la entonación, como complemento a las lecciones de solfeo. ¿Lo conocéis? ¿Es aconsejable?
También he visto los libros de Germán Romero. ¿Qué libro me recomendais? Hay uno que se llama "Formar el oido", y luego una serie llamada "Escucha-Imagina-Representa".
He echado un vistazo al índice del primer libro del "Tratado de entonación" de Adelino Barrio. No me convence, por lo menos como libro de autoestudio: 87 páginas para todo ese material es muy poco, supongo que está más bien pensado para servir de apoyo a un profesor. Por comentar algo que me ha llamado la atención, tampoco creo que usar un arpegio para aprender el intervalo de sexta sea la manera más eficaz de estudiarlo; yo prefiero trabajarlo como inversión del intervalo de tercera, un arpegio conlleva demasiado "equipaje" tonal.
De Germán Romero yo diría que "Formar el oído" responde mejor a tus objetivos y circunstancias.
#21
Entendido. ¡Muchas gracias de nuevo!
Después de ver los libros, me gustaría comentar un ejemplo sencillo de lo que aporta un profesor y a lo que se renuncia si se carece de él.
Lo primerísimo que un profesor hace antes de empezar a trabajar es un pequeño análisis del registro vocal del alumno. De esa forma puede adaptar los ejercicios a ese registro, trasponiéndolos para evitar octavaciones innecesarias.
Por ejemplo, si se trabaja un intervalo descendente, la nota de destino (o su octavación más cómoda) no debe situarse por debajo de la nota más baja que el alumno puede cantar. Esto se va complicando a medida que se amplia registro auditivo (no vocal) y los ejercicios empiezan a encadenar varias notas.
Tomemos un ejercicio de nivel intermedio para estudiar la sexta mayor, que es entonar dos sextas mayores descendentes consecutivas, resultando en un rango total de una 11ª aumentada descendente. Para un barítono típico, por poner un ejemplo, un buen punto de partida vocal podría ser alrededor de D#4, pasando por F#3 y terminando en A2. Para otro tipo de voces habría que trasponerlo adecuadamente.
Obviamente un libro no realiza ese trabajo. Sería plausible programar una aplicación de entrenamiento que tuviera cosas como ésta en cuenta, pero habría que hacerlo por amor al arte, porque sería un producto dirigido a un nicho pequeño y cada vez más menguante.
Afortunadamente tengo ese punto cubierto, ya que soy desarrollador web. He recibido ya el libro de "Formar el oído", y tras un vistazo por encima, creo que voy a poder programar el papel del profesor sin problemas.
No me preocupa que el nicho sea pequeño. Con que me sirva a mí me conformo. Si le puede servir a alguien más, genial. De hecho, pensaba en mi hijo, que nunca ha mostrado gran interés en estudiar música, pero recientemente hemos descubierto que tiene oído absoluto y está entusiasmado con este hecho. Tiene 11 años, y de momento no nos podemos permitir apuntarlo a un conservatorio/escuela o contratarle un profe.
De todas formas, a manera de curiosidad, ¿por qué es un nicho menguante? ¿La gente estudia cada vez menos música? ¿Los nuevos "músicos" son más de autotune y rap? ¿O te refieres a que nadie estudia por su cuenta?
#25
Sí, nos hemos dado cuenta tarde. En fin, quizá para el año que viene. De todas formas, donde vivimos no hay conservatorio cerca, igualmente tendrá que ser una escuela.
Yo estudié entonación hace varios años. El método que a mí me funcionó muy bien fue crear largos archivos de notas escritas al azar (dentro del rango cantable con comodidad) con musescore, y luego tratar de ir entonando. En unos pocos meses cantaba sin dificultad notas sin alteraciones. Luego fui metiendo alteraciones, una a una, y con paciencia va saliendo, hasta cantar cualquier nota cromática escrita.
#27
Me parece muy interesante, lo tendré en cuenta. Gracias!
#27
Acabo de leer este post de citado. Ciertamente es un sistema (que bien ordenado) puede resultar efectivo. Pero hay un problema: Si tu oído no es muy fino y no tienes a tu lado una persona (ejemplo un profesor o alguien con un oído muy fino) con la capacidad de captar que lo que tu repites no está bien afinado, puede ser peor el remedio que la enfermedad.
Dices que te ayudaste de Musescore. Vale. Yo, en este caso recomendaría otra aplicación mucho mas completa (para esta tarea) que es Harmony Assistant. Tiene muchas posibilidades para el aprendizaje, aunque como dije (depende de las circunstancias) debería ser tutelado.
En el vídeo (generado por el propio programa) se ve y escucha una entonación de notas casi todas en tonalidades mayores. Casi puesto al azar, sin pretensión de que esté ordenado como debería ser.
Archivos adjuntos (
loguéate para descargar)