Por ejemplo, cuando grababa las trompetas, tenía que hacer que los trompetistas apuntaran ligeramente hacia un lado del micrófono, a una distancia dos veces mayor que el resto de intrumentos, porque aún con pantalla en el micro se alcanzaba a apreciar el aire producido por el soplido y no era nada agradable.
Luego a los violines era necesario dejarlos resonar un poco, así que removía uno o dos paneles acústicos o los colocaba en otro lado (eran móviles). Y de ser posible, trataba de grabar más de un violin a la vez, y quizá hasta dos tomas, ya que con una sonaban muy delgados.
Guitarras se debe colocar el micro (si es uno) no directamente en hoyo sino más bien hacia donde está el doceavo traste o algo así, para evitar el exceso en graves. Pero todo eso se consigue con experimentación. Considero que no hay mejor equipo que uno saber como hacer las cosas.
Por cierto, no grababa en una cabina pequeña, pero más bien en una sala suficientemente grande como para colocar todo el Mariachi si fuera necesario. Ese tipo de música en una cabina pequeña sencillamente no funciona, a menos que sepas muy bien cómo grabar lo más seco posible y sepas cómo reproducir los ambientes artificialmente, que no recomiendo.