http://www.elmundo.es/espana/2015/04/16/552eb3c9e2704e972c8b4578.html
Alguien escribió:En el colegio católico concertado de El Clot, antiguo centro de reunión de los trabajadores de la metalurgia durante los años 70 en Barcelona, los curas hicieron la revolución el pasado mes de septiembre. Se cargaron los libros de texto, la semana de exámenes finales y el tradicional esquema de asignaturas, derribaron tabiques y tiraron a la basura las tarimas. Los viejos pupitres de color verde pálido fueron reemplazados por sillones chill out. Modernizaron todo, hasta los crucifijos. Ahora son de una sencilla madera nórdica y ha desaparecido de ellos la figura del Cristo agonizante.
Alguien escribió:
Al séptimo día descansaron y se encontraron con que habían instaurado en las aulas una especie de teología de la liberación (más bien habría que llamarla pedagogía de la liberación), con un aprendizaje basado en el trabajo cooperativo que huye de verdades absolutas y plantea preguntas abiertas en un barrio de inmigrantes y familias humildes.
Alguien escribió:El ruido, por ejemplo, es frecuente en el aula. Los maestros no mandan callar. "Si estuvieran en silencio, no habría trabajo en equipo", explica Jordi López, uno de los tres profesores que tienen los 43 alumnos de 5º de Primaria B. A su espalda, cuatro niños de 10 y 11 años consultan el portátil subidos a una grada, mientras otros tres ponen pegamento en una cartulina desplegada en una mesa circular y dos más diseñan un coche teledirigido repantingados en un sillón. Se sientan como quieren. "Se autogestionan". Es una clase, pero todo el mundo dice que aquello parece Silicon Valley.