Cierto. Pero es que tanto Windows 8.1 como OSX Mavericks han causado problemas menores pero incómodos en la versión actual de Sibelius.
Teniendo en cuenta lo que ha pasado este último año con el desarrollo de Sibelius y sabiendo cómo es esto de programar un programa tan complejo como un editor de partituras es mucho esperar que un nuevo equipo de programadores pueda tener disponible una versión realmente con novedades importantes en cosa de menos de un año.
De momento un voto de confianza al nuevo equipo que parece que trabaja a pesar de la panda impresentable de jefes que tiene la empresa madre y de la deleznable gestión del anterior jefe de la empresa.
El punto bueno es que se reconoce que se trata de una versión intermedia, con algunas novedades pero no grandes novedades (aunque esto siempre depende de las necesidades de cada uno).
Otro dato que puede haber precipitado esta versión intermedia, anterior a la 8, es la inminente versión 2014 de Finale que tampoco parece será una versión radicalmente nueva sino una mera adaptación a las novedades de Windows y Mac que también han causado problemas menores en Finale. La competencia sigue y eso siempre es bueno.
Incluso es posible que se estén esperando noticias del nuevo frente abierto por Steinberg para incorporarlas a Sibelius 8 como la compatibilidad con SMuFL o la decisión sobre el polémico Ribbon (cinta de opciones) En este aspecto, si se decide continuar con este interface debería adaptarse a las novedades introducidas por Microsoft que permiten ocultarlo totalmente y tener una pantalla vacía solo con el documento a la vista, basta arrastra el ratón a una zona con tres puntos para ver de nuevo los menús o el ribbon. Es una apuesta interesante hacia dónde iba la adopción del Ribbon por el anterior equipo, poder tener toda la pantalla para la edición, papel en blanco. Pero sigue cobrando fuerza la opción de volver a un aspecto basado en menús. Claro que esta opción plantea el problema de su usabilidad en pantallas táctiles, especialmente de pequeño tamaño, en la que desplegar los menús oculta todo el trabajo a la vista.
En todo caso son cuestiones que se desvelaran en la versión 8 y que no son de esperar en la 7.5 que esta vez cuenta con una confirmación casi oficial de que verá la luz en breve.
Será una oportunidad de descubrir de qué cosas son capaces los nuevos de Sibelius. Y tienen que aprovechar antes de que Steinberg mueva ficha puesto que parece que saben muy bien lo que quieren y cuentan con la ventaja de partir de cero con la posibilidad de aprovechar todas las ventajas de los nuevos sistemas operativos.