Había pensado titular el hilo de forma más incendiaria: ¿"Música culta contemporánea o tomadura de pelo subvencionada?" para que resultara memorable, pero al final me he rajao.
Aunque a lo mejor no vendría mal, antes la gente se desafiaba a duelo por estas cosas, y quizá sea eso parte del problema que hoy se nos plantea.
El caso es que hoy he leído un artículo de El País ("¿Sonará mañana la música de hoy?") que me ha traído a la memoria la discusión en la que en cuatro posts descarriló aquel pobre hilo titulado inocentemente "Duda notación musical".
Dejo, pues, creado el hilo. Bien para avivar la sempiterna discusión entre la tradición y la experimentación, bien para tener un hilo legítimo en el que ir colgando de vez en cuando comentarios o noticias sobre la misma.
Alguna, depende de o que se entienda por hoy; la historia se diferencia del periodismo en ser menos urgente, menos zafia y más metódica; el hoy día para el mañana serán por lo menos 50 años, y ahí irá King Crimson, Zappa, Tu Pac (y el mío) o Zawinull.
He leído el artículo de EL PAÍS al que hace referencia el primer mensaje. La cuestión es que la música culta contemporánea va perdiendo oyentes. Pero yo diría que eso no quiere decir que en el futuro no se escuche, no se recupere, pues queda todo el material escrito para esa posible recuperación. El caso es que la gente, y sobre todo la gente joven, no está preparada, no hay una educación musical que lleve al público a los conciertos de música culta actual.
El artículo de EL PAIS me ha parecido muy interesante y recomiendo leerlo.
#4 Madremia de mi vida... Esto es musica culta contemporanea?
Creo que si lo viera entero acabaria cortandome las venas o tirandome por la ventana... Esa gente estan endemoniaos, menos mal que como buen amante de la musica inculta, nome van estos royos...
Por cierto, esto se escucha mejor sereno o hay que drogarse para fliparlo con las imagenes que van proyectando en las pantallas del fondo, neng?
Podríamos plantearnos la siguiente cuestión: ¿la música de ayer se escucha hoy? e intentar dar el salto de inducción. Para dar este salto también tenemos que plantearnos:¿durante el clasicismo, quién escuchaba la música culta? ¿el pueblo llano?
Sí, incluso se escucha música que ha permanecido olvidada durante más de un siglo y medio, como es el caso de Gaetano Brunetti y muchos otros
supertorpe escribió:
¿durante el clasicismo, quién escuchaba la música culta? ¿el pueblo llano?
No, la escuchaba el alto clero y la nobleza. Pero hay excepciones, como es el caso de Mozart y su La flauta mágica, joya indiscutible del clasicismo mozartiano, por poner un ejemplo. También se puede añadir la música religiosa que se oía en los templos.
Repito que lo que no se escucha hoy, puede que se escuche mañana, puede recuperarse.
Hasta el siglo XVIII la realeza y la curia; a partir del XVII la alta burguesía y la nobleza en salas muy restrictivas, a partir del XX el pueblo; en unos años, eso, la población.
No es para tanto; lo que sí es cierto es que la música culta se ha disociado del gusto (no hablo de buen gusto, que a mí este ejemplo no me escandaliza, soy de registros amplísimos); que se ha disociado tanto o más que la pintura y mucho más que la arquitectura de la población, se ha quedado residual, ensimismada.
Pues centrandonos en el titulo del hilo y basandonos en el artículo, parece que realmente hay un peligro de que la música contemporánea no se interprete en el futuro. En fin, si nos fijamos en la programación anual de las diferentes salas de conciertos en España, nos daremos cuenta que practicamente nunca se incluyen obras contemporáneas. ¿Cómo se va a familiarizar el oyente con los lenguajes modernos si nunca los escucha?. El espacio que tiene en radio y televisión la música contemporánea es insignificante. ¿Cuántos de los de aquí conocen repertorio contemporáneo de las últimas 2 décadas? En mi caso, muy poco. Cito del articulo:
Hèctor Parra (Barcelona en 1976). Vive en París desde hace 12 años. Es uno de los grandes de la escena europea. Estrenará próximamente tres óperas (en Schwetzingen, en la bienal de Munich y París). Cree que el gran problema de la música hoy es la educación. “Una sociedad no educada musicalmente consume solo productos destinados a producir dinero y atontar”. Una de sus grandes composiciones es Caressant l'horizon (2011), estrenado en la Cité de la Musique.
¿Quién se enteró en España del estreno de esta obra?
Emilio Galsán escribió:
Acepto que cosas como éstas son difíciles de escuchar:
No creo que se más dificil de escuchar que otra ópera. Estoy convencido de que tu, como buen aficionado a la ópera, la disfrutarías si conocieras el argumento (Interesantísimo, según lo que pone en la descripción de youtube), y estuvierás sentado en la sala del auditorio. Esa grabación de youtube no es muy buena, yo no me la aguanto tampoco, pero debe ser absolutamente diferente la percepción de esta obra escuchandola en directo, y además acompañada de toda la parte visual. Muchas de las obras contemporáneas están pensadas para ser escuchadas en un auditorio, el compositor diseña una esquema de la distribución de los instrumentos en busqueda de efectos tímbricos y planos auditivos, que son imposibles de captar en una grabación. Estás obras son absolutamente visuales, van más allá de la mera parte musical (como cualquier otra ópera), y en este caso, además tiene un argumento científico. Pagaría por verla y escucharla
#11
Por alusiones: de acuerdo que no es lo mismo el directo que una grabación en Youtube. He asistido en directo a piezas contemporáneas y la verdad es que no es lo mismo. No obstante insisto en que son obras difíciles deescuchar, pero yo no he dicho que por eso sean menos interesantes.Es sólo que el oído no está acostumbrado, por eso decía que es una cuestión de educación, como, de hecho, afirma Hèctor Parra: se consume "solo productos destinados a producir dinero y atontar”, refiriéndose, evidentemente, a buena parte de la música de la cultura de masas, no a Beethoven o a Mozart.
En definitiva, estamos de acuerdo: a mí también me hubiera gustado ver esa obra y muchas otras en vivo y en directo.
Yo creo que el comienzo no está conseguido, o a mí no me convence en una primera escucha, suena desorganizado y es difícil encontrarle dirección. Supongo que si las óperas tradicionales incluyen una obertura es por algo, igual que las películas tienen una primera escena impactante.
Pero lo dejé sonando mientras hacía otra cosa y alrededor del minuto 5 estaba otra vez delante de la pantalla bastante enganchado, y lo corté porque no tenía una hora para escucharlo y el sonido youtube a través de altavoces de portátil no es la mejor manera de disfrutar una obra de estas características. Me la apunto por si la representan en Madrid.
Respecto al artículo, a mí siempre me llama la atención este argumento:
Alguien escribió:
la desaparición de la práctica musical en las clases burguesas, como sucedía en el siglo XIX; la fragmentación del conocimiento, que ya no es universal; la progresiva falta de sabiduría musical por parte de los intelectuales
El oído no es lo mismo que la vista, para el ser humano la vista es un sentido más importante en un sentido evolutivo y es natural que tengamos una mayor parte del cerebro dedicada a interpretar la información que nos llega por esa vía. Por contra, otros sentidos como el oído o el olfato necesitan de mayor atención consciente y entrenamiento para conseguir un discernimiento mínimamente comparable al de la vista. Quizá eso pueda explicar por qué las artes visuales (pintura, escultura, arquitectura) se pueden permitir una mayor sofisticación sin perder contacto con el espectador, o por qué es más fácil entrenar a ese espectador en la comprensión de los nuevos lenguajes.
A lo mejor lo estoy idealizando, pero me da la impresión de que el siglo XIX fue un siglo de oro para la música occidental por el incremento de la calidad de vida de una parte significativa de la población, pero previa al advenimiento de la música grabada. Como he comentado alguna vez, en aquella época existía la profesión de "vendedor de partituras", un señor que llamaba de puerta en puerta con su maletín ofreciendo a las mamás de las niñas bien las últimas novedades de los compositores de más rabiosa actualidad para interpretar en familia.
Tener unas mínimas habilidades como intérprete era la única manera de disfrutar de la música cotidianamente, fuera de los conciertos, así que la formación musical era una parte importante de la educación de los burgueses del momento. Lógicamente, ese entrenamiento proporcionaba un discernimiento como oyente significativamente más sofisticado que el del lego.
En el momento en el que las grabaciones musicales entraron en las casas se acabó la necesidad imperiosa de estudiar música.
Si hiciéramos un estudio estadístico del público que asiste a conciertos de música contemporánea, aventuro que el porcentaje de espectadores con formación musical, más o menos académica, sería muy significativamente superior.
Si esta tesis es correcta, me imagino que el futuro de este tipo de música está condenado irrevocablemente a ser minoritario, y quizá cada vez más, si atendemos a las nuevas ayudas a la composición e interpretación que aportan las computadoras.
Para dar este salto también tenemos que plantearnos:¿durante el clasicismo, quién escuchaba la música culta? ¿el pueblo llano?
Lo siento, pero son más tópicos que no se corresponden con la realidad. Normalmente las etiquetas musicales son inventos comerciales para vender discos en el supermercado. No hay música culta, pues si la hubiese existiría la música inculta. Puede que haya música más elaborada, con más recursos y otra más estandarizada, pero ¿no culta? hay muchas canciones pop y rock con armonías y arreglos muy cultos y con letras que son del todo pequeñas obras literarias. Por contra muchas de las arias más famosas de Mozart por ejemplo no son mucho más cultas que muchas canciones pop.
Yo no veo muy cultos fragmentos como este
En el fondo tampoco hay música buena o mala, hay música que despierta interés y música que no. Y eso es siempre algo subjetivo y cambiante.
Este comentario no es sobre una obra precisamente de la música más reciente. Junto con "ruido, esto no es música son golpes sin melodía..."
Alguien escribió:
Los críticos juzgaron la obra «pesada, interminable y deshilvanada».
Pues esa obra tan difícil no es otra que la 3ª Sinfonía de Beethoven.
Respecto a lo que los contemporáneos opinaban de la música de su tiempo es erroneo pensar que Beethoven era considerado el mejor compositor de su tiempo. En esa época triunfaban "grandes" nombres como Paisello (¿alguien lo recuerda ahora?) o Salieri (algo más conocido por su aparición en Amadeus) A Bach le pasó lo mismo, era un raro en su tiempo, una música demasiado compleja, demasiadas notas, etc.
El tiempo hace una criba sobre la música que sigue manteniendo el interés por encima de modas y de escucha fácil, la respuesta a la pregunta del hilo es "el tiempo lo dirá" Estoy seguro de que muchos compositores del pasado se sorprenderían de que su música se siga escuchando hoy.
Respecto al público. No es cierto que la música que hoy de denomina culta (joder, que mal suena esta prepotencia) solo la escuchasen los ricos y los curas. No señor. Los ricos y los curas se podían pagar sus músicos para tener música en casa, igual que hoy se compran equipos reproductores de música de alta calidad. Pero el interés y conocimiento de la música era bastante extendido entre las clases medias e incluso las bajas. ¿De dónde salían los músicos? Los músicos que tocaban en las orquestas no eran nobles, eran del pueblo llano, gente que entraba en coros aprendía música, tocaba un instrumento y se dedicaba a ello como siervo. También escuchaba música. ¿Y los compositores? tampoco es cierto que ni siquiera un número representativo naciese en ambientes del poder.
En aquellos tiempos no había discos, así que la gente del pueblo llano escuchaba música cuando tenía oportunidad de acceder a ella. Las Cantatas de Bach, lo Oratorios o las óperas en determinados momentos fueron un espectáculo de masas. El pueblo llano salía cantando sus temas o incluso participaba en ellas. ¿Dónde está el elitismo? Es posible que muchas obras quedasen fuera de la posibilidad de ser escuchadas pues no existía el concierto público o incluso música como las llamadas sonatas de Scarlatti se interpretaban solo en salones del palacio. Pero ¿Qué tiene una sonata de Scarlatti para ser tan culta como para no poder escucharla y disfrutarla una persona "no culta"?
El mito de que a la gente "de a pie, normal" no le gusta la música "culta" o "clásica" tampoco es cierto. Cualquiera puede hacer la prueba de poner a alguien música "culta" que suena en el cine o los anuncios de TV y la gente muestra gran interés por ella. ¿Qué falla entonces? No se puede amar lo que no se conoce. Así de simple.
Es cierto que en la presentación de la música culta falla la imagen, en un mundo dominado por ella. El uso de instrumentos acústicos choca un poco a los oídos habituados a la perfección electrónica y la falta de armónicos, resonancias, etc. Pero eso se supera con unos minutos de escucha. También la imagen, no es lo mismo ver a un grupo pop o rock con una cantante mona bailando que a unos señores todo serios con trajes de luto y pajaritas, no es que invite mucho a disfrutar de la música parecer que está uno en un sobrio entierro.
Y llegamos al fundamento del tema. La música actual ¿Alguien conoce toda la música actual? ¿Sabe alguien que toda la música actual no es tan disonante? ¿Entre los que la juzgan de difícil o inaudible hay alguien que haya dedicado tiempo a intentar oir la disonancia como color y no como oposición a la consonacia? Como tengo algo de experiencia en ello se que cuando la música se presenta de la manera adecuada, con algo de información básica y preparando un poco a los oídos, si no gusta, al menos resulta interesante.
¿Sobrevivirá todo lo que se escribe hoy? Pues claro que no. Hoy también hay muchos compositores, incluso algunos con mucha fama, que serán los Salieri, Paisello y tantos otros de los tiempos de Beethoven. Si de entonces un 80% de la música ya no nos resulta interesante, ocurrirá lo mismo con la música de ahora. Pero eso es algo que determinará el tiempo y la evolución de la sociedad.
Como ejemplo de música del siglo XX que no son para nada disonantes e inaudibles, incluso para público "no culto"
Arvo Part: Espejo en el espejo. El planteamiento de la obra es muy cerebral. Inversiones e ir alternado bajadas y subidas por la escala sobre una armonía asociada a cada nota. Part ha sido un compositor que ha vendido discos como churros en los años 80 al ser fichado por ECM. (Aunque eso es posible que haga que salga del calificativo de culto, pero no de músico actual)
Shostakovich: Aunque algo más antiguo es música de 1937, posterior a Schoemberg o Herry Cowell. Shosta murió en 19
(Este concierto para piano forma parte de la "culta" película Fantasía 2 de Disney)
V Sinfonía.
Falla: Sí, vale esto es más antiguo, pero es música que aún no tiene 100 años y nos sirve para enlazar con el siguiente ejemplo, más reciente.
Crumb: La noche de las 4 lunas. (1969) Crumb es un compositor aún vivo. Inspirada en poemas de Federico García Lorca. Más disonante, pero tiene algo mágico y es posible que en una segunda o tercera escucha uno la encuentre interesante y enigmática, no para escuchar en una cafetería o un bar de copas, pero si para disfrutar en una tarde de sofá.
Y esto repasando por encima algo de lo que se suele etiquetar como "Música Culta" en el Carrefourt. ¿Acaso no son contemporáneas músicas como las de Morricone, o Hans Zimmer? Ese Gladiator que inspiraba al vestuario del Barca con los vídeos de Guardiola.
O de músicas tan inquietantes que uno no escucharía si no es en el cine.
Aquí el publico no noble ni culto disfruta con Bartok sin tener ni idea.
Y el famoso Requiem de Ligeti, más conocido por la música de la escena del monolito en Odisea 2001
En fin, que músicas hay muchas y momentos para escucharlas también y uno no sabe si le interesan hasta que las escucha en el momento adecuado. No voy a citar aquí el famoso vídeo de Benjamin Zander que será de sobra conocido por todos y que no es más que otra demostración del mismo principio. A las personas le gusta la música, la culta y la inculta, aunque muchas veces no lo sepan.