Max escribió:
por ejemplo...me llaman hijodeputa y le calzo un guantazo a quien me lo ha dicho. Si no me hubiesen insultado....pues no habría guantazo. Quién es el violento? Pues los dos, está claro.
No. Eso no es así. Y aquí, te voy a recordar lo que me dijiste el otro día de "como no hay expertos, estos son discusiones de bar". Pues mira, en estoy tengo varias cartulinas firmadas por instituciones educativas que pone que entiendo un poco, concretamente una de ellas pone "Experto universitario en violencia filioparental", así que de violencia entiendo un poco, y tengo otras que pone que se técnicas de mediación en conflictos, y otras zarandajas. Así pues me pongo a nivel experto y te digo:
- Que el adulto que llama hijoputa a otro en medio de una discusión con la intención de ofender o humillar, tiene un problema de autocontrol y quizá de madurez, probablemente un problema que empieza en la infancia y que seguramente esté fundamentado en modelos educativos inconsistentes o poco estructurados. Pero sólo es una posibilidad.
- Que el adulto que de forma directa agrede físicamente al que le llama hijoputa tiene un problema de autocontrol, de madurez, y una larga lista de problemas aún mayores que en resumidas cuentas pasan por una baja autoestima, un umbral de la frustración por los suelos, una pirámide de valores si no invertida un poco peligrosamente desordenada, y una serie de problemas en su pasado que no voy a detallar porque sería muy aburrido y sólo son posibilidades (o podría ser todo cierto) y que conforman una personalidad contraria a los valores de una sociedad pacífica y en la que la convivencia y la colaboración es la clave de su progreso y su cohesión. Es decir, alguien marcadamente antisocial. Y sí, hay pero que mucha gente antisocial, o que atraviesa etapas antisociales.
El primer rol no representa a alguien necesariamente violento, es un pequeño problema conductual que puede corregirse fácilmente. El segundo es alguien violento sin duda alguna, y en la edad adulta es muy complejo corregirlo, en ocasiones quizá imposible.
Espero y deseo que no encajes en ninguno de los dos roles que he definido, ni de refilón, y que las conductas que narras sólo sean imaginarias o que las conozcas de vista.
Y párate a pensar un poco por un momento lo absurdo que es que a alguien le llamen "hijo de puta" y responda con una hostia. ¿Qué significa que alguien diga algo que no es cierto acerca de la madre de uno o de otro? ¿Qué valor tiene? ¿Acaso no sabemos cada uno lo que somos al llegar a ser adultos? ¿No nos basta con eso? ¿Necesitamos golpear físicamente a alguien por creer que verbalizar esas palabras las convierta en verdad? ¿No estamos realmente al hacer eso dando valor a sus palabras? ¿No estamos representando una inseguridad personal al creer que porque alguien diga eso pueda significar que sea verdad? ¿No es bastante castigo para esa persona que nos trata de ofender negarle el relacionarse con nosotros porque no está a la altura? ¿Acaso no tiene más valor aquel que pudiendo agredir es consciente de su capacidad de autocontrol y decide no hacerlo, que aquel que no es capaz de analizar la situación y se deja llevar por la inmediatez de las palabras?
La violencia física no lleva a nada, ni sirve de nada, ni conduce a nada, sólo genera más violencia y perpetúa su uso en la sociedad. La violencia es violencia, y las palabras sólo son palabras.