opm_bcn escribió:
La verdad es que no sé qué entender de todo lo que has dicho, sobretodo de la "extended version"
No sé si estas dando un cursillo acelerado de doblaje y posptroduccion para publi y cine (que es justamente de lo que trabajo) o solo estás comentando una anécdota, cosa que no entiendo pq en publicidad nunca se mete un productor en la pecera, esté buena o no la locutora, a parte de que si estás grabando una locución y después se tiene que limpiar clicks, pops y hiss, mas vale que
para que vuelvan.
Entonces entiendo que para sincronizar objetos tengo que transformar el video a MXV? (o como se llame...)
Nunca debiera de meterse, pero si es el que paga y dice que se mete alli dentro, pues se mete y listo . . . por mi como si quiere meterse su madre, si les hace ilu y despues no se quejan de los ruiditos, la verdad, pfffff . . . .
Prueba a pasar algo a mxv y trabajar con ello, veras una diferencia muy apreciable . . .
El comentario (extended) era solo para arrojar un poco de ironia y humor sobre sobre este mundillo a veces surrealista, donde a casi nadie le importa mucho ya la profesionalidad ni los profesionales, ya que se creen que con un telefono movil nokia n70 y una copia ilegal de avid, y unas tarjetas echas en la terminal de autobuses . . . ya son productores...
Desde luego la publicidad para nosotros es algo casual, somos productores musicales y si hacemos algo en este terreno, es sencillamente porque muchos dobladores, locutores etc . . . tienen residencias por aqui cerca, ( nuestro estudio esta justo al lado del campo de golf y a 500 metros del mar) y les resulta mas comodo que desplazarse a un sitio mas dedicado en una gran ciudad cuando se trata de jingles y cosas sencillas.
Evidentemente cuando tenia el estudio en morcin al lado del angliru, no les caia de paso grabar a nadie por alli, ni a ese señor de bigote que dice mvina, si acaso jebiatas perdidos y punkis a lo manolo cabezabolo . . .
Asi que ahora llenamos el samplitude con montones de pistas de sonidos mas comerciales, y podemos comer y cosas de esas . . .