Parallels mola.
Primero, debes tener un Mac Intel. En la versión "oficial" de Parallels actual, instalas el programa, le indicas el SO que quieres instalar (XP en tu caso, también admite Linux y muchas otras cosas), le metes el disco de XP (debes proporcionarlo) y lo instalas. Para lanzar Windows, abres Parallels y el SO que quieras arrancar. Te recomiendo cargar el Mac de RAM. Yo uso un Macbook 2.0 con 2 GB de RAM (Core Duo, no el nuevo Core 2 Duo) y me va muy, muy bien.
Otra opción en Mac es Bootcamp Beta de Apple. Lo instalas, creas una partición en el HD e instalas XP (debes proporcionar el XP tú). Entonces puedes arrancar el Mac en OS X o en Windows. Decides al arrancar pulsando ALT.
Y luego puedes "combinarlos". Con la última beta de Parallels puedes hacer que como instalación de XP reconozca la partición Bootcamp, y te ahorras tener 2 XP ocupando espacio en el Mac.
¿Para qué vale tener los dos (Bootcamp y Parallels)? Bootcamp no emula nada. Hace que el Mac funcione como un PC completo, y además ejecuta Windows bastante, bastante bien. Con Parallels estás emulando y pierdes rendimiento, aparte de que todavía no gestiona del todo bien el hardware. Yo uso siempre Parallels (quité Bootcamp, aunque volveré a instalarlo para aumentar opciones, gracias a la nueva opción de Parallels Beta descrita antes) porque, aunque pierdo rendimiento, los programas del trabajo tiran bien así y me evito problemas de virus: le he prohibido a XP mirar nada que no sea la carpeta compartida (nada de Ethernet, ni WIFI, ni Internet ni leches), y así toda la comunicación exterior la gestiona Mac (Messenger Mac, Safari y Mail en mi caso), que es mucho más seguro. Así, Windows solo se infecta si le meto yo virus a través de los archivos de la carpeta compartida.