Kiive Audio Tubetizer, un plugin que aporta "ese sonido analógico"
Parece que últimamente la firma Kiive Audio está más activa que nunca. Tal vez porque ese nombre cada vez va logrando más relevancia en el mercado del audio profesional, y esta sea una buena forma de aprovechar esa corriente de creciente fama. Y con Tubetizer, el desarrollador presenta una herramienta de saturación con todo lo necesario para obtener "ese sonido analógico" tan ansiado. O eso dicen.
Kiive Audio Tubetizer
Tubetizer está lejos de ser uno de esos plugins que integran montones de funciones. De hecho, su interfaz es bastante sencilla y cuenta con poco más de media docena de controles desde los que se hace todo el trabajo. ¿Y qué trabajo es ese? Pues Tubetizer es un plugin de saturación analógica que emula tres circuitos de distorsión a válvulas a los que se accede gracias a los botones Triode, Pentode y +Iron situados en la parte inferior de la interfaz.
Los llamativos, por ser más grandes, controles Distortion y Output hacen lo que se espera de ellos y regulan la cantidad de distorsión y el nivel de salida. Y un poco más abajo tenemos otro grupo de controles que nos ayudarán a darle forma al proceso. Comp es un compresor de una sola perilla con el que tener bajo control la dinámica, Tone permite ajustar el balance tonal del audio y obtener un sonido más "oscuro" o más "brillante", y SC Filter y Type se encargan de domar la compresión y el contenido armónico (ya sea suavizándolo o potenciándolo). Aparte de lo dicho, hay un par de medidores y un control Mix para ajustar el balance entre la señal sin procesar y la procesada.
Como os decía, un plugin muy sencillo, que desde Kiive Audio lanzan como una solución rápida, eficiente y económica de aportar color a nuestras mezclas.
Precio y disponibilidad
Tubetizer ya está disponible para Windows y macOS en formatos VST3, AU y AAX, a un precio de lanzamiento de 35,95 €. A partir del 12 de octubre, su precio regular será de 63,95 €.
Más información: Kiive Audio
Comunicador incansable en materia de tecnología musical. Dicen por ahí que de niño se cayó en una marmita llena de osciladores de baja frecuencia.
