En este vídeo encontraréis una detallada descripción de los procesos de post-producción de vídeo con sistemas Pro Tools LE y Avid Mojo (un capturador y acelerador de vídeo de tamaño compacto). Es curioso observar cómo puede aplicarse el Elastic Time de Pro Tools al trabajo con vídeo.
En la foto, Yellow Drum Machine, un robot que busca superficies sólidas sobre las que tocar percusión. Cuando las encuentra, samplea lo que toca, y esas muestras las utiliza para generar un ritmo aún más complejo sobre la siguiente superficie en la que se detiene.
Esta fue probablemente la demostración de producto más visitada en el Pro Tools Music Creation Tour, a cargo de David (Pecera Estudio). La superficie de control C|24 de Digidesign ofrece control manual sobre la grabación y mezcla en Pro Tools, con faders motorizados, así como un completo juego de entradas analógicas -con 16 preamplificadores de micro/línea/inyección directa-, y una sección de monitorización 5.1 para usar con las entradas y salidas de Pro Tools. Tampoco falta un micrófono para comunicarse con los intérpretes.
La siguiente charla puede considerarse magnífico epílogo al discurso de Seth Godin sobre el futuro del negocio musical. Ideas, muchas, y muy inteligentes, que quienes quieren un futuro para esta industria no deberían despreciar en absoluto. Pido perdón por anticipado si la traducción te chirría, y es que la jerga de Godin no es fácil de llevar a la lengua de Quevedo.
Seth Godin
Cosas que puedes aprender del negocio musical, mientras se derrumba.
La primera regla es muy importante,
Hemos podido recuperar una cinta en mal estado de nuestro paso por la Musikmesse, y esto nos da munición para unos cuantos vídeos extra -ya hemos publicado más de 30-. Empezamos con un simple vistazo exterior a la mesa de mezclas digital PreSonus Studiolive 16.4.2, que ya os anticipamos a primeros de marzo. Ofrece 16 preamplificadores de micro XMAX, grabación y reproducción Firewire 22x18, procesamiento Fat Channel con EQs de 4 bandas, compresores, limitadores y puertas de ruido, efectos DSP, seis buses auxiliares, cuatro subgrupos, medición LED completa y talkback.
Es 1986. Stanley Jordan toca la guitarra y juguetea con MIDI y un Commodore 64. Veinte años después el Commodore nos da risa, y sin embargo la forma de tocar de Jordan sigue dejándonos la boca abierta. ¿Se le ocurre a alguien una moraleja? A mí sí: La tecnología va y viene. La música permanece.
«Desde que Radiohead colgó In Rainbows en Internet y dejó que el que quisiera pagase y el que no, no, quien más y quien menos ha hecho algo similar. Iván Ferreiro, el ex cantante de Los Piratas decidió hacer su propio Radiohead con su nuevo trabajo, Mentiroso, mentiroso, del que tendremos crítica en breve.
El caso es que Iván quería colgar su disco en Internet, y que tal y como Radiohead ya habían permitido, cualquiera se lo descargase e incluso lo pusiese en las redes de P2P
Coge una banda de rock finlandesa llamada Leningrad Cowboys, sácalos en directo junto con el coro del ejército soviético, ponlos en un estadio lleno de adolescentes rusos y ponlos a cantar el Sweet Home Alabama de Lynyrd Skynyrd. Ni Afrika Bambaataa llegó tan lejos. Por cierto, la versión es buena.
Y ahora gritad conmigo: ¡Viva la globalización!
Leído en Danger Room.
En un extremo podríamos situar a Amaral. Debe hacer ya cinco años del lanzamiento de su último disco. He aquí que, sin embargo, en los medios se promociona su nueva gira relatando que llevan «dos años lejos de los escenarios». La pregunta surge sola: ¿A qué se dedican los chicos de Amaral? ¿Da para tanto tener un Corte Inglés cerca de casa e ilimitado dinero que gastar?
En el otro extremo situamos a Sparks. Porque sí. Porque en los setenta había que tener muchas narices