Desde 1993 Madrid les ha visto experimentar con todo sonido audible, lo que les permitió realizar varios proyectos para música en Internet, con Coca Cola y Opel entre algunas de las empresas que les escogieron. También ha habido hueco para su música en Radio y Televisión.
En todo caso, sus composiciones siempre han estado vinculadas, como ellos mismos se encargan siempre de recordarnos, a las imágenes. Ello les llevó en 1998 a unir su creatividad a la del diseñador santanderino Bernardo Rivavelarde para el proyecto “Escuchando Imágenes”, que fue la primera obra electrónica realizada en España, que se paseó con éxito por Madrid, Barcelona, París, Santander o Milán y que obtuvo premios como el Laus Multimedia 99 o el Möbius International 99.
La gran acogida de esta iniciativa les ha llevado al motivo principal de esta entrevista, una obra sonora en tres grandes actos concebida también para una nueva exposición audiovisual: Homodigitalis [ www.homodigitalis.com ].
The Lab y Rivavelarde nos proponen con Homodigitalis un recorrido por la evolución del hombre, su interacción con la máquina, y su posterior fusión a ella, definiendo así su particular idea de hombre digital.
La exposición fue inaugurada el pasado mes de Febrero en la Biblioteca Nacional de Madrid, y se encuentra actualmente en el Baluarte ó Palacio de Congresos de Pamplona.
Pero, como las máquinas de Homodigitalis, no se detienen, siguen al ritmo marcado, por ejemplo, por Engranajes, y su disco, además de estar publicado en Europa, promete estarlo pronto fuera del continente.
Además, uno de los temas de Homodigitalis, The Colours, ha sido incluido en el recopilatorio Samsung Chill Out Session (Chill Out Sessions vol 3 y el nuevo planetario de Valladolid en el Museo de la Ciencia se ha interesado en su trabajo para musicar sus sesiones. Todo ello mientras preparan su próximo disco.
1. Siempre hay una gota que colma el vaso para todo ¿recordáis aquel día en que nacisteis como VMG?
Bueno, no existe un día concreto para el comienzo de nuestro proyecto, fue algo natural. Nos reuníamos por el año 1993 en la sala de música del colegio al que íbamos los dos, donde nos conocimos, y allí había un sintetizador de segunda mano, un Casio CZ-1000, con la mitad de los botones rotos. Fue nuestro primer contacto con la síntesis, teníamos 12 ó 13 años, y pasábamos tardes enteras después de las clases experimentando, componiendo, y aprendiendo sobre todo. Siempre teníamos en mente la idea de la relación entre música e imagen, siempre experimentamos con esa idea.
2. ¿Con qué equipo empezasteis?
En estos primeros años teníamos los instrumentos que había en la sala de música, y un teclado-órgano cada uno, de esos con ritmitos programados. Al menos tenían MIDI así que años después nos compramos dos tarjetas de sonido decentes de la época y con el MIDI seguimos aprendiendo.
3. ¿De cuál disponéis ahora y qué criterio habéis seguido para ir ampliándolo?
Ahora mismo tenemos tres sintetizadores, dos Roland y un Korg. No tenemos mucho equipo, pero porque esa ha sido una de las características desde el principio, hacer el máximo con el mínimo, experimentar mucho, exprimir las posibilidades. No queremos usar equipo nuevo hasta que no hemos agotado las posibilidades del actual. Aparte tenemos 2 PCs con software, básicamente Acid Pro, Cool Edit Pro, Audiomulch (gratuito pero increíble), y de secuenciación ahora pensamos pasarnos a Cubase SX, después de haber usado de todo, y estamos comenzando a usar algunos sintetizadores virtuales, nuevos plug-ins de procesado, etc…
4. ¿En qué medida creéis que la elección de ese software-hardware ha condicionado vuestra música respecto a como hubiera evolucionado de ser otro?
Te condiciona por la facilidad para conseguir el resultado que quieres, pero pensamos que si realmente tienes claro lo que quieres conseguir, lo acabarás consiguiendo, tengas el equipo que tengas, aunque tardarás más. Ahora mismo ya no hay problemas de ese tipo, sólo con programas gratuitos puedes plasmar tus ideas: por ejemplo, gracias a “Audiomulch”, en Homodigitalis hemos podido crear algunos sonidos y texturas inimaginables. Están por todo el disco. Al final, lo importante es tener algo que contar y que expresar a los demás. 5. El proceso compositivo siempre es complejo pero, entre dos personas ¿cómo os organizáis?
Bueno, tenemos la suerte de que en realidad somos como una persona, nos entendemos perfectamente y hay sincronización total. Puede ser el resultado de comenzar tan jóvenes y de haber experimentando y aprendido juntos siempre. Cuando comenzamos con un tema, normalmente la idea básica parte de uno de los dos, pero en cuanto el otro oye el primer compás, ya entiende perfectamente por donde va el tema. Muchas veces nos adelantamos a lo que justo va a hacer el otro.
6. ¿Hay algún reparto concreto de tareas o está en función de la forma de cada tema?
No nos planteamos tareas, cada tema es un mundo, y la música surge de forma natural. Cómo decimos, la idea básica normalmente parte de uno de los dos, aunque a veces ha surgido conjuntamente. A partir de ahí, los elementos van apareciendo pero sin ningún control, un ritmo, una progresión armónica, un ruido, una linea de bajo…
7. ¿Cuándo y cómo conocéis a Bernardo Rivavelarde?; ¿cómo empieza vuestra relación artística?
Conocimos a Bernardo en el año 97, después de unos conciertos que dimos en la Sala Siroco y Caracol. Estábamos trabajando en nuestro disco “Escuchando Imágenes” como VMG, que no salió editado bajo ningún sello, pero del que acabamos distribuyendo copias por nuestra cuenta sin quererlo. Nos comentó que tenía la idea de hacer una exposición digital y que nuestra música le había impresionado. Aquella música fue la banda sonora de la exposición del mismo nombre “Escuchando Imágenes”.
Nosotros desde los inicios siempre habíamos trabajado con la relación entre música e imagen, y cuando vimos su trabajo nos dimos cuenta de que nuestra relación artística era perfecta. Cuando trabajamos con Bernardo sucede como cuando trabajamos entre nosotros dos, nos entendemos perfectamente, y lo que no se le ocurre a uno se le ocurre al otro.
Homodigitalis en acción
8. Soléis decir que vuestra música está vinculada a las imágenes pero, desde que trabajáis con Bernardo, ¿se puede decir que hubo un antes y un después en vuestro estilo?
Entre Bernardo y The Lab hay una recíproca fuente de inspiración. Más que cambiar de estilo, nos hemos ido reafirmando dentro de él. Siempre nos ha resultado muy cómodo trabajar con Bernardo porque coincidimos en la manera de entender y expresar una obra, él a nivel visual, y nosotros a nivel musical.
9. Ahora se os ve muy centrados en vuestros proyectos comunes pero, ¿teneis pensado dar por fin el salto como grupo “independiente”?
De momento hemos combinado ambas cosas, en Homodigitalis, si bien es un trabajo audiovisual, también ha sido nuestro salto independiente pues está comercializado el CD con la versión extendida de la música, figurando The Lab como grupo "independiente". El mundo de la imagen y su relación con la música siempre nos ha resultado muy estimulante a nivel creativo, y Bernardo en ese sentido siempre estará con THE LAB. El próximo CD será completamente independiente, en el sentido de que no será la música de ninguna obra conjunta.
10. El mercado está copado por “otros productos”. ¿Creéis que es posible vivir de la música electrónica hoy día?: De hecho, ¿a qué os dedicáis cuando no es a la música?
Claro que es posible vivir de la música electrónica, ¿porqué no? Está claro que hay menos apoyo de una parte de la industria, y que es difícil hacer que tu trabajo esté disponible en todas partes, pero se puede conseguir. Homodigitalis está disponible en España y Europa, aunque es difícil de encontrar, por el estilo de música del que se trata. Dentro de poco irá saliendo a la venta en otros paises. Todo esto es fantástico, pero el problema es que luego es difícil que la gente encuentre el CD con la misma facilidad que el de un artista pop internacional con millones de dólares a sus espaldas.
Cuando no hacemos música, trabajamos en la música, es decir, también tenemos un lado comercial en el que hemos hecho trabajos para empresas y medios de comunicación. Después de Homodigitalis han salido otros proyectos muy interesantes. 11. La transmisión de música a través de Internet (P2P sobretodo) es un tema polémico, sobretodo con grandes discográficas de por medio. Pero para la gente que hace una música más especializada y menos masiva, ¿cómo creéis que repercute?
Es complicado generalizar, la repercusión es similar, pero a otra escala. Aunque la música menos masiva es más dificil de encontrar en las tiendas, y el oyente podría terminar recurriendo a Internet. En cualquier caso se favorece la difusión de ese producto, pero disminuyen los beneficios, y al final se perjudica al músico. En nuestro caso tenemos disponibles varios temas de Homodigitalis por internet gratuitamente. Creemos que es un derecho escuchar, ver, tocar u oler algo antes de comprarlo.
12. ¿Qué función creéis que puede cumplir un portal como Hispasonic para los artistas?; ¿qué le echáis en falta?; ¿y su mayor virtud?
Un portal como Hispasonic cubre ese hueco importantísimo de comunicación tanto para músicos profesionales como sobre todo para los que comienzan. Empezar en el mundo de la música en general, y en concreto en la electrónica a veces es complicado, confuso. Aprender es muy lento si no tienes ayuda. Cuando nosotros comenzamos en 1993, era una locura encontrar respuesta a algún problema técnico ó informarse sobre equipos, técnicas ó como hacer esto y lo otro. Todo parecía envuelto en un halo de misterio, esa es la mayor virtud de estos portales, que la información está al alcance. Echamos en falta que la gente especializada en estos géneros no apoye lo suficiente a grupos y músicos que comienzan su carrera, y muchas veces sigan esperando que una vieja gloria saque el disco de su vida. Eso está bien, pero hay que dar oportunidades a los que no las tienen.
13. Lo siento, tengo que preguntaros esto: ¿cuáles son vuestras influencias?
No hay nada que sentir... Cuando comenzamos a experimentar con aquellos primeros sintetizadores y teclados, no habíamos oído nada de música electrónica, porque no teníamos acceso a ella. Fue tiempo después, cuando comenzamos a descubrir que había mucha música en las tiendas de aquella que nosotros queríamos hacer. Entonces comenzamos con los primeros trabajos de los clásicos, primero Jarre, luego Oldfield, y luego vinieron los demás, Vangelis, después Kraftwerk, o nuestra admirada Wendy Carlos, con obras como Tron o la Naranja Mecánica, Brian Eno ó William Orbit, etc… Pero luego digamos que el impacto inicial desapareció y ahora oímos de todo, siempre que nos impacte, y nos parezca bueno, y da igual que estilo sea. Siempre hemos tenido un efecto curioso cuando la gente escucha nuestra música, la mayoría de las veces entre los nombres que salen como posibles influencias hay músicos que no conocemos, o que no hemos oído apenas.
Conocemos la música que oímos, pero las influencias es más complicado. Creemos que todo nos influye, sobre todo los ruidos y ritmos cotidianos. Nos encanta la capacidad de la música electrónica para evocar sonidos y ambientes reales y ficticios.
14. Habéis sido seleccionados para el recopilatorio ChillOut Sessions de Samsung, ¿cómo conseguísteis que os escogieran?; ¿qué función creéis que tienen este tipo de recopilatorios para el público en general?
El tema escogido ("The Colours") es una pieza sencilla, tranquila y pegadiza. Suponemos que escucharon Homodigitalis y se plantearon incluirnos en el disco. Es un tema de transición en la tercera parte del álbum: El futuro. Es muy minimalista, incluso la idea de incluir la guitarra no estuvo en la idea inicial, sino que la incluimos en la versión extendida para el CD.
Estos recopilatorios acercan al público no experto al sonido más o menos característico del estilo del que se trate. Para el público experto en algunos casos es una forma de descubrir nuevos grupos, y en otros para oir qué hay de nuevo, o qué están haciendo de nuevo los más conocidos antes de ir a comprar el CD. Para nosotros ha sido una promoción muy fuerte, mucha gente nos conoce ahora gracias a este recopilatorio.
15. Finalmente, puesto que el odio forma parte de todos, ¿qué tres grupos o músicos vetaríais para siempre basándoos en el principio del interés general?
No creemos que nadie esté en la posición de vetar a ningún músico, grupo ó artista en general. Pensamos que, por supuesto dentro de unos márgenes, no existe la música buena ó mala, sino la que me gusta y la que no me gusta. Todos sabemos que para algunas personas la música que nos gusta a nosotros les parece horrible, y sin embargo la música que les hace vibrar a ellos a nosotros nos desagrada. Cada uno busca lo que le hace sentir.