Concebido como un servicio para beneficiar a los artistas independientes, promete repartir el 90% de sus ingresos entre los propietarios de los derechos. Funciona con cuentas gratuitas y de pago y ofrece la posibilidad de subir archivos en mp3 a las cuentas de cada usuario.
Lo afirma un conocido medio norteamericano citando fuentes anónimas cercanas a las negociaciones que mantienen las dos empresas. Se trataría de un paso muy importante para el lanzamiento del nuevo servicio de la plataforma alemana.
Llegará en unas semanas y al parecer estará disponible en 70 países con un precio medio por canción de dos dólares. Únicamente se podrá acceder a través de los terminales de la compañía con reproducción de sonido 24 bits.
El servicio de música a la carta incluye esta funcionalidad en su plataforma por ahora únicamente en Estados Unidos, pero planea ir llevándola a otros lugares poco a poco.
Es la mitad de los suscriptores de pago que posee Spotify. Pero es un dato puramente teórico, porque los usuarios se encuentran en el período de tres meses de prueba gratuita que ofrece el servicio de streaming de Apple.
La plataforma ha comunicado la noticia a los titulares de royalties mediante un correo electrónico enviado en las últimas horas. Alegan un proceso interno, pero parece que el motivo es un proceso judicial en el que está inmerso su CEO.
Arroja algo de luz a las partes sombrías y a la letra pequeña que está a la orden del día en lo referente a la relación que esta clase de plataformas mantienen con los artistas.
Hasta la fecha, este plataforma de streaming estaba disponible únicamente en Estados Unidos, donde completaba el abanico de servicios que los suscriptores premium del gigante del comercio online tenían a su alcance.
Promusicae ha presentado un informe en el que, además, se destaca que por primera vez en la historia del negocio de la música en España el mercado digital genera más ingresos que los soportes físicos.
Se trata de la primera vez en que dos importantes servicios de streaming acuerdan una alianza. Consiste, en resumen, en un acuerdo para proporcionar contenidos exclusivos de música de baile.
